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jueves, 3 de octubre de 2024

¿Lo que viene?

Intentar dar pronósticos sobre el futuro gobierno de Donald Trump es aún un ejercicio complicado...

Néstor Pedro Nuñez Dorta en Exclusivo 15/12/2016
1 comentarios
Apoyo a Trump
Donald Trumb, es un “irreverente innovador” bien distante del aburrido, manipulado tinglado político estadounidense.

Parecería que el presidente norteamericano electo, Donald Trump, sigue constituyendo una suerte de enigma para los estudiosos y expertos en temas políticos a escasas semanas de asumir su cargo.

 Y es que el magnate que se anotó un significativo triunfo frente a la demócrara Hillary Clinton, persiste en actitudes, declaraciones y acciones tan imprevistas e inéditas como las que marcaron toda su campaña electoral.

Lo cierto es que el ejercicio de una retorica poco común, los llamados a cambiar las estructuras políticas estadounidenses desde los cimientos, su alejamiento de los ritos formales, y el no contar con la aceptación inicial de las tradicionales élites partidistas, movieron no pocas fibras dentro de los norteamericanos que decidieron acudir a las urnas semanas atrás. Una cifra, dicho sea de paso, que históricamente (y volvió a suceder este noviembre) apenas sobrepasa la mitad de aquellos ciudadanos con derecho al ejercicio del voto.

De manera que para buena parte de sus seguidores, Donald Trumb, por encima de sus miles de millones de dólares y una carrera empresarial no ajena a trapisondas de diversa índole, es algo así como un “irreverente innovador” bien distante del aburrido, cargante, manipulado y añejo tinglado político estadounidense.

Y son estas controvertidas características y su modo desenfadado y a veces paradógico de proceder, los que siguen primando en las negociaciones que, a pocas horas de conocida y admitida su victoria, inició el futuro presidente para conformar gabinete y trazar indicaciones hacia el futuro.

En consecuencia, estamos ahora frente a una figura de la que se dice está integrando un gobierno de multimillonarios, militares y personajes conservadores, pero que a la vez propone como nuevo jefe de la diplomacia local a un ex empresario con estrechas y públicas relaciones con Rusia y su presidente, Vladímir Putin.

Un negociante devenido primer mandatario que habla de priorizar el entendimiento y no el enfrentamiento, pero que aún sin llegar a la Casa Blanca entabla diálogo con las autoridades de Taiwán con conocimiento de que un paso de esa índole puede recalentar severamente las relaciones con China, el principal acreedor de la primera potencia capitalista.

Un aspirante a estadista que primero dice apoyar los pasos de la administración de Barack Obama con relación a La Habana, y luego se reune con los sectores más agresivos de la comunidad cubana en los Estados Unidos a quienes promete “mano dura” contra la Mayor de las Antillas.

En fin, una persona que debería entender (y para apoyarle en ese sentido se supone están sus asesores) que un país no es una empresa, y que si bien las naciones no pueden vivir solo de consumir política, esa disciplina sigue siendo indispensable en nuestro días a la hora de conducir los destinos de un Estado.

 Lo han subrayado algunas importantes figuras internacionales cuando a su hora valoraron la oratoria y las acciones del Trump candidato y luego presidente electo: una cosa es hacer campaña y otra dirigir un gobierno. En el primer caso casi todo está permitido. En el segundo, hay límites y condiciones indispensables.

Y en ese contexto, bien valdría para los cubanos no hacer que el centro de nuestras vidas gire ahora en torno a lo que pueda o no decidir la nueva administración estadounidense con relación a los vínculos mutuos.

Y es que justo por lo acontecido y aprendido a lo largo de cincuenta y siete años de asperezas con el poderoso vecino del Norte, siempre será mucho más esencial aquello que podemos y debemos hacer nosotros mismos por los cambios, el avance, la real democracia, el adecentamiento y el espíritu inclusivo que requiere el país, que cuanto diga o programe un nuevo ocupante de la Oficina Oval… aunque si a nuestro empeño se suman factores externos favorables…pues mejor.


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Néstor Pedro Nuñez Dorta

Periodista

Se han publicado 1 comentarios


lacubana
 15/12/16 23:19

Muy de acuerdo , todo no puede girar alrededor de Trump y lo que vaya o no a hacer, se vera sobre la marcha , lo nuestro es seguir palante , hemos estado mas de 50 años sin los E.U como socios comerciales y hemos subistidos , NADIE SE VA A MORIR MENOS AHORA 

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