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viernes, 27 de diciembre de 2024

Conferencia de prensa conjunta de Bruno Rodríguez Parrilla y John Kerry

El ministro de Re­laciones Exteriores de Cuba y el secretario de Estado de Estados Unidos expresaron sus impresiones a propósito de la apertura de la embajada estadounidense en La Habana...

en Trabajadores 14/08/2015
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Versiones Taquigráficas–Consejo de Es­tado)

Bruno Rodríguez.- Buenas tardes.

Me excuso si han tenido que esperar unos minutos; pero es este un maravilloso lugar. No hemos resistido la tentación de ver algunas fotos, algunas locaciones.
Me ha sido grato darle la bienvenida al secretario de Estado John Kerry en la sede de la Cancillería cubana, en ocasión de su visita para asistir a la ceremonia oficial de reapertura de la Embajada de los Estados Unidos de América en La Habana, que ha ocurrido en la mañana de hoy.
Me complace también recibir a la excelentísima señora Roberta Jacobson, cuyo esfuerzo en este proceso, igual que el del excelentísimo señor, encargado de negocios, el embajador Delaurentis, apreciamos.

El Secretario de Estado y yo hemos sostenido un nuevo encuentro, igualmente en un clima respetuoso y constructivo, en el que abordamos temas bilaterales de interés, in­cluyendo los pasos que ambos países debemos dar para avanzar en el proceso hacia la normalización de las relaciones una vez cubierta esta primera etapa, centrada en los vínculos diplomáticos.

Ambas partes coincidimos en la importancia de abrir nuevas áreas de diálogo, consolidar los mecanismos de cooperación bilateral ya creados y explorar o abrir otros en esferas diferentes desde el medio ambiente, la salud, la ciencia, el cumplimiento y la aplicación de la ley, entre otros.

Como parte de esta etapa que comienza en los vínculos entre Estados Unidos y Cuba después del restablecimiento de las relaciones diplomáticas y la apertura de ambas embajadas, hemos acordado en la mañana de hoy establecer una comisión bilateral para definir los temas que deberán ser abordados en lo inmediato, incluyendo los asuntos pendientes de solución, algunos de ellos muy complicados, que se han acumulado durante más de 50 años.

En las próximas semanas, representantes de ambos gobiernos deberán sostener los primeros intercambios de trabajo para definir la manera de avanzar a través de esta comisión.

Como el secretario de Estado Kerry dijo en su discurso en la mañana de hoy, en efecto tenemos concepciones distintas sobre diversos temas y profundas diferencias. Por ejemplo en relación con el ejercicio de la soberanía nacional, la democracia, los derechos humanos, los modelos políticos y las relaciones entre los Estados, en particular en el ejercicio del derecho internacional; y también podemos tener diferencias en nuestra interpretación de la historia, incluida la historia de la última mitad del siglo.

Quiero decir que, habiendo abierto un diálogo bilateral en materia de derechos humanos y habiendo acordado, incluso, incrementar la cooperación del gobierno de Estados Unidos y del gobierno de Cuba respectivamente, con mecanismos universales, no se­lectivos, no discriminatorios de la Or­ga­ni­zación de Naciones Unidas, estamos en disposición de conversar sobre cualquiera de estos temas, aceptando que en algunos de ellos será difícil ponerse de acuerdo.

Pero quiero enfatizar que Cuba se siente muy orgullosa de su ejecutoria en la garantía del ejercicio pleno de los derechos humanos indivisibles, interdependientes, universales; libertades civiles y derechos políticos y derechos económicos, sociales y culturales en igualdad de condiciones para cada cubana y cubano, y esperamos que para cada ciudadano y ciudadana de este planeta.

Es verdad que nosotros también tenemos preocupaciones en materia de derechos humanos en Estados Unidos.

Cuba, por ejemplo, tiene un amplio patrón de adhesión a instrumentos internacionales de derechos humanos; Cuba es parte de la Convención de Derechos del Niño o es parte incluso de la Convención contra la Dis­criminación de la Mujer, ambas de Naciones Unidas, porque considera que es un principio el de salario igual por trabajo igual para las mujeres y los hombres, y se opone a cualquier discriminación de género y de cualquier naturaleza.
No es Cuba un lugar donde haya hechos de discriminación racial o brutalidad policial, o se produzcan muertes en hechos relacionados con estos temas, ni está bajo la jurisdicción cubana el territorio donde se tortura o se sostiene a personas en un limbo jurídico.

