El pasado 24 de noviembre el suizo de origen camerunés Breel Embolo entró en los libros como el primer jugador en la historia de los mundiales en marcarle un gol al equipo que representa a su país de nacimiento.
El delantero nacido en Yaundé hace 25 años no festejó, aunque este tanto representara la victoria 1x0 y un importante paso en las aspiraciones de Suiza de avanzar a octavos.
Tuvieron que transcurrir 22 ediciones y casi cien años para que sucediera este hecho, hasta el momento insólito. Sin embargo, muchos son los jugadores que, como Embolo, en cada cita representan otra bandera.
En la pasada Copa del Mundo, Francia ganó el título con un plantel conformado por 14 jugadores que no nacieron en ese país. Una selección europea colmada de talento africano levantó el trofeo, pero al mismo tiempo suscitó mucho debate y polémica.
Sin embargo, Francia no fue la selección que más “extranjeros” convocó en aquella edición. En la anterior versión, Marruecos se dio cita con 17 jugadores nacidos en otros lares, de 23 que podía inscribir en la plantilla, lo que representa un alarmante 73 por ciento.
Esta vez, el país africano se volvió a colocar al frente de esta estadística. De 26 jugadores que conforman el plantel, Marruecos incluyó en su nómina a 14 que no nacieron dentro de su territorio nacional, para un 53 por ciento. Túnez y Senegal convocaron a 12.
Si bien los “extranjeros” inscritos por Marruecos en Qatar son inferiores en cantidad a los convocados hace cuatro años en Rusia, el número total del evento muestra un notable ascenso.
Esta vez, 137 de los 832 que estarán presentes en la lid representarán a un país en el que no nacieron, lo que representa un 16.4 por ciento, cifra muy superior a los 82 que lo hicieron hace apenas cuatro años, aunque en aquella versión se dieron cita 737 jugadores, para un 11.1 por ciento.
Si en Rusia 2018, uno por cada nueve vistieron la camiseta de otro país, ahora en Medio Oriente, la proporción es UNO por cada SEIS.
Otro dato interesante es que de los 32 equipos que avanzaron a esta fase final de la Copa del Mundo, 28 contarán con al menos un jugador nacido fuera de sus fronteras. Argentina, Brasil, Corea del Sur y Arabia Saudita son la excepción.
Llamativamente, el país que más talento aporta a otras selecciones en esta Copa del Mundo es Francia. 37 futbolistas galos cantan otro himno y defienden otra bandera. Si bien podríamos pensar que son los equipos más poderosos lo que más se benefician, vale destacar que no siempre sucede así.
Aunque tampoco podemos descartar que, si bien es cierto que algunas selecciones apuestan por la experiencia de futbolistas nacidos y formados en Europa, también sucede que el mal llamado Viejo Continente se nutre y se fortalece con el potencial y el talento nacido en tierras africanas.
Lo cierto es que jugar por otro país es un fenómeno cada vez más común y complejo. Un tema que genera debate y causa polémica; una tendencia que se muestra en notable ascenso. ¿Se ha preguntado usted cómo sería un mundial donde cada selección nacional sea representada estrictamente por jugadores nacidos en su país?
El panorama sería muy distinto, las aspiraciones serían otras.
Por lo pronto, sigamos disfrutando del mundial.
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