Portuarios, ¿el tumbador de gigantes?

Cuando se dé el play ball este sábado en el parque Mártires de Barbados comezará uno de lo duelos menos augurados para la final de la primera Liga Élite del Béisbol Cubano (LEBC), pero Portuarios se ganó el derecho a retar al más completo con un juego que marcó la diferencia en el campeonato.

Al mentor Michel González habrá que premiarle siempre la estrategia para articular un equipo competitivo con más hambre de jugar bien y confirmarlo con resultados,  que de nombres ilustres.

Y esa capacidad de integrar con sinergia, más que de sumar peloteros de dos provincias que parecía irreconciliables cómo Habana y Mayabeque, ha sido una de las más gratas noticias de la liga, tan gris en otros aspectos.

Si hoy la expectativa es mayor para el duelo por el oro se debe a la loable actuación de los estibadores, en condiciones sicológicas y estado de forma óptimos para batirse con el Agricultores que lideró la etapa regular y barrió a Tabacaleros en el otro cruce.

Se vaticina un buen duelo sabatino entre el joven José Ignacio Bermúdez, el mejor PCL de la fase preliminar (1,02), y César García, invicto en la LEBC en cinco decisiones. Ambos con una apertura de calidad en la semifinal.

Bermúdez anda inspirado con su trabajo en la justa y se sabe respaldado por un equipo que sabe construir carreras y define bien e los juegos chiquitos. La victoria en la serie ante Centrales por 4-2 ha puesto en las nubes las pretensiones de Michael González y sus muchachos, que ahora no piensan en otra cosa que completar un resultado espectacular con el cual aterrizar en febrero en Caracas, sede de la próxima Serie del Caribe.

Lo protagonizado por los estibadores ante Centrales merece todos los elogios posibles, desde sensacional hasta contundente. Este miércoles, en el sexto y último duelo entre ambos, remontaron una pizarra de 1-8 en un solo inning.

Fue la segunda remontada de Portuarios durante la postemporada. En el segundo partido arrancaron 0-4 debajo y le dieron un volteo contundente al encuentro que terminó por la vía rápida.

Ni en los dos juegos en que cayeron, los estibadores entregaron nada. Jugaron fuerte siempre, con el equipo por encima de todo. Nada era más importante que el resultado colectivo y con esa divisa consiguieron dejar en el camino a una banda que para muchos, y me incluyo, era la más completa de los cuatro clasificados.

Pero los nombres no hacen la historia en el béisbol: son los hombres, y confiando en ellos y en las herramientas de cada uno, bien aprovechadas por Michael, Portuarios se convirtió en el eléctrico de la liga.

Se podría hablar de números, pero en ese equipo casi todo el mundo tuvo su protagonismo. Yasniel González con sus dos palos de vuelta entera, soberbios, enormes; Oscar Valdés, oportuno al abre y seguro con la mascota; Dennis Laza, que se ha sobrepuesto a la noticia de no ser incluido en la bolsa de 50 para el Clásico Mundial, y decidió el único extrainning efectuado.

Yadián Martínez, José Bermúdez y Raymond Figueredo con sus aperturas de calidad; Marcos Ortega, muy efectivo en la contención de un juego; Andy Vargas y Marlon Vega de taponeros.

Pero no son los únicos, hubo buenos fildeos de Roberto Acevedo, Rangel Ramos… y así cada uno tuvo la oportunidad de moldear el triunfo, porque el manager aplica su máxima de que todo el mundo cuenta.

Portuarios le robó la iniciativa a Centrales, dígase, sin miedos, que impunemente. Así como los chiquitos le entran con todo a los grandes y los doblegan con una secuencia de ganchos en el estómago.

Inspirados como están son un dolor de cabeza para cualquier rival. Ya dejaron tendidos a Centrales, y van por Agricultores, en un playoff que debe extenderse a seis o siete juegos.

Se enfrentarán los desbordados muchachos de Michael González, con el elenco más estable en la justa, compacto en su tanda ofensiva. Tienen de proa a Yunieski Larduet, hábil para embasarse, y en el medio cuentan con los hermanos Alarcón, Guillermo Avilés, Rafael Viñales y compañía, quienes lucieron muy bien ante el picheo de Tabacaleros.

Si bien su picheo no descuella por nombres, todos sus abridores firmaron aperturas de calidad en la semifinal, encabezados por César García, invicto entre la fase regular y postemporada, y el bullpen descansa en Joel Mojena, Carlos Santana y Alberto Pablo Civil, líder en juegos ganados en la temporada (7) y segundo en salvados (8).

La clave para los dirigidos por Carlos Martí está en poder controlar el desborde emocional de sus rivales, cuyo actual momento de éxtasis los lleva a jugar lineal, con el mismo comportamiento encima y debajo en la pizarra.

Igualmente chocarán dos estilos de dirección muy dispares: Michael inquieto, todo el tiempo caminando, indicando, pendiente de los detalles más mínimos; Carlos sosegado, siempre sentado, ecuánime, llevando la procesión por dentro.

Veremos los rumbos de una final que, seamos honestos, nadie vaticinó antes de empezar la liga y era la apuesta de muy pocos cuando quedaban cuatro equipos.

Si me piden un pronóstico: Agricultores, pero…