Igual que tenemos la disposición a discutir francamente sobre la forma en que se respeta el derecho internacional humanitario en las operaciones militares de otros países, la existencia de bajas civiles o, incluso, tenemos preocupación también con el deterioro de algunos sistemas políticos, la corrupción de sistemas políticos o modelos electorales, por ejemplo, a partir de la existencia de intereses especiales que, afortunadamente, no entran en las elecciones totalmente participativas en nuestro país.

En Cuba tenemos muchos ejemplos de respeto y disfrute de los derechos humanos y también, modestamente, nos comprometemos aquí que continuará nuestra cooperación internacional, tratando de ayudar en la medida de las posibilidades limitadas de un país pequeño, de una economía bloqueada, de continuar contribuyendo al desarrollo de acciones en materia de políticas sociales en terceros países, en particular en el ámbito de la educación y la salud que para Cuba no son, en modo alguno, un negocio, sino derechos humanos fundamentales.

He reiterado al Secretario de Estado que el levantamiento total del bloqueo, en nuestra opinión, es esencial para poder tener relaciones normales con Estados Unidos, así como la devolución del territorio que se usurpa a nuestro país en la Base Naval en la bahía de Guantánamo. Igual que consideramos necesario avanzar en el tema de las compensaciones al pueblo cubano, a las ciudadanas y ciudadanos cubanos, por los daños humanos y los daños económicos que se han producido en estas más de cinco décadas.  Al igual que aspiramos a que se respete, de manera absoluta, la soberanía de Cuba y nuestros asuntos internos.

Nosotros apreciamos que el presidente Oba­ma se haya pronunciado a favor de la eliminación de esta política, y que continúe adoptando medidas ejecutivas que permitan su desmantelamiento.

Le he confirmado al secretario Kerry que nuestro gobierno tiene la voluntad plena de normalizar las relaciones con Estados Uni­dos, sobre bases de respeto e igualdad, sin menoscabo a la independencia y soberanía de Cuba y sin injerencia en nuestros asuntos internos, como establecen los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Uni­das, el Derecho Internacional y los principios que, Kerry, nuestra Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) se ha dado a través de la Proclama de la Amé­rica Latina y el Caribe como Zona de Paz, firmada por todos los presidentes y jefes de gobierno hace un par de años aquí en La Habana.

Lo más importante es que yo estoy convencido  de que a pesar de las diferencias entre nuestros gobiernos, las cuales, obviamente, no van a desaparecer, es posible construir relaciones civilizadas, respetuosas, productivas que, en mi opinión, serán seguramente distintas en su naturaleza a todas las de nuestra historia anterior, de forma que puedan nu­trirse, puedan alimentarse de los lazos históricos, culturales y humanos existentes entre nuestros pueblos.

Siento que tenemos la oportunidad de ampliar nuestra cooperación en disímiles áreas de interés y beneficio mutuo. Con­tamos para ello con el respaldo de nuestros pueblos y de los países de la región, y de la comunidad internacional.

Cuba siempre ha estado abierta a los contactos y los intercambios con todo el mundo y en este espíritu damos la bienvenida a los ciudadanos estadounidenses que quieren co­nocer la realidad cubana y relacionarse con nuestro pueblo. Podrían conocer este hotel que ustedes y nosotros hemos estado admirando en estos días, su bella vista al malecón habanero, al Castillo de los Tres Re­yes del Morro, el bello paisaje del mar azul, que hoy estaba, precisamente, de fondo en la ceremonia de reapertura de la embajada de Estados Unidos.

Y damos también la bienvenida a las em­presas estadounidenses que quieren aprovechar las oportunidades que nuestra Cuba ofrece.
Señor Secretario tiene usted la palabra.

John Kerry.-Bueno, muchas gracias, Bru­no, muchas gracias, señor ministro, y muy buenas tardes tengan todos ustedes.

