Dánel, el nombre de la leyenda

Dánel Castro, a sus 47 años y 29 temporadas a cuestas, sigue siendo un hombre muy peligroso madero en mano en la pelota cubana. Tres veces lo habían dominado en el juego, dos con ponche, y en par de ellas dejando corredores en segunda y tercera.

Sin embargo, la vida le regaló una cuarta oportunidad al hombre que más veces ha empujado empate o ventaja en los campeonatos cubanos. Y el viejo-muchacho, presionado por su mismo equipo que ejecutó la que pudo clasificar como una de las peores jugadas del playoff, sacudió el jit remolcador de ambas cosas: empate y ventaja.

Había varias opciones después que el alto mando de los tuneros tocara con el segundo bate para jugársela con Dánel y dos outs.

Pudo ripostar el mentor de Industriales caminándolo para trabajar a Yosvani Alarcón, el tercero que más veces impulsó empate o ventaja en la temporada regular (22), pero menos paciente en el home plate, con muchos swings a picheos en zona mala.

O también pudo indicarle a su pícher Frank Herrera que le tirara rectas a Dánel. A su edad y en las postrimerías del partido era más probable dominarlo con ese envío que no con el rompimiento.

Al final, sobrevino el imparable, y Dánel volvió a protagonizar la mejor escena de la película. Lo alzaron en brazos y seguramente buscaron imaginariamente el lugar dónde le harán el monumento que se merece este entregado jugador al béisbol tunero y cubano, el líder histórico en jits.

En el rejuego táctico ganó el veterano, que empujó la bola para donde no había ni por asomo mano enguantada para voltear el marcador en un estadio-manicomio que lo venera como el ídolo que es.

Fue esa jugada el clímax del segundo partido de la final que ahora tiene a Las Tunas a medio camino hacia su segunda corona de por vida, tras habérsela ceñido en 2019.

Dánel empujó las carreras tres y cuatro, puso en manos del relevista Kenier Ferraz una oportunidad que no desaprovechó para ganar su quinto juego en la postemporada, a uno del récord impuesto por el pinareño Yosvani Torres en la serie 50.

Del último inning se encargó el matador Alberto Pablo Civil, quien sumó su cuarto rescate desde que comenzaron los playoff del actual campeonato e igualó la marca de José Ángel García, Yulexis Ulacia y Yoalkis Cruz.

Entre las muchas expectativas existentes para las próximas jornadas figura la posibilidad de romper el récord de más salvamentos individual y colectivo. Alberto Pablo quiere ser protagonista y con su marca Las Tunas pasaría a la historia como el primer equipo con siete tapones en una misma postemporada.

Los dos juegos iniciales confirmaron que los Leñadores están en estado de gracia. No por gusto dominaron la fase preliminar y llegaron a la final economizando cuatro desafíos.

Manejan con precisión quirúrgica el picheo y su bateo ha remolcado menos de las que debiera, pero ha sido oportuno. Su principal problema está en el corrido entre bases, entregando carreras casi hechas.

En el parque Julio Antonio Mella se han vuelto invulnerables. Suman 20 éxitos en 21 juegos y llevan de 7-7 en playoff.

A su favor también está la historia: de las 93 series que empezaron 2-0, solo en diez ha habido remontada. No son imposibles, pero sí las menos. Y ellos lo saben.

El jueves se reanuda la final en el Latino. Serán cuando menos dos partidos. Seguro que a gradas llenas, pues los Leones han probado que ellos resurgen de entre las cenizas y quien los dé por muertos antes de tiempo, muere.