Hace unos días se me cumplió un fuerte deseo periodístico. Y tiene que ver con la proeza, digna de una buena película, en la cual se encuentra el espectacular luchador cubano Mijaín López.
Lo voy a recordar muy rápido. Sí, quiere ir a los Juegos Olímpicos de París 2024 (del 26 de julio al 11 de agosto) en busca de lo que nadie ha logrado en deportes individuales: una quinta medalla de oro, en una misma prueba, en igual número de ediciones consecutivas.
Ello me lleva a otro recordatorio: solo seis deportistas han reinado cuatro veces en la misma prueba en juegos consecutivos bajo los cinco aros: el nadador estadounidense Michael Phelps; sus compatriotas de atletismo Carl Lewis y Al Oerter; el velista danés Paul Elvstrom; la luchadora japonesa Icho Kaori y Mijaín.
Ahora voy a explicar el “fuerte deseo periodístico” que se me cumplió: tener un breve contacto a solas con la persona más calificada para hacerle la primera de varias preguntas, la cual le hice con una mano al hombro: el muy laureado y reconocido entrenador Raúl Trujillo…
–¿No hay demasiado optimismo en que Mijaín gané una quinta medalla de oro en los Juegos Olímpicos de París?
–Pienso que no. Él ha estado entrenando. A veces se me escapa los fines de semana. Pero sí. En tres meses yo lo pongo en forma óptima. Empezando el año vamos a estar en una base en el exterior, y así va a ser casi todo el tiempo hasta París.
“Lo tratamos de preservar, que esté lo mejor posible: por eso fue que no lo quise tirar en los Juegos Panamericanos de Santiago 2023. Los ganaba, pero no…”, agregó el jefe técnico de las luchas cubanas en general, y del estilo grecorromano.
“Y eso dejando a un lado que tiene preocupaciones adicionales: le están construyendo una casa, un problema que puede sorprender no esté resuelto”.
¿Qué dijo Mijaín?
Es la primera vez que escribo sobre cuando “se me cumplió un fuerte deseo periodístico” (el del encuentro a solas con Trujillo), porque estaba esperando dejarlo descansar y unirlo a un segundo eslabón poderoso: ¡Y ese eslabón llegó hace unas horas!
Son unas interesantes declaraciones que nuestro súper campeón (división de los 130 kilogramos del estilo grecorromano), estando en una base de entrenamiento en Croacia, realizó al sistema de prensa de Panam Sports.
“Estoy muy contento con este inicio de año. Como decimos en Cuba, empezó muy cálido. Luego de un gran descanso, mi cuerpo está muy bien, estoy con muchas ganas, motivado y decidido a ir a París a ganar mi quinta medalla de oro”.
Luego, tocado el punto de los otros cinco que han ganado en cuatro ediciones (Phelps, Lewis, Al Oerter; Elvstrom, Kaori), respondió con esa confianza que también tanto lo ha impulsado.
“Ése es mi gran objetivo, ser el mejor. París 2024 será algo histórico, inusual, un gran desafío que quiero cumplir. Espero que mucha gente vaya a la competencia y me acompañe a lograr este gran hito del deporte mundial. Quiero que todos disfrutemos y podamos celebrar una nueva medalla dorada para Cuba y para mí”.
Y entonces ratificó algo tan esperado como lógico:
“Ya está decidido. Me retiro después de París. Ya son muchos años dedicándome al deporte. Es tiempo para estar y disfrutar a mi familia y mis hijos, y poder ayudar a las nuevas generaciones cubanas de la lucha a seguir el mismo camino y apoyo que tuve yo en mi carrera deportiva”, ratificó.
“La verdad es que quiero ayudar y transmitir toda mi experiencia y conocimientos a los más jóvenes. Tengo que reconocer que no me gustaría ser entrenador. Prefiero ser dirigente y ayudar desde esa tribuna al desarrollo deportivo de mi país y mi gente”, agregó.
Respondo
Vuelvo ahora a la pregunta del título:
¿Es Mijaín López invencible?
Nadie lo es. Pero la verdad es que sí ha sido imbatible en los últimos cuatro Juegos Olímpicos (Beijing 2008-Londres 2012- Río 2016-Tokio 2020), en lo que se pudiera llamar “la hora cero” de cada ciclo deportivo (compuesto por cuatro años).
Vayamos ahora a rememorar la segunda “hora cero” del deporte: los Campeonatos Mundiales. Mijaín perdió en los de Guangzhou 2006 con el ruso Khassan Baroev, ya retirado, antes campeón de los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 (en los cuales Mijaín no era todavía Mijaín). Pero se desquitó en grande en las finales de los de Bakú 2007, y, lo que es mucho más importante, en la de los Juegos Olímpicos de Beijing 2008.
“Baroev ha sido mi rival más difícil, no el turco Kayaalp”, me dijo hace años Mijaín.
Y hay más: cuando ocho años después se realizaron nuevos análisis a las muestras recogidas en Beijing 2008 se descubrió que Baroev había estaba dopado, de lo cual escribimos enseguida aquí en Cubahora, el 21 de noviembre de 2016, en el comentario “El maniquí estaba dopado”.
“Soy su papá”
En mundiales Mijaín, además de aquel revés ya mencionado contra Khassan Baroev, ha perdido dos veces con Riza Kayaalp, a quien entre nosotros, teniendo en cuenta su nacionalidad, mencionamos como “el turco”.
Esos dos traspiés ocurrieron en los mundiales Estambul 2011 y Las Vegas 2015. Pero las esperanzas “del turco” ya cerca de la hora cero se fueron a bolina: nuestro compatriota volvió a ser invencible a continuación un año después en Juegos Olímpicos: Londres 2012 y Río 2016.
En los últimos tiempos Mijaín López no se ha presentado en los Campeonatos Mundiales, por razones estratégicas, para alargarle su carrera, pensando en los Juegos Olímpicos, incluido no estarlo haciendo bajar de peso, pero su paso anterior por ellos resultó muy exitoso: cinco medallas de oro y tres de plata.
Se le vio en el punto más alto del podio en Budapest 2005, Bakú 2007, Herning 2009, San Petersburgo 2010 y Taskent 2014. También finalizó, como ya escribimos antes, con las de plata en Guangzhou 2006, Estambul 2011 y Las Vegas 2015.
Una vez retirado Baroev, con su salida por la puerta de atrás, Kayaalp turco ha sido un estímulo para nuestro compatriota. Cuando Mijaín le ganó en semifinales de los Juegos Olímpicos de Tokio llegó muy feliz ante los periodistas: “¡Donde yo esté, él no gana!”. Y en los de Río 2016 le dio un beso en la frente: “Para que sepa que yo soy su papá”, dijo marcando territorio.
Mijaín López nació el 20 de agosto de 1982, en Herradura, provincia de Pinar del Río, lo cual quiere decir que competirá en los Juegos Olímpicos de París a muy pocos días de cumplir 42 años de edad (se le atribuye una edad biológica menor).
Y también es verdad que nuestro colectivo técnico, y el propio Mijaín López, su mayor conocedor, estudiaron sin apuro alguno, durante muchos meses, si se enredaba en esta aventura olímpica, de la cual quiero repetir es “digna de una buena película”.
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