Yo creo que estaba escuchando no solamente al Ministro de Asuntos Exteriores, pero también al Ministro de Comercio, de Tu­rismo (Risas), y obviamente, me encanta estar aquí en La Habana, y les pido una disculpa puesto que se nos hizo algo tarde.  Se trata este de un hotel histórico y tomé un momento para ver las salas aledañas que contienen las fotografías de un número ex­traordinario de líderes, de personajes famosos en las artes, en el cine, que han venido a Cuba en muchas décadas. Es una gran historia en sí.

Como todo el mundo sabe se trata de un momento histórico. Hoy es un día histórico aquí en La Habana. Por fin después de más de 54 años Estados Unidos y Cuba han restablecido relaciones diplomáticas. Como mencioné en el día de hoy, tengo el privilegio de ser el primer Secretario de Estado que viene a Cuba desde 1945. Creo que la reunión que acabamos de tener el señor ministro y yo subyace a este momento histórico por el hecho de que fue sumamente cooperativo y constructivo, y creo que ambos he­mos estado obrando en un espíritu de concepción de las posibilidades que surgen de esta jornada de hoy.

El restablecimiento de relaciones diplomáticas y la reapertura de nuestras embajadas constituyen pasos de importancia crítica en el largo proceso de una normalización plena de nuestras relaciones bilaterales. Y escucharon al ministro decirles con ciertos detalles cómo esperamos poder aprovechar al máximo el día de hoy para poder desplazarnos plenamente hacia una normalización plena.

El ministro dijo que esta normalización dependerá, desde luego, del levantamiento del embargo y otros elementos. Esta administración y el presidente Obama ya abogan por el levantamiento del embargo. Nosotros creemos que sea algo importante. Cuando fuimos a la normalización con Viet Nam uno de los primeros pasos fue el levantamiento del embargo que emprendió el presidente W. Bush antes del presidente Clinton. Entonces esperemos que durante los próximos días podamos crear una hoja de ruta con la cual vamos a tomar los pasos necesarios para llegar al nivel subsiguiente. Estoy convencido de que los pasos de los cuales hablamos el día de hoy ayudarán a avanzar y nos ayudarán a progresar en esta relación.

Ante todo, el reanudamiento de las actividades en nuestra embajada permitirá al gobierno de Estados Unidos tener contacto con el gobierno cubano puntualmente, con regularidad. De hecho, hoy ya dijimos estar de acuerdo sobre los próximos pasos. Bruno acaba de anunciar la creación de este comité bilateral, un mecanismo que utilizaremos pa­ra poder cerciorarnos de que haya un pa­saje, un camino diplomático que seguiremos. Lo que queremos hacer es reunirnos casi inmediatamente en la primera o segunda semana de septiembre, una delegación vendrá y comenzaremos el proceso de ir elaborando y resolviendo una serie de temas.

También confío que el día de hoy va a ser el inicio de una oportunidad para los diplomáticos cubanos en Washington D.C., los diplomáticos norteamericanos en La Habana de poder tener mayor contacto con los pueblos que constituyen nuestros países, y que los diplomáticos norteamericanos y cubanos podrán compartir sus opiniones, conocer a ciudadanos de todos los ámbitos de la sociedad en la nación donde están acreditados. Y esto tiene pleno sentido; pero no hay nadie que crea más en la validez de sus ideas y deba, sin embargo, temer a las ideas de otros pueblos.

Quiero que quede claro, y creo que lo dije en el día de hoy, que la normalización de las relaciones no es un favor que esté haciéndole un país a otro, es algo que nosotros desempeñamos juntos, porque ambos ciudadanos, ambos pueblos hemos determinado que podemos beneficiarnos de la relación como personas y del contacto de pueblo a pueblo, que aumenta. Nosotros creemos que la normalización contribuirá a dar un mayor empoderamiento a nuestros pueblos, ayudando a la población cubana para que pueda ser parte de la economía global, que pueda tener mayor comercio, moverse, viajar, mejorar su vida, y, por lo tanto, mejorar su vida en términos generales. También ayudará a los ciudadanos de Estados Unidos, incluyendo a los estudiantes, al sector privado para que puedan aprender más de este país, para establecer conexiones, amistades que durarán, esperamos, una vida.
Estados Unidos y Cuba en el día de hoy en nuestra reunión, ambos dijeron estar de acuerdo en la determinación de mirar hacia adelante, hacia esa resolución compartida que nos llevó a abrir nuestras embajadas, es la resolución y es la determinación que nos llevará a la normalización.

