La esgrima cubana afronta un ciclo olímpico con el objetivo de mantener o superar los resultados de años anteriores. Meta sumamente difícil atendiendo a la carestía de una disciplina muy afectada en implementos y recursos durante los últimos años.
La preocupación aumenta, atendiendo a que en los Juegos Panamericanos Juveniles Cali Valle 2021 este deporte solo aportó la medalla de bronce de Melissa Pérez Blanco en el florete individual.
Este año resultará vital en pos de conseguir las clasificaciones a las citas múltiples de 2023. Las metas son ambiciosas para una disciplina que sacó la casta hace cuatro años en tierras cafeteras.
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Cubahora conversó con Aljhadis Bandera, presidente de la federación cubana y comisionado nacional de la disciplina,
—¿Qué competencias nacionales tendrá la esgrima este año?
—Las competencias nacionales que tenemos prevista son los juegos escolares nacionales juveniles en julio. Tenemos pensado hacer los campeonatos nacionales de primera categoría, pero después de los meses de septiembre y octubre, para que los muchachos tengan una buena preparación y entrenamiento deportivo, para que recuperen el tiempo perdido por la misma pausa de la pandemia.
“Tenemos la intención de hacer unos torneos zonales, para ver a los atletas juveniles que están en el país, y valorar como se están desenvolviendo y desarrollando, en aras de su posible ingreso a las selecciones nacionales”.
— ¿Cómo se encuentra la salud de la esgrima? ¿Se practica en todo el país?
— La esgrima se encuentra representada en 13 Eides del país. Solo no está en Artemisa, Mayabeque e Isla de la Juventud. En Mayabeque no está en la Eide, pero hay un movimiento deportivo del deporte en otras áreas de esta provincia.
— Hábleme del calendario internacional…
— De inmediato, los campeonatos clasificatorios, tanto centroamericano como panamericano. A los mismos tenemos intención de poder asistir para obtener las plazas a los juegos múltiples de 2023. El campeonato panamericano se efectuará en el mes de junio en Paraguay, pero el clasificatorio centroamericano no tiene sede ni fecha aún definida.
— ¿Cuáles son los propósitos rumbo a esas citas del año próximo?
— Los propósitos para San Salvador y Santiago de Chile son ambiciosos porque la esgrima cubana obtuvo siete medallas de oro en Barranquilla 2018. El objetivo es igualar o superar ese resultado en los centroamericanos de San Salvador. Es una tarea ambiciosa, pero pensamos que sí podemos. Vamos a salir adelante por ese objetivo, a pesar de las dificultades que tenemos. En los juegos panamericanos, seguir aportando la misma o mayor cantidad de medallas para colaborar con el medallero de Cuba.
— ¿Sueña la esgrima cubana con tener presencia en París 2024?
— No es un sueño, es una tarea de trabajo. Creemos que podemos hacerlo. Volver a clasificar a unos juegos olímpicos es posible. El trabajo es paso a paso. Primero las clasificaciones a los juegos múltiples, y después lo demás. Pero tenemos que dar pasos fuertes y firmes para conseguir esos propósitos escalonados, poder llevarlos a cabo y obtener lo que tanto deseamos.
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