Revista Zunzún: la mayor prueba de amor editorial (+ Carátulas)

Zunzún vuela más allá de un estante de librería o de estanquillo. Desde hace mucho tiempo dejó de ser la revista mensual dedicada a niños y niñas para convertirse en pancartas, tarjetas, marcadores, barajas y hasta tema de parques de diversiones.

Su legado en estos 35 años de existencia marca impronta en la labor historietística de la isla, en tanto defiende un estilo único para las publicaciones infantiles en la nación.

La misma transparencia, cariño y dedicación editorial que exhiben sus páginas nutren el espíritu del colectivo de trabajo, liderado por Adela Moro, una gentil, profesional y solícita comunicadora.

A veces tengo la impresión, cuando converso con Adelita (como todos cariñosamente le decimos), de ser Mayito en ese irrenunciable libro La noche, quien escucha los dulces consejos de la abuela. Y no le alcanza a la dedicada profesional la edad para ser mi nana, pero sí le sobra sabiduría, cariño y mucha paciencia. Todas estas cualidades las pone en función de un trabajo escriturario de profunda ternura… Ella nos cuenta.

—Treinta y cinco años se dice fácil, pero no lo son, toda vez que el entramado editorial cubano atravesó y atraviesa períodos diversos y complejos. ¿Cómo resumiría este tiempo de Zunzún?

—Ha sido de resistencia culta, de trabajar sin renunciar a los sueños, de enfrentar con optimismo los obstáculos para crear sin prejuicios, de estar a la altura de los maestros fundadores, de respetar y querer mucho a los lectores de varias generaciones que crecieron leyendo la publicación y que la coleccionaron para entregarla a sus hijos, de laborar para quienes ven a Zunzún como un personaje real, como el amigo a quien pueden pedir ayuda o consejo, para jugar y compartir vivencias en una edad en la cual todo es nuevo y maravilloso.

“Trabajar en Zunzún para los niños de Cuba, y para otros que también nos leen en el mundo, es la prueba mayor y el más dulce de los premios porque los pequeños son el público más exigente, más sincero, cariñoso y desinteresado.

”Ante las dificultades diarias, la falta de papel, las roturas en las imprentas, los atrasos de las empresas que deben distribuir la revista y los libros, nos imponemos cumplir por nuestra parte los plazos de entrega con un producto de calidad. También buscamos que nuestro Zunzún continúe su vuelo en cualquier tipo de soporte: papel, digital, en animados, tarjetas, marcadores; y siga siendo un referente indispensable del imaginario de varias generaciones de cubanos”.

—La revista fue cuna de grandes historietistas del país como Virgilio Martínez, Juan Padrón, y Jorge Oliver. ¿Cuánto le debe Zunzún a sus obras? ¿Cómo surgieron los personajes Zunzún, Doña Lechu, Capitán Plin?

—Muchísimo se le debe a la historieta en nuestra publicación, desde el primer número Zunzún acogió el género con los mejores exponentes: estuvo Virgilio Martínez, considerado el padre de la historieta cubana, con Cucho; Lillo con Matojo y Lucas Rengifo; Juan Padrón permitió a Elpidio hacer campamento en la revista y por más de 35 años nos regaló su patriotismo, cubanía, heroísmo; el gato verde de Oliver se convirtió en el Capitán Plin; llegó Roberto Alfonso con Yarí; Ernesto Padrón fue el papá de la cosmopionera Yeyín. Luego, los maestros dejaron su espacio a los más jóvenes y aparecieron nuevos personajes: Kukuy; el güije y el capitán Rascacio, de Ángel Velazco y Claudia, Pelota, Ortografito…, de Sonmy Álvarez.

“Zunzún, Doña Lechu, Compay Grillo, nacieron de las Historias del Palmar que desde la primera edición tejió la escritora y fundadora de la publicación Anisia Miranda, que anunciaba la idea que tuvo Zunzún de hacer una revista. Todos nuestros personajes han surgido de una realidad común a los niños cubanos, defendiendo lo nuestro. Nacieron y crecieron ante nuestros ojos con aventuras que procuran acompañarnos en nuestro propio crecimiento como seres humanos. Al cabo de 35 años nadie puede imaginar a Zunzún sin historietas”.