El Ministro y yo —repetiré algunas de las cosas que dijo él también— hablamos de algunas cosas que nos inquietan.  Hablamos de los derechos humanos, habló de ellos con cierto detenimiento; la seguridad marítima, el tráfico de drogas, la trata de personas, etcétera. Hemos acordado establecer este mecanismo para no simplemente hablar de la relación, sino que es para empezar realmente a tomar los pasos necesarios para ver que la relación vaya madurando. Estaremos viendo nuestro programa común, hablaremos de una serie de temas, más allá de los que he mencionado: la aviación civil, uno de ellos; un reclamo, la compensación de ambas partes, por cierto, no solo de un lado, y son cosas que tenemos que ver, tenemos que examinar, debemos establecer un proceso. El camino hacia la normalización plena no siempre va a ser fácil, ambos lo comprendemos, pero confío que el establecimiento de embajadas hará que sea fácil para que nuestros diplomáticos puedan trabajar en cuanto a estos temas difíciles. No cabe duda en mi mente de que vamos a llegar a un entendimiento recíproco.

La normalización entre Estados Unidos y Cuba eliminará una fuente de irritación y división en el hemisferio. Cuando estuvimos en Panamá, les tengo que decir cuántos países llegaron, después del anuncio del Presidente, y dijeron que estaban tan contentos porque por fin Estados Unidos y Cuba iban a renovar su relación, porque todos ellos querían alentar y nos apoyaban en ese camino. Así que esto es algo que nos importa a nivel hemisférico por el hecho de que los países que van desde Chile a Canadá, todos, podrán avanzar en sus programas comunes para sus ciudadanos. Este es un programa que levantará a la gente de la pobreza, salvaguardando lo que es la salud, luchando contra el crimen y creando seguridad energética sostenible, promoviendo derechos humanos y equipando a nuestros jóvenes con los co­nocimientos y las destrezas necesarias en el mundo moderno para poder alcanzar el éxito, vivir vidas plenas y construir sus co­modidades y aspiraciones.

En el día de hoy con nuestra ceremonia en la embajada estamos tomando una dirección importante, es un paso importante, y tenemos la determinación de seguir adelante con la fe en cuanto a los pueblos de ambos países hacia una era nueva y emocionante para todos.

Muchas gracias, Bruno, por su cálida bienvenida, es un placer poder estar de nuevo en La Habana. Yo he visto la belleza de esta ciudad, y el hecho de haber podido hacerlo de nuevo, les puedo decir que este va a ser uno de los sitios de mayor turismo, la gente va a querer venir a este país, y, en mi opinión, entre más pronto podamos llegar a la normalización, mejor será.

Muchas gracias.

Moderador.- La primera pregunta es de Reuters.

Periodista (Reuters).- Muchas gracias.

Señor Secretario, ¿esta administración considera otros pasos administrativos para que haya mayor normalización? ¿Tienen ustedes la preocupación de que no puedan moverse rápidamente para llegar a la normalización, que el siguiente Presidente de Estados Unidos pueda deshacer todo lo que han construido ustedes? ¿Hay alguna inquietud por parte de Cuba de que entre más tarde sea este proceso, pues más peligroso podía ser, ya que Estados Unidos el año próximo pasará a una nueva atmósfera política?

John Kerry.- Quiero responder. En el día de hoy dijimos que estaríamos viendo algunos de los pasos que podríamos tomar y vamos a evaluar, sin duda alguna, todas las posibilidades en el marco de un proceso recíproco y mutuo.

Como dije en mis comentarios durante la ceremonia en la embajada, el embargo es un camino de doble vía, así que durante las conversaciones que tuve en el día de hoy yo me vi muy alentado, porque vamos a poder realizar progresos con respecto a una serie de problemas, como son: el tráfico de seres humanos, los intercambios, con respecto a la aplicación de la ley, los reclamos, las compensaciones, los temas de salud, la aviación civil, la seguridad marítima. Hay toda una gama de temas donde simplemente un recorrido de sentido común puede proporcionar una serie de opciones sobre las cuales trabajar si lo hacemos eficazmente.

