El calificativo del título es de admiración y respeto. Me parece lo he escrito ya otras veces. El entrenador Filiberto Delgado es un viejo zorro de las luchas. Lo avalan medallas olímpicas y mundiales tanto en el masculino (con el cual ha trabajado más) como en el femenino. Yoel Romero, un súper estelar, me lo definió hace años de otra manera: “Es un perro obligándonos a prepararnos”. Ahora él, y claro sus inexpertas muchachas, acaban de dar un buen golpe.
Estamos escribiendo del Campeonato Panamericano, en Acapulco, México, y lo primero que debemos teclear lo hacemos con una muy justificada dosis de emoción…
Cuando terminó la jornada matutina de las chicas, y quedaron confeccionados los cuadros para el cierre de la tarde, ya las cubanas, al margen de lo que sucediera en los combates pendientes, tenían asegurada una actuación superior a la de su edición precedente, la de Ottawa 2020.
Pero ahora con tres méritos adicionales a lo que ocurrido aquella vez en suelo canadiense:
1.-No participaron nuestras dos medallistas de entonces: Yudaris Sánchez (plata en la división de los 68 kilogramos) y Lianna de la Caridad Montero (bronce en 53), las cuales tienen importantes resultados en sus expedientes.
2.-Las llamadas a filas esta vez, a excepción de la laureada Milaimys de la Caridad Marín, no han recorrido un tramo considerable de la carretera deportiva.
3.-Los entrenamientos, en esta oportunidad, como ya hemos escrito en materiales anteriores, no pudieron ser de la calidad de otras oportunidades, debido a trabajos de remozamiento en la sala del Cerro Pelado.
- Consulta además: ¡Sonó el medallero cubano! (+Video)
Ese alegrón con un ligero toque de mágico nos llegó porque Yainelis Sanz (57) y Hangelen Llanes (68) irían ya al combate por la medalla de oro, en tanto por las de bronce lo harían Yoannia Pérez (50) y Yolanda Cordero (62).
¿Qué pasó en definitiva? ¡Sanz terminó en lo más alto del podio! Llanes con la de plata. Pérez y Cordero no pudieron ganar la pelea por la de bronce. Pero, repetimos, fue una actuación como para quedar satisfechos.
DETALLES
¿Qué aparecía de Llanes en la base de datos de la unión internacional de luchas? Solo tres competencias, todas en La Habana, siempre con medallas de plata: el Campeonato Centroamericano y del Caribe de 2018, y los Cerro Pelado de 2018 y 2019, los dos últimos con escasa participación internacional.
¿Y de Sanz? Bueno, de ella un poco más: cinco competencias. En adultos dos de plata y una de bronce, respectivamente, en los Cerros Pelados de 2018, 2019 y 2020. Las otras dos en la categoría juvenil: bronce en el Campeonato Panamericano de Oaxtepec 2021, oro en los Juegos Panamericanos de Cali, también en 2021.
Pero esos discretos avales no las llevaron a entrar con complejos a los colchones, y empezaron a ganar… a ganar… a ganar…
Algo parecido sucedía con Pérez (no encontramos datos de ella) y Cordero (séptima en el Cerro Pelado de 2020, oro y plata en Oaxtepec y Cali).
Sanz la iba a tener muy difícil, pues enseguida recordamos haber leído días antes una nota interesante…
“En lucha femenina, Jane Valencia será a mirar, después de convertirse en la primera luchadora mexicana mujer en participar en unos Juegos Olímpicos, en Tokio 2020 (oncena). La atleta, que además es doctora, buscará un buen resultado ante su público”, reflejó el sitio olympics.com.
Y de paso nos dejó disparado el deseo de que cada vez más nuestros atletas se gradúen también de otras carreras no solo en la por supuesto muy importante Universidad de Ciencias de la Cultura Física y el Deporte, donde se informa se han diplomado más del 80% de los campeones olímpicos y mundiales.
- Consulte además: Yainelis Sanz: el futuro desde el colchón
Sanz les ganó a la dominicana María Marilín Gonzales de La Rosa (superioridad de 10-0), en muy dura pelea a la brasileña Giullia Rodrigues Penalber de Oliveira (12-10), y a la estadounidense Cameron Jaylynn Guerin (12-7). Sí, marcó… ¡34 puntos (y 17 en contra)!