—En ese sentido, la gran hazaña de Zunzún es que traspasó sus fronteras editoriales y sus personajes se convirtieron en libros y animados, hasta en un parque diversiones… ¿Qué opina de estos amigos dispersos por toda la isla?

—Desearíamos tener muchos más amigos y que no solo los personajes
 clásicos logren nuevos espacios en diferentes soportes y maneras. Los “nuevos” merecen y tienen las posibilidades de incentivar la fantasía de niños y niñas con la ayuda de esos aliados.

“También han sido 35 años leyendo con Zunzún porque crecimos en más de70 títulos publicados (más allá de la propia revista). De ellos, dos terceras partes correspondieron a temas históricos, especialmente relacionados con la vida y obra del Héroe Nacional: Conociendo a Martí, Pepe Martí, Nuestro Martí, Martí en Madrid, La casa de Pepe Martí en Valencia, Zaragoza en Martí I y II, Martí en Zaragoza…, El hombre de la Edad de Oro; ¡Y se rompió el corojo!

”De igual forma, editamosHéroes de la Patria, que recoge anécdotas y curiosidades de los principales próceres de las luchas independentistas en la isla. Hemos mantenido la serie Patriotas cubanos, ya con su décima edición; obra creada por la sabichosa Ana María Luján e ilustrada magistralmente por el veteranísimo Roberto Alfonso.

”Asimismo, el título Cuando el Che era Ernestito casi alcanzó el millón de ejemplares, siendo reeditado en tres oportunidades. La publicación asumió además la edición de la separata infantil de los ocho tabloides Leamos más, desde los cuales se motivó a la lectura. Otros títulos de mucha demanda han sido los de las banderas de todos los continentes. El libro Rebelión, acuciosa investigación que sintetiza los hechos desde el desembarco de la expedición del yate Granma hasta el triunfo de la Revolución se presentó en historietas, género muy atractivo para el público infantil y adolescente. De Camilucho a Kmilo 100 fuegos, un hombre de leyenda, es otro de los títulos muy queridos.

”En el catálogo de la Editora Abril se incluyen otras propuestas nuestras: Para curiosos, libros para colorear, troquelados, pancartas con juegos didácticos.

—Bajo este prolífico quehacer pareciera, a simple vista, que practicar periodismo para niños y niñas es fácil. Pero el error, aunque recurrente, se rectifica poco entre colegas del gremio. ¿Cuán arduo resulta este ejercicio?

—Hacer periodismo para niños y niñas exige trabajar con rigor y amor. Obliga a una investigación exhaustiva del asunto a tratar, adelantando las respuestas a las posibles interrogantes de un infante, por muy obvias que resulten para los adultos; luego, preparar las páginas con un lenguaje claro, entremezclando diferentes géneros periodísticos y evitando el didactismo. Nuestra premisa es lograr un trabajo lúdico donde los niños aprendan jugando y jueguen aprendiendo. Los niños nos leen porque les hablamos con respeto, sin creerlos incapaces de comprender el mundo. Nuestro maestro es José Martí y nuestra revista de cabecera La Edad de Oro.

“Ante esta labor creativa, y a inicios del siglo XXI, quedan algunos que consideran a la literatura para niños o la historieta como ‘artes menores’, ¡Allá ellos! Quizás lo más productivo sería que esos mismos detractores, que los hay en cualquier país, intentaran cautivar al lector infantil desde el título, tener la magia de embellecer textos útiles y, después, acompañar las palabras con atractivas ilustraciones que las complementen y enriquezcan.

”Para avalar el trabajo hecho, en nuestro equipo tenemos compañeros con premios La Edad de Oro y La rosa blanca, dos de los reconocimientos más importantes de literatura infantil en nuestro país”.

—Para ejercer esta compleja profesión resulta imprescindible profesionalidad, ética y creatividad…, pero en el caso de Zunzún, sería indispensable ser una buena persona, amar intensamente a los niños…

—Esas son cualidades indispensables para trabajar en el periodismo. Pero si no amas la vida, si no tienes fe en el futuro, si no eres patriota, si no crees en el poder de la sonrisa infantil y en todo lo que puedes aportarles ¿qué podrías hacer en Zunzún?