No me imagino que otro presidente demócrata o republicano tire todo a la basura, yo no creo y simplemente no lo veo. Creo que la gente entiende que en 54 años tuvimos una política que nos estaba aislando, no estaba cambiando al mundo, y creo que lo que debemos hacer es reconocer esa realidad, como lo dijo el presidente Obama cuando dio el anuncio. Cuando nos damos cuenta que estamos excavando un hoyo y nos estamos metiendo, hay que dejar de excavar y luego hay que salir del hoyo, y es lo que estamos haciendo. Creo que sea un paso importante y confío en que podremos realizar adelantos.

No queremos definir en exceso ese proceso, todos entendemos que va a haber pequeños obstáculos, habrá diferencias, porque las hay; sin embargo, hemos aprendido, a lo largo de muchas décadas de tratar con personas con las cuales tenemos diferencias, que hay maneras de encontrar un camino hacia adelante para encontrar beneficios y ventajas para ambos países y ciudadanos. Confío en que lo podremos hacer aquí también.

Moderador.-La segunda pregunta es para Andrea Rodríguez, de la AP.

Andrea Rodríguez (AP).-Buenas tardes, Ministro.

Señores, hemos tenido en estos días dos bonitas ceremonias y también hemos escuchado los reclamos de parte y parte. Sin ir más lejos, el secretario Kerry hoy mencionó el tema de que esperaba para Cuba una genuina democracia.

Quisiera que me comentara usted qué opina al respecto, y en esta dirección, si ese tema entraría como parte de esas comisiones y cuáles son las expectativas a futuro de esa comisión que ambos funcionarios han mencionado que van a crear. Gracias.

Bruno Rodríguez.- Yo siento que debemos trabajar activamente para construir confianza mutua, para desarrollar contactos en las áreas donde tenemos visiones cercanas o que pueden ser aproximadas, y al mismo tiempo conversar, discutir de manera respetuosa, sobre nuestras diferencias respectivas.
En algunas áreas es cierto que las diferencias son profundas; sin embargo, puedo decir que algunos de estos temas son de intenso debate internacional. Por ejemplo, algunos modelos políticos electorales de países industrializados que parecía que podían ser un modelo único, han entrado en una gravísima crisis, incluso en Europa.

Los Estados tienen la necesidad de de-sarrollar sus vínculos en apego al derecho internacional con pueblos que han decidido, en ejercicio de su autodeterminación, su destino nacional, de acuerdo con su propia cultura, con su nivel de desarrollo.

Yo me siento muy cómodo con la democracia cubana que a su vez tiene cosas perfectibles, tal como trabajamos hoy activamente a partir de los procesos relacionados con la actualización de nuestro modelo económico y social socialista.

Puedo decir que es un tema en el que estamos dispuestos a conversar sobre bases absolutamente recíprocas y de igualdad so­berana, en el que nosotros también tenemos mucho que decir, preocupaciones que compartir; intentos de incrementar la cooperación internacional para resolver problemas relacionados con el ámbito de los derechos políticos y las libertades  civiles que, en nuestra opinión, tienen que ser aseguradas de la misma manera que el derecho a la alimentación, el derecho a la igualdad de género, el derecho a la vida, el derecho a la educación y la salud.  De manera que siento que sobre este tema tenemos la disposición para conversar. De hecho ya iniciamos un diálogo en esta materia que espero que continúe en el futuro.
Mini Whitefield (Miami Herald).- Secretario Kerry, el Departamento de Estado ha dicho que no prevé cambios en la Ley de Ajuste Cubano, también dice que apoya una migración segura y organizada, ¿cómo se reconcilia todo eso con la migración de un país al otro?

Y, ministro Rodríguez, ¿cree usted que esa Ley de Ajuste y del acta de ida y vuelta, puedan ser temas en charlas futuras con Estados Unidos?

Y, segundo, ministro Rodríguez, ¿apoya Cuba el concepto de compensación a las propiedades estadounidenses expropiadas?

