Todos los días, a la misma hora, pasaba con mi maletín de cuero lleno de libros y libretas. Allí estaba ella en el portal: gordita, chiquitica, de pelo rubio y corto, sentada frente a su mamá, que le daba el almuerzo; mientras yo saludaba e iba en busca del mío para regresar cuanto antes a jugar.
Para mí era un misterio que cuando me acercaba, ella se entusiasmaba y engullía una cucharada tras otra. He tenido que esperar años para desentrañar esa y otras interrogantes, cuyas respuestas no estaban ocultas, pero sí invisibles a mis seis años con una novia de cinco.
Cualquier juego infantil era suficiente para entretenernos, nunca hablamos de amor, ni de nada que no fueran puros temas propios de la edad, mas alguien estaba alimentando aquellos delirios de noviazgo que apenas entendía, y ahora estoy seguro de que ella menos.
A veces nos buscábamos infructuosamente, unas veces porque yo andaba con los de mi edad en travesuras no propias para una damita de tan corta edad, y otras porque sus padres la llevaban de paseo, estaba durmiendo, o la hora del baño impedía el encuentro, que no era para otra cosa que para jugar.
Estimulado por lograr comunicación, aprendí rápidamente a leer y escribir para redactarle cartas que nunca fueron más allá de poner su nombre en un papelito que lanzaba hacia la sala. Mi imaginación completaba el resto, como si escribiera en la misiva: “Vengo más tarde, vine y tú no estabas, quiero jugar…”, que, por supuesto, nunca puse porque aún no sabía. Y si hubiera podido hilvanar esas palabras, de nada hubieran valido porque “mi novia” ni siquiera sabía leer su nombre.
Al pasar los años agradecí a ese noviazgo la motivación para que mi primera maestra lograra mi aprendizaje sin muchos esfuerzos y me otorgaran el Diploma de Honor por altas notas en todas las asignaturas y comportamiento ejemplar dentro y fuera del aula.
Y hoy, a 56 años de distancia, sonrío al recordar momentos que entonces eran insignificantes, como cuando sorprendí a “mi suegra” leyéndole una carta a su hija: “Mino, si no te comes toda la comidita, no voy a ir a verte”. Y tampoco olvido la ocasión en que al verla en el portal, almorzando, corrí tan rápidamente que su mamá no se dio cuenta de que ya estaba a su lado, por lo que alcancé a escuchar: “Vamos, come, come rápido que si no Arturito no va a venir más”.
NOTA: Razón tiene quien afirma que si nos violan la privacidad perdemos la identidad. Todas mis cartas de amor fueron interceptadas y tergiversadas, al igual que mi presencia.
Arturo Chang
22/3/14 21:02
Vilma Reyes: Me alegra haberle revivido recuerdos de su infancia. Sé que deben de haber sido agradables... Gracias por tomarse el tiempo para leerme y comentar.
Vilma Reyes
20/3/14 15:23
Que tierna historia,me trajo recuerdos de mi infancia.
Arturo Chang
18/2/14 17:45
Equipo de Cubahora: Casi estoy seguro de que Yerlady está solicitando registrarse en el Foro de Vanguardia, que está presentando problemas en estos momentos con el mecanismo de inscripción. Si es eso, le pido a Yerlady que nos disculpe el contratiempo, y al mismo tiempo agradecerle su preferencia por ese espacio.
Equipo de Cubahora
18/2/14 16:13
Hola yerlady queremos responder a su solicitud, pero no entendemos exactamente qué pide, porque en Cubahora el espacio para comentar y debatir a los otros foristas está. Saludos!!!
yerlady
18/2/14 14:54
hola me gustaria inscribirme en el foro
m@nolito
17/2/14 10:59
Recordar es volver a vivir.
marta hernandez casas
14/2/14 19:24
que ternura, realmente nos lleva a momentos similares en la vida de casi todo el mundon gracias por regalarnos hoy esa cronica tan tierna
Daniel
14/2/14 16:47
Es un asunto de variación en dimensión: tiempo, espacio, o ambos; lo interesante es que induce la emergencia de nuestra biología compleja. Entenderlo y pretender encausar las sensaciones para bien, es un gesto muy loable del autor: Gracias
Coriolana Obregon desde FB
14/2/14 15:33
El primer Amor nunca se olvida,,se recuerda con Veneracion,.el canto sublime que una vez,albergo en mi pecho esta cancionnn....
Madelaine
14/2/14 11:28
Que pena, el tiempo y lo difícil de la vida nos arrebatan estos momentos tan bonitos de escuchar y decir lo que sentimos…..pero retomando lo dicho, las ilusiones nos hacen exprimir el tiempo y haré lo posible por leer lo que escribe y decir lo que siento….
Arturo Chang
14/2/14 10:36
Madelaine: Gracias por la oportunidad de que sus expresiones formen parte del texto que escribí. Me ha gustado mucho lo que dice. Felicidades también para usted en este día.
Madelaine
14/2/14 10:25
Conciencia e ilusión mueven nuestra cotidianidad, la hacen fácil, aceptada, más clara, la tomamos con la seguridad que la venceremos y al final tendremos el fruto de los sentimientos cultivados en la jornada diaria ….. Ser humano sin la capacidad para dar y recibir amor pasa a ser un adefesio digno de lastima….. Lindo día para todos….
Arturo Chang
14/2/14 10:24
Arístides, al leer que usted califica el texto como una ¡Bonita historia de amor!, sepa que me ha despertado el interés por saber de aquella niña de 5 años. ¿Dónde estará? De lo único que estoy seguro es que en este año ella cumple 62 años.
Arístides
14/2/14 10:09
¡Bonita historia de amor!
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