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domingo, 22 de diciembre de 2024

Adiós a un tercio, que pasó y qué viene

Cómo se comportó la temporada en los 25 juegos iniciales por equipo. Líderes y lecturas de algunas métricas que dicen que la calidad sigue baja, aunque la organización del torneo sí aumentó...

Norland Rosendo González en Exclusivo 17/10/2020
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Los Toros de Camagüey- béisbol 2020
Los Toros de Miguel Borroto volvieron a ganar un juego a palos y carreras.

Para la mayoría de los equipos concluyó el primer tercio del calendario. Las mejores notas en la última subserie fueron para Cienfuegos, que llegó a cinco éxitos seguidos y subió al cuarto puesto, y Las Tunas que ganó su primera subserie entre semana y se ha pegado al horizonte que parte en dos mitades iguales la tabla de posiciones. La serie, empero, sigue sacando evaluaciones altas en organización y bajas en lo que a calidad se refiere.

Los Toros de Miguel Borroto volvieron a ganar un juego a palos y carreras. Ellos han estado en los dos choques que más veces se ha pisado el plato, y han sacado la lasca más grande. El 15-14 del primer duelo de jueves no es un marcador serio en béisbol, como tampoco el 19-17 del pasado 16 de septiembre, pero no son excepción, ya son 23 partidos con 20 o más carreras entre ambos contendientes.

Se explica, entonces, que Camagüey exhiba el average más alto de la temporada (.355), en un torneo en que diez equipos promedian .300 o más y la media es de .303. Alto no, altísimo, y peor aún, muy mal anda el pitcheo, sobre todo el de relevo, que cuando hay hombres en bases, el average sube a .307.

Esta semana, entre martes y jueves, los Toros despedazaron el buen pitcheo que hasta entonces había sostenido Granma, llegaron a ser los únicos por debajo de cuatro carreras limpias por juego y terminaron el juego más reciente con 4.37, en el lugar tres del ranking entre los 16 staff.

Los subcampeones de la serie pasada son los que más carreras han anotado (198), 72 más de las que han permitido, y ese diferencial justifica que hayan sostenido su puesto en la cima del ordenamiento, a pesar de que su as de la rotación, Yosimar Cousín, lleva tres derrotas en línea, después de una racha de cuatro éxitos, y otro de sus abridores, José Ramón Rodríguez, está restableciéndose de molestias en un hombro.

El lineup de los camagüeyanos cuenta con hombres que se embasan mucho, dígase, Humberto Bravo (.521 de OBP), Loidel Chapellí (.479), Leonel Moa (.467), Alexander Ayala, entre los que más hits pegan (39), con remolcadores como Yordanis Samón, segundo entre los empujadores del campeonato con 32 CI. Cuando se incorpore Leslie Anderson, la alienación será aún más compacta.

…SI LOS DE ATRÁS CORREN BIEN

Camagüey va delante, pero con varios soplándole en la nuca. Ahora mismo, Matanzas, Santiago de Cuba, Cienfuegos e Industriales son sus más cercanos perseguidores. Los Cocodrilos van a tener una baja muy sensible cuando el pitcher Yoanni Yera se vaya a cumplir su contrato en la Liga del Pacífico mexicana en el mismo club donde ficharon también a Erisbel Arruebarrena y Yadir Drake, dos piezas con las que soñó Armando Ferrer blindar su ataque en algún momento.

No obstante, los Cocodrilos tienen nómina para entrar, sin problemas, en la postemporada. En su más reciente compromiso ganaron dos juegos frente a Industriales, el último de ellos dejándolos tendido en el terreno por nocaut, con la quinta victoria del talentoso Renner Rivero, quien dejó a los Leones sin carreras limpias y se consolidó como el lanzador de mejor efectividad en el campeonato (0.50).

Si uno empieza leyendo las bajas por lesión del equipo dirigido por Guillermo Carmona, podría calificar su actuación hasta ahora de muy buena. El jueves, por ejemplo, tuvo que colocar al cátcher Raudelín Legrá en el bosque izquierdo.

Yosvani Peñalver, Alberto Calderón, Dayron Blanco, Jorge Luis Barcelán y Bryan Chi son cinco bajas que han obligado al alto mando de los Azules a hacer ajustes e improvisaciones para mantener el ritmo ganador. Con ese panorama, es hasta plausible el saldo de 5-5 en los últimos diez juegos.

Sobre el equipo de Santiago de Cuba pende la misma preocupación que el año pasado, cuando estuvieron buena parte del campeonato en los primeros lugares y no pudieron rematar a la hora de definirse los cuatro semifinalistas.

Sobresale su camarero Santiago Torres, con 39 imparables (uno menos que el líder César Prieto), entre ellos cinco bambinazos, la misma cantidad que Edilse Silva, quien sí está en esa alineación para empinar bolas.