John Kerry.- Quiero decir muy rápidamente que la política de Estados Unidos es la de apoyar una migración segura, legal, organizada de Cuba a Estados Unidos, la apoyamos, y apoyamos la instrumentación de los acuerdos de migración con Cuba y actualmente no tenemos ningún plan de alterar las políticas de migración, incluyendo la Ley de Ajuste y no tenemos intenciones de cambiar la política en este ámbito.

O sea, podemos sentarnos con nuestros homólogos y utilizar este comité, como lo ha descrito usted, para examinar cualquier cosa; escucharemos atentamente y trabajaremos sobre aquellas cosas que ayudarán a hacer progresar las relaciones para el bienestar de ambos ciudadanos.

Bruno Rodríguez.- El tema migratorio es de una gran complejidad en las circunstancias actuales.

Es conocida la dramática situación de oleadas migratorias que huyen de la pobreza y de las consecuencias de conflictos militares, de guerras lanzadas, afortunadamente no en la región de América Latina y el Caribe, donde no se presentan situaciones graves, desde el punto de vista de conflictos entre Estados o incluso internos.

Pero aún en nuestra región tenemos muy serias preocupaciones con los procesos migratorios que ocurren desde países, por ejemplo del área de Centroamérica, que afectan a cientos de miles de niños pequeños, o incluso desde otros países vecinos de Estados Unidos.

Las relaciones migratorias entre Estados Unidos y Cuba que vienen desde muy temprano, desde el siglo XIX, incluso antes, no debieran ser politizadas, debieran ser totalmente normales. Coincidimos en alentar la migración segura y ordenada entre ambos países; coincidimos también en la apreciación de los peligros, de los riesgos y la necesidad de establecer cooperación internacional y bilateral contra el tráfico, la trata de personas y otras figuras relacionadas con el crimen in­ternacional organizado.

Consideramos que los acuerdos migratorios en vigor entre Estados Unidos y Cuba han de ser cumplidos escrupulosamente, que cualquier política o cualquier acción prác­tica que no responda al lenguaje y al espíritu de los acuerdos, debe ser abolido.

Puedo reiterar la disposición de nuestro país a continuar desarrollando conversaciones en este ámbito, en el ámbito migratorio y en general en lo relacionado con los flujos de personas que consideramos que es un derecho humano que los migrantes deben ser tratados con estricto apego a todos sus derechos, de una manera humanitaria, culta y al mismo tiempo considero que los cubanos, que pueden viajar con toda libertad, emigrar, etcétera, les encantaría también recibir en nuestro país a los turistas, a los viajeros de Estados Unidos, de manera que puedan intensificarse los contactos, los vínculos entre ambos pueblos.

Consideramos que la libertad del derecho de viajar es un derecho humano también fundamental.

Moderador.-Doy una última palabra al periodista Sergio Gómez, del periódico Granma.

Sergio Gómez (Granma).-Mi primera pregunta es para el secretario Kerry. Usted habló de una hoja de ruta que será definida por los dos países, pero quisiera saber si la administración Obama tiene la voluntad para continuar avanzando en temas sustanciales de la relación bilateral, como la devolución de la Base Naval de Guantánamo, el fin de las tras­misiones ilegales de radio y televisión, el fin del financiamiento a los programas de cambio de regímenes o programas subversivos aquí en Cuba, y en el campo del bloqueo, aunque sabemos que es potestad del Congreso, si el presidente Obama utilizará sus poderes ejecutivos para continuar cambiando la actuación y la implementación de esa política para vaciarla de su contenido.

En segundo lugar, al ministro Bruno: Amé­rica Latina vive un momento trascendental en su historia, usted mencionó la declaración de América Latina como Zona de Paz, a una búsqueda de la unidad dentro de la diversidad. ¿Cómo se inserta este proceso entre Cu­ba y Estados Unidos en esa realidad y cómo podría contribuir a las aspiraciones que tiene América Latina hoy?

John Kerry.-Como lo hemos dicho con anterioridad ambos, seguirá habiendo temas sobre los cuales estaremos en desacuerdo o quizá sean temas no maduros a nivel de la transición o de la transformación.

