Con Santiago de Cuba como líder en solitario (10-3), comienzan hoy las sextas subseries de la temporada cubana de béisbol, que dejó una sola limpieza (Matanzas sobre Holguín) en el pareo entre semana, aunque par de juegos de ese mismo duelo necesitaron entradas extras para decidirse.
Las Avispas han tenido muy buen arranque, son los únicos con una decena de éxitos, y en ese resultado ha influido mucho el lanzador Luis Fonseca García, quien ha salvado seis partidos en igual cantidad de oportunidades y encabeza ese ranking en el torneo.
La baja definitiva del matador Yunior Tur, autor de 14 tapones en la campaña pasada y desperdició una sola oportunidad, dejó un hueco grande en el bullpen de los indómitos, pues en nuestro campeonato se confirma la tendencia de que en el último tercio se deciden la mayoría de los juegos.
Pero el mentor Eriberto Rosales ha encontrado en el joven de 19 años Fonseca García un sustituto eficaz para un trabajo tan complejo y necesario. El año pasado este muchacho no tuvo ni un chance de salvar algún partido, según las estadísticas oficiales del Inder, por lo que su actuación ahora merece elogios.
Santiago de Cuba es el conjunto que más oportunidades ha tenido de salvar juegos y está invicto: de 7-7 y su bullpen ha ganado dos partidos y ha perdido uno, trabaja para 4.06 de efectividad, el sexto mejor de la serie y su whip (1.47, nada bueno en otras ligas) es el cuarto en el escalafón.
Su tasa de ponches por bases por bolas (K/BB) es de 1.94, la mejor de todos los cuerpos de relevistas, un indicador de mucho impacto, pues el bullpen suele entrar en situaciones complejas del juego y los ponches son de las jugadas más favorables al equipo a la defensa.
En estos inicios de campeonato, el picheo abridor, como promedio, no alcanza los cinco innings (4.86), y en 202 juegos efectuados, solo ha habido 72 aperturas de calidad, que es de las mejores estadísticas que califican el trabajo de un abridor.
El saldo de victorias y derrotas es desfavorable (67-75), su efectividad es de 4.34 y embasan 1.54 hombres por inning como media, números nada halagüeños y su proporción de K/BB es de apenas 1.05.
Con estos datos basta para confirmar que los mentores han tenido que apelar a su picheo de relevo antes de lo deseado incluso o no con la rotación prevista para el último tramo de los juegos.
El bullpen no exhibe guarismos reconfortantes, aunque han salvado 53 juegos y solo han desperdiciado siete oportunidades y tienen balance de 34 éxitos y 26 fracasos.
Sin embargo, su promedio de carreras limpias es de 5.58 y 1.75 el whip (demasiados corredores ponen en circulación) lo que aumenta las probabilidades de carreras del contrario, en ese dato influye el hecho de que concedan más boletos que ponches (0.91K/BB).
Varios mentores han dicho que su estrategia para determinar los roles de los pícheres ha cambiado, al otorgarles a los más jóvenes las aperturas y dejar a los de más experiencia para la segundad mitad de los juegos.
Así, Armando Ferrer mantiene al zurdo Naykel Cruz en el bullpen de los Cocodrilos, lo cual le ha dado buenos dividendos, pese a que el muchacho trabajó en exceso en la temporada anterior y en esta lo está haciendo más de los que algunos expertos recomiendan.
Naykel acumula 12.2 entradas, más que muchos abridores de otros conjuntos, con dos triunfos y un salvamento, invicto con tres decisiones positivas.
De los tres que van delante en el ordenamiento, Matanzas es el de mejor picheo, sus abridores caminan casi seis entradas, promedian 5.75, tienen 12 salidas de calidad en 12 aperturas con saldo de 5-1 y 2.60 de efectividad.
Su bullpen tiene efectividad de 3.93, ha salvado los tres juegos que ha podido y aporta cuatro triunfos en seis decisiones.
Mayabeque es de los equipos que mejor provecho ha sacado a su picheo de relevo. (Abel Rojas Barallobre)
Mayabeque, por su parte, descansa más en la efectividad de sus relevistas. El director Michael González ha dado más oportunidades de trabajo a los hombres de atrás, quienes le han garantizado cinco victorias y tres tapones, con casi la misma cantidad de entradas que los abridores (47.0/56.1), y mejor efectividad (2.87/4.67).
En el caso de los equipos ocupantes de los dos últimos puestos en la tabla de posiciones, su picheo desnuda su situación:
El bullpen de Holguín es el que más ha trabajado en la joven temporada, e incluso más que la rotación (63.1 inning por 50.2). El hecho de que la efectividad de los relevistas sea de 7.53 confirma que entre el posible remedio y la enfermedad (malas aperturas) no hay mucha diferencia. Los abridores tienen saldo de 2-8, por lo que casi siempre dejan los juegos en desventaja.
La situación de Camagüey es parecida, su bullpen es el cuarto con más entradas acumuladas (50.1) y su promedio de carreras limpias es de 8.40. Imagino los dolores de cabeza de Miguel Borroto cuando tienen que apelar a sus pícheres de atrás con posibilidades reales de ganar un juego.
Aún la campaña está en su primer tercio, pero el comportamiento del picheo se ajusta a los resultados de los equipos, en un campeonato en el que la defensa y el bateo se ajustan a sus indicadores tradiciones.
LO QUE VIENE
De las subseries que arrancan este sábado, sugiero seguir de cerca lo que suceda en el Nelson Fernández entre Pinar del Río y Mayabeque, cuyo saldo histórico es de 26-8 a favor de los Vegueros. También luce muy atractivo el duelo entre Granma (139) y Ciego de Ávila (114) en Bayamo; y aunque estén en polos opuestos en la tabla, siempre es bueno ver sobre el campo a Santiago de Cuba (151) y Camagüey (97).
Los demás pareos los protagonizarán: ART(16)-MTZ(39), IND(166)-CFG(96), IJV(62)-VCL(99), SSP(107)-HOL(110) y LTU(116)-GTM(96).
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