Cienfuegos es otro tren ofensivo. Tienen una pléyade de muchachos con mucha hambre de proyectar su talento y ganar juegos. Saben que solo haciendo carreras es que pueden garantizar victorias, pues su rotación no es de fiar y mucho menos su bullpen, aunque Carlos Damián Ramírez en su nueva función de relevista y cerrador ha rayado la tarjeta siete veces (un triunfo y seis salvados).

Tienen el segundo mejor average (3.53) y aunque han golpeado 185 batazos de línea, los que más, su proporción de out entregados con rodados respectos a los de conexiones por el aire es 1.85, entre las más altas.

No hay dudas de que no es fácil dominar dos vueltas de una tanda integrada por César Prieto (.485 de OBP), Luis Enrique González (.490 de OBP), Luis Vicente Mateo (.470 OBP), Daniel Pérez (500 de SLU), Richer López (.464 de OBP), Pavel Quesada (1077 de OPS), Juan Miguel Soriano (1019 de OPS) y Yusniel Ibáñez (21 impulsadas).

Del resto, preocupa el paso de Ciego de Ávila, cuyo bullpen es el más ineficiente del torneo, y ha malogrado varias posibles victorias, entre ellas la cien de Yander Guevara que dejó el juego en ventaja el miércoles y el relevo no pudo contener la revuelta de los Indios.

Con sus dos victorias ante Mayabeque, los Piratas recuerdan que aún su nave no se ha hundido, aunque es mucha el agua que tiene a bordo empujándolos para el fondo. Siempre han sido muy aguerridos, nunca se dejan ahogar y tampoco han muerto en la orilla. Ahora, están en una situación complejísima. Junto con Artemisa y Holguín terminaron la última decena de juegos con el peor saldo (2-8).

TRES POR UN PREMIO

Mucha polémica ha despertado la elección del Jugador de la Semana por votación popular después que el pitcher camagüeyano Yusney Saborit ganara con una ventaja abrumadora, resultado de una bien estructurada gestión en redes sociales que lo llevó a imponer récord de papeletas virtuales, más de 10 000. No era tanta la diferencia en cuanto a labor durante el lapso tomado en cuenta, pero sí el apoyo, y ese fue el que decidió.

Se cumplió la idea de sumar más aficionados a una iniciativa participativa y es lo que hay que elogiar. Lo otro es quitarle el apellido de Jugar Más Valioso (JMV). No es eso, sino el de más votos entre tres candidatos con los mejores números. Falta que la Comisión Nacional se pronuncie por elegir, como corresponde y por quienes corresponde, al JMV, quedaría zanjada la controversia.

Ya están las tres propuestas de esta semana para que usted emita antes del lunes por el mediodía su voto en el sitio oficial del béisbol cubano: www.beisbolcubano.cu. Fíjese en los números, hay de todo. Sea justo, aunque en cuestiones deportivas el corazón suele poner de rodillas a la mente, y eso ni es delito, ni es pecado.

UNA SERIE MEJOR ORGANIZADA, AUNQUE LOS NÚMEROS NO SEAN BUENOS

Desde el punto de vista organizativo, las gestiones de la Comisión Nacional han garantizado que solo estén suspendidos cuatro juegos por lluvia y haya uno sellado. El promedio de tiempo por partido ha bajado ostensiblemente a cerca de 2.40 horas, y se acabó el relajo del sube y baja casi todos los días por asuntos muy cuestionables.

Hay disciplina, seriedad, menos expulsiones, cumplimiento de los protocolos sanitarios y un diálogo constante con la prensa, incluidas las conferencias de prensa al término de cada subserie con todas las medidas necesarias para evitar contagios con la COVID-19.

Sin embargo, seguimos en un campeonato con desbalance entre pitcheo y bateo. La media de velocidad de la recta sigue por debajo de 85 millas por hora. Sí, leyó bien: 85. Eso justifica que haya tantas bolas puestas en juego, golpear bolas así no es tan complicado, aunque estén localizadas fuera de la zona de strike.

Los abridores promedian para 5.26 de PCL y 1.60 de WHIP, y los relevos lo hacen mucho peor: 6.14 y 18.3, respectivamente. De 95 oportunidades de salvamento, han desperdiciado 20 y ojo: los apagafuegos conceden más bases por bolas (740) que ponches (693).

No hay dudas de que hay que pensarlo seis veces antes de utiliza el bullpen cuando los juegos están cerrados y no es tiempo, aún, del cerrador.

A partir de hoy empieza el segundo tercio del campeonato con los ojos puestos en el Guillermón Moncada hasta donde viajaron los Alazanes de Granma. Los demás pareos son IJV-PRI, IND-ART, MAY-CFG, MTZ-VCL, CAV-CMG, SSP-LTU y HOL-GTM. Les dejamos los abridores de los duelos sabatinos.


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Norland Rosendo González

Vivo de aprender todos los días a contar historias. Ya voy por el prescolar en la escuela de la vida. Me escapo del mundo para ver un juego de béisbol.


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