En este momento estamos cumpliendo un gran paso hacia adelante, es un programa grande el movimiento hacia la normalización, y Bruno lo reiteró, o sea que hay ciertas expectativas de Cuba con respecto al significado de esto, y esto, desde luego, requiere el que nos enfrentemos a ciertos temas. Esto no se va a poder hacer de un día para otro o dentro de un mes; vamos a tener, poco a poco, que ir enfrentándonos a algunas de las cosas menos provocativas, menos complicadas y más alcanzables.

Entonces nos queda muy claro en esta hoja de ruta que nosotros vamos a empezar a hacer las cosas en aquellos temas donde podemos progresar a nuestro entender. No significa que los otros temas no van a ser discutidos, cuando no haya ningún plan de cambiar la relación con Guantánamo, la si­tuación con Guantánamo, pero en este mo­mento no existe ese plan, no lo vamos a hacer; pero a medida que sigamos adelante sobre este camino y cambie la relación, quién sabe qué temas con el tiempo van a poder ser planteados, no lo sé. Eso no está en la mesa en este momento, pero el Pre­sidente claramente está moviéndose para levantar el embargo y esa sería una transformación enorme, y creo que eso sería de interés para Cuba, enormemente, y creo que Cu­ba quiere ver que esto pase.

Entonces, tenemos un mundo de posibilidades con las cuales podemos tratar, sin preocuparnos excesivamente de las cosas más complicadas y difíciles; vayamos paulatinamente, hagamos las cosas de una manera estratégica, construyamos confianza, alcancemos algunos elementos, vamos a ver qué tal van adelante las cosas y esperamos poder fijar los cimientos para que la gente vea que tiene sentido levantar el embargo.  Creo que ese es uno de los objetivos que compartimos, y el hecho de alcanzar esa meta va a significar que tenemos ambos que tener éxi­to en producir progresos en cuanto a la hoja de ruta misma.

Bruno Rodríguez.-Las leyes cubanas prevén la compensación a los propietarios na­cionalizados en los años sesenta y todos los propietarios fueron compensados en su mo­mento, con excepción de los ciudadanos norteamericanos debido a las circunstancias que surgieron entonces en las relaciones bilaterales.

Puedo reiterar que las leyes cubanas prevén esas compensaciones, que necesariamente deberán entrar en un proceso mutuo de negociación que tome en cuenta las compensaciones falladas por tribunales cubanos relacionadas con los enormes daños humanos y económicos resultado de los mismos asuntos que impidieron realizar las compensaciones en su momento.

A mí me parece que para la América La­tina y el Caribe cualquier avance en la relación bilateral entre Estados Unidos y Cuba será beneficioso para los intereses mutuos, tanto para nuestra América como para los intereses nacionales, los intereses de las ciudadanas y ciudadanos estadounidenses, este proceso será sin lugar a dudas beneficioso. Me parece que abrirá oportunidades incluso pa­ra el desarrollo de mejores y más profundas relaciones, acciones de cooperación, mayores vínculos en todos los ámbitos entre Es­tados Unidos y América Latina y el Caribe, con­tribuirá a resolver uno de los mayores problemas en el hemisferio occidental y creará las condiciones para incrementar la cooperación hemisférica en ámbitos tan importantes como el de la prevención de enfermedades transmisibles u otros, en lo cual ha ha­bido ya algunas experiencias iniciales.

Yo siento que la América Latina y el Caribe consideran una reivindicación regional el regreso de Cuba a las cumbres de las Amé­ricas y los cambios que el presidente Obama ha anunciado en la política de Estados Unidos contra Cuba.

Recuerdo, igual que el señor Secretario de Estado Kerry, los planteamientos de nuestra región en la pasada Cumbre de las Américas, en Panamá, reconociendo este hecho, expresando reconocimiento a los gobiernos de Es­tados Unidos y Cuba por los pasos dados has­ta este momento y una gran esperanza de que puedan resolverse los hechos reales, sustanciales que permitan avanzar hacia la normalización de relaciones entre ambos Estados.

Quiero agradecer la presencia del señor Secretario de Estado, reiterarle nuestra bienvenida a La Habana y nuestra satisfacción por­que ambas embajadas hayan sido reabiertas y se hayan creado condiciones para tratar los temas fundamentales por el bienestar de ambos pueblos y países.

Y a ustedes quiero agradecerles mucho su presencia en Cuba y su presencia en esta sala.

Muchas gracias (Aplausos).


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