—A la vez resulta complicado ser atractivos para los infantes hoy, en un mundo invadido por nuevas tecnologías. ¿Cómo lograrlo?

—Si eres auténtico y partes de la raíz, no hay peligro de que las tecnologías existan. Usamos como fuente de los temas de historietas muchas de las vivencias de nuestros lectores, tratamos de que sientan que las figuras relevantes de la historia nacional o universal de las que les hablamos fueron niños como ellos. Buscamos las anécdotas más interesantes. Nosotros también vamos con el mundo y por eso existe el Zunzún digital.

“Por otra parte, debes conocer que también les descubrimos a los niños las nuevas tecnologías a las que todos no tienen acceso. Estamos en un mundo audiovisual donde es muy importante la imagen animada, por eso hemos presentado al ICAIC varias veces propuestas de guiones de nuestros personajes para que puedan ser llevados a cortos o mediometrajes. Mientras continuamos esperando una respuesta, nos mantenemos publicando historias con el beneplácito de miles de lectores en toda la geografía cubana. Hace solo unos años, uno de los personajes de la revista alcanzó Medalla de Plata dentro de los libros más vendidos en la feria organizada por el Instituto Cubano del Libro”.

—Y en tiempos convulsos de madurez apresurada, ¿cómo adecuar el lenguaje y los temas para este sector tan complejo?

—Tratamos de retroalimentarnos constantemente con nuestro público y, sin hacer concesiones, el lenguaje ha ido atemperándose a los nuevos tiempos. Muchos de los temas que tratamos son los propios niños quienes los sugieren, otros nacen de los asuntos que nos revela la realidad de nuestro país y del mundo. El carácter enciclopédico que pretende mantener Zunzún y el propósito de contribuir a formar un individuo culto, virtuoso y con capacidad de seleccionar lo que lo enriquezca y aporte, es un punto a nuestro favor.

“La experiencia nos ha demostrado que la clave para ser aceptados por ellos es hablarles con la verdad, sin edulcorarles la realidad. El reto mayor está es satisfacer la multiplicidad de intereses de nuestro público que se reparte desde preescolar hasta el sexto grado”.

—En este aspecto, a veces se piensa que las publicaciones infantiles son exclusivamente para niños y niñas, pero en sí pueden ser textos provechosos para todos los públicos, incluido el adulto. ¿Qué opina?

—Coincidimos en que pueden ser textos provechosos para todos los públicos y hemos conocido de experiencias de este tipo: cuando en la familia el niño les comenta a los adultos determinada información y ellos confiesan que no conocían sobre el tema. Se comunican con nosotros abuelas y abuelos, padres, tíos…; la acotación más frecuente es que aprenden con Zunzún.

“También son muchos los adultos que compran la revista para hijos, nietos o sobrinos. En reuniones con maestras y directoras de escuelas primarias nos han dicho que prefieren las ilustraciones y textos de la revista para dar sus clases y evaluar a sus discípulos en la lectura y comprensión, por el lenguaje que utilizamos y los aportes que les ofrece la gráfica. La publicación no es para eso, pero entendemos por qué lo hacen”.

—Tras todo este panorama zunzunero… ¿cómo celebrarán estos 35 años?

—El cumpleaños será con los amigos, por eso se harán presentaciones en escuelas, hogares de niños sin amparo filial… Se brindará la opción de descargar la revista en PDF en los Joven Club. Puntualmente, el día 8, en ocasión del acto de ingreso de los niños de primer grado a la organización, presentaremos la revista en un colectivo de la capital. Ese mismo día la Vitrina de Valonia de la Oficina del Historiador inaugurará una exposición de 35 portadas de la revista, a manera de cronología gráfica de estos años de trabajo.

“El programa continuará con la celebración de una gran fiesta en la Plaza Vieja del Centro Histórico el viernes 9 de octubre. Con esta idea volvemos al lugar del estreno de la publicación hace 35 años. De igual forma protagonizaremos un suplemento especial DDT de Juventud Rebelde y organizaremos una expedición zunzunera para recorrer varias provincias.

”Zunzún y sus amigos no descansan”.