Esta es la historia de dos o tres grandes amantes del béisbol cubano que se confabularon para rescatar a uno, sino el más grande, de los árbitros cubanos que ha actuado en un diamante: Amado Maestri.
Tanta es la grandeza de Maestri que el 4 de diciembre de 1955, los miembros de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), se lanzaron al terreno del entonces Gran Estadio del Cerro, hoy Latinoamericano, en protesta por los crímenes y torturas de la dictadura de Fulgencio Batista y como máxima autoridad mantuvo una postura digna.
Por ese hecho se instauró la fecha como el Día del Árbitro Cubano. El hombre de recio carácter, el que echó a Jorge Pasquel de un estadio mexicano en 1947 siendo este dueño de la liga, el que era todo autoridad, el exaltado al Salón de la Fama del Béisbol Cubano en su refundación en 2014.
Pero, este trabajo cuenta como se rehízo un álbum muy deteriorado sobre su carrera. Y mucho tuvo que ver Luis Daniel del Risco, jefe de reglas y arbitraje de la Comisión Nacional de Béisbol.
Cubahora fue a su encuentro para que nos cuente parte de la historia
-¿Cómo llega a sus manos el álbum de Amado Maestri?
Llegó a mí a través de Eusebio Preval, quien es el jefe de reglas y arbitraje de la capital. Una nieta de Amado tenía las fotos, y quiso entregarla a la dirección del Inder. Y Chevito, como le decimos cariñosamente a Preval, las trajo y me las entregó. Buscamos la forma de que se hiciera el álbum con el coleccionista de Villa Clara que gentilmente nos ayudó, y ha hecho un trabajo fabuloso.
-Importancia de ese álbum
Mucha, porque muestra la historia de un árbitro como Amado Maestri, que para muchos fue un paradigma, pero no teníamos las evidencias de todo lo que hizo. Este álbum demuestra toda la grandeza que tuvo Amado en el béisbol como árbitro.
Y también nos compromete a nosotros a seguir rescatando la historia de los grandes árbitros que han pasado por nuestro pasatiempo nacional. Buscar la historia de Alfredo Paz, Luis Felipe Casañas, de Iván Deivis, de Mario Cossío. Tenemos vivo a Raúl Hernandez que tiene mucha evidencia. Eso será muy bueno para el béisbol cuando tengamos un Salón de la Fama. Tener esa historia del arbitraje cubano.
-También sirve como material de consulta para los árbitros jóvenes
Indudablemente. Eso nos va a ayudar a que la historia no se pierda, y que los nuevos puedan ver reflejado lo que le hemos dicho, quien era Amado, pero cómo trabajó Amado, cómo trabajó Alfredo, cómo trabajó Mario Cossío, cómo trabajó Raúl Hernández, cómo trabajó el chino Hernández. Es decir, un grupo de árbitros al que le podemos hacer estos álbumes.
LUISITO Y LA OTRA PARTE DE LA HISTORIA
Luis Andrés Rodríguez Crespo cargó con la misión de hacer este bello álbum. Este redactor que conocía su excelente labor, le pidió los materiales de Maestri a Luis Daniel del Risco, y puso en tremendo compromiso a su amigo. Esta vez Luis Andrés se encontraba «en tres y dos», y se enfrentaría a una recta supersónica. Más de noventa millas y había que sacar rápido el bate.
El coleccionista santaclareño ha realizado 66 álbumes que recogen la historia de los grandes deportistas cubanos en varias disciplinas deportivas. Luisito, como cariñosamente lo conocen, realiza este trabajo con recortes de periódicos, y revistas que atesora desde niño. El único fin es que el atleta vea el resultado final, se lo firme, y deje plasmado el momento con una foto.
Luisito y sus manos de carbonero al terminar el álbum. (Duanys Hernández/Cubahora)
La sala de su casa está llena de instantáneas con los más grandes deportistas cubanos, pero este trabajo ha sido el más complicado de todos.
"Por mucho ha sido el álbum más difícil que he hecho porque tuve que reconstruirlo. Hago los álbumes a partir de cero, pero en este me entregaron un grupo de fotografías muy viejas. Incluso, varias de la década del cuarenta del pasado siglo. Imagina que Maestri murió en 1963, y lo que me entregaron recogía casi toda su carrera.
Nunca había tenido la dicha de tener entre mis manos papeles de tanta antigüedad (años 40 y 50), y esto provocó que me sintiera un poco temeroso a la hora de manipular hojas tan frágiles, pues se podían dañar con mucha facilidad. Sin embargo, con el transcurso de los días el miedo desapareció, dando paso al entusiasmo para realizar la tarea."
Luisito con precisión quirúrgica tuvo que despegar foto a foto. Solo alguien con su dedicación pudo cumplir semejante faena.
"Fue un trabajo de mucho de detalle. Con una cuchilla, y con un cuidado extremo fui quitando cada una de las fotos del álbum viejo para que no se rompieran. Además, el papel donde estaban pegadas estaba muy tostado por los años, y era negro. Cada vez que terminaba de despegar un grupo de hojas, las manos me quedaban tiznadas. Parecía un carbonero cuando acababa. De coleccionista a carbonero. Por ahí están las fotos"
También impartió justicia ante el Comandante en Jefe. (Duanys Hernández/Cubahora)
Y también fue designado el mejor de América Latina. (Duanys Hernández/Cubahora)
Lo más curioso es que esta vez el coleccionista no se quedó con ningún original.
"Este es el único álbum de los que he hecho que no conservo. Fíjate, que incluso varios atletas me han pedido que les haga una copia, y como tengo material de prensa y revistas que colecciono repetidos, he podido cumplir con el encargo. Pero, en este caso hice el álbum para entregarlo a Del Risco.
Y con mucho gusto, porque es mi modesta manera de contribuir a rescatar una parte de la impronta de un ser excepcional, ejemplo de árbitro deportivo a nivel nacional e internacional. Un hombre de aquí, de carne y hueso, que elevó el sentido de la autoridad y la justicia a lo más alto dentro del béisbol cubano."
La joya descansa en la oficina del incansable Luis Daniel del Risco. Ojalá algún día forme parte de ese Salón de la Fama que tanto se resiste, y que tanto necesitamos. Será señal de que alguien tuvo la sensata idea de rescatar el pedazo de patrimonio que nos falta.
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