Hubo pronósticos, con buen fundamento, que apuntaban a una final entre la estadounidense Guerin (oro en los panamericanos de Lauro de Freitas 2017 y Fortaleza 2018, bronce en el de Ciudad de Guatemala 2021) y Rodrigues Penalber (oro en los de Ottawa 2020 y Ciudad de Guatemala 2021, y bronce en los Juegos Panamericanos Lima 2019).
Pero… ¡Sanz le ganó a las dos!
En la final, tras haber vencido a la estadounidense Jaylynn Guerin y a la brasileña Rodrigues Penalber, hizo lo mismo, aguándole la fiesta a los de casa, con… la mismísima doctora Valencia, luego de estampar en la pizarra un cómodo marcador de 5-1.
Llanes se impuso a la peruana Yanet Ursula Sovero Nino (5-3), la colombiana Paula Andrea Montoya García (9-1), la dominicana Yessica Coraima Oviedo Pérez (un sudado 6-4), una que hemos visto competir acá en varias oportunidades en el torneo Cerro Pelado, medallista de plata en los panamericanos de Lauro de Fleitas 2017 y Ciudad de Guatemala 2021, y de bronce en los Juegos Centroamericanos y del Caribe Barranquilla 2018.
Quedó así la escena lista para su final contra la venezolana Soleymi Antonieta Caraballo Hernández, plata en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Veracruz 2014 y en los de Barranquilla 2018, en esa ocasión derrotada por la cubana Yudaris Sánchez. No pudo con ella, pues se presentó arrolladora y sacó una superioridad de 12-2. ¿Dónde hay desquite no hay agravio..?
MALA NOTICIA
No todo resultó felicidad…
Un cubo de agua helada nos cayó a los cubanos en los cuartos de final de la división máxima de las mujeres (la de los 73 kilogramos): la muy laureada Milaimys de la Caridad Marín, nuestra principal carta de triunfo, no pudo debutar con victoria, tras ceder 3-4 en un combate tan importante como reñido.
No olvidamos que Marín fue campeona de los Primeros Juegos Olímpicos de la Juventud Buenos Aires 2018, y después mundial entre juveniles, en Tallín 2019, y menores de 23 años, en Budapest, también en 2019.
La que se le atravesó en el camino fue la colombiana Tatiana Rentería, quien después le ganó 8-0 en cuartos de final a la dominicana Emelyn Anyelina Bautista Corcino, pero cedió (¡4.4!) ante la ecuatoriana Genesis Rosangela Reasco Valdez, quien ya había ganado plata en el panamericano Ciudad de Guatemala 2021.
Ese revés de Rentería nos dolió a los cubanos de paso de una forma especial: significó que la nuestra no pudiera ser impulsada a la posibilidad todavía de alcanzar una de las dos medallas de bronce.
Vamos a recordarlo ya: Rentería fue subcampeona en el mundial menores de 23 años de Belgrado 2021, un tipo de certamen en el que la cubana antes había sido invencible en el de Budapest 2019.
Este vez la colombiana fue por una de las de bronce ante una bien laureada como la canadiense Justina Renay di Stasio (ahora ganadora 3-2): oro en la división de los 72 en el mundial de adultos de Budapest 2018, bronce en el de París 2017; tres veces primera en los panamericanos: Frisco 2016, Lauro de Freitas 2017 y Ottawa 2020 (en el que Marín terminó quinta); y a quien vimos muy de cerca ganar plata en su propia casa durante los Juegos Panamericanos de Toronto 2015.
Bueno, y con ese aval… ¿con quién perdió Di Stasio? Su verduga, pues a ella no le cayó un cubo de agua helada, pero sí un jarro, fue ahora Rosangela.
En tanto la otra de bronce terminó en el cuello de la venezolana María José Acosta.
El duelo por la corona lo protagonizaron la estadounidense Dymond Precious Guilford (plata en el panamericano Ciudad de Guatemala 2019, oncena en el Campeonato Mundial Juvenil de Trnava 2019), y la ya mencionada Rosangela, con victoria para la norteña tras cerradísimo 1-1.
La imaginación se me dispara. El Zorro de las novelas y las películas vivió durante la época mexicana de California (1821-1846), aunque algunas adaptaciones lo han colocado durante la época virreinal.
Y ahora mismo me parece ver allá en el propio México a Filiberto Delgado levantando el dedo índice de su mano derecha y haciendo… ¡una Z!
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