martes, 24 de septiembre de 2024

Paraguay en las calles

Varias semanas de protestas exigen la renuncia del derechista presidente Mario Abdo Benítez...

Clara Lídice Valenzuela García en Exclusivo 21/03/2021
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Movilización-Paraguay
El pueblo de Paraguay exige en las calles la renuncia del presidente Mario Abdo Benítez y su vice Hugo Velázquez, a quienes acusan de corruptos.

Paraguay, cuyo nombre guaraní significa aguas bravas, es desde hace varias semanas un desborde de pueblo que exige en las calles la renuncia del presidente Mario Abdo Benítez y su vice Hugo Velázquez, a quienes acusan de corruptos y de mala gestión del sistema sanitario durante la COVID-19.

Desde el pasado día 5, estudiantes, ahora acompañados de movimientos obreros y campesinos, se autoconvocan para cambiar el sistema oficialista, al cual responsabilizan de un mal gobierno que los llevará a un Estado fallido.

Las expresiones de calle están en todo el país de 7 353 038 de habitantes, un 40% de ellos viviendo en pobreza y un estimado del 95% mestiza. El idioma oficial es el guaraní.

Asunción, la capital, exhibe el mayor poderío político luego de la decisión colectiva de acabar con el régimen del tradicional y derechista Partido Colorado, que gobernó durante seis décadas consecutivas.

Solo pudo vencerlo el ex obispo católico y líder del Frente Guasú, Fernando Lugo, quien fue derrocado en 2008 mediante un golpe de Estado parlamentario orquestado por la derecha y apoyado por el Ejército.

Ahora, la situación es diferente. La petición del pueblo sobre un juicio político a la cúpula gubernamental fracasó por la falta de votos necesarios en la Cámara de Diputados, en lo que se estima es un complot de los propios legisladores.

Miles de personas vocearon entonces la consigna de ¨Que se vayan todos¨, lo cual expresa la desconfianza de la población con los partidos tradicionales y los políticos, incluidos senadores y diputados.

La represión contra los manifestantes dejaron hasta ahora un fallecido, decenas de heridos y detenidos, debido a la fuerte represión policial ordenada por el titular de Interior

Paraguay está en uno de sus peores momentos políticos. El Frente Guasú (una alianza de partidos izquierdistas) solicitó al Ejecutivo y al Ministerio del Interior un informe sobre la violencia policial y sus culpables.

El pasado viernes, y ante la imposibilidad de frenar el descontento popular, renunció el comandante de la policía paraguaya, Francisco Resquín, quien se declaró incapaz de contener  los disturbios tras conocerse que la dupla presidencial no sería juzgada.

La emisora radial 800AM aseguró que el disgusto del pueblo esta vez llevó al incendio de la Junta de gobierno, las sedes de la Asociación Nacional Republicana, Colorado Róga y otras oficinas en Luque, entre otros edificios..

Entrevistado por la prensa local, el ministro del Interior, Arnaldo Giuzzio, indicó que si el presidente solicita su salida se hará a un lado, pues hasta hoy, precisan observadores, la situación es incontrolable.

Son varias las acusaciones contra Abdo – a quien la población llama Marito, nacido en 1971- y su gobierno, entre las cuales aparece la que lo vincula en negocios ilícitos con su par brasileño Jair Bolsonaro.

Entre ellas aparece la decisión personal de endeudar  el país, una vez comprometido con el sector financiero nacional e internacional.

El parlamento paraguayo aprobó un crédito de emergencia de un billón 600 000 dólares, acompañado de otros endeudamientos para reactivar la economía, según explicó el mandatario en una comparecencia televisiva.

¿A dónde fue a parar ese capital?. Pues al sector especulativo y financiero, y al ferroviario, en manos de inversionistas privados cercanos al mandatario. Abdo posee una fábrica y una estructura de producción de asfalto. Las compras van a la empresa del mandatario, lo que es calificado de ultrajante.

El negocio de las vacunas fue criminalmente mal manejado, porque aun el país no posee grandes lotes de vacuna. El mayor de ellos, de un millón de dosis, es la AstraZeneca, en crisis en Europa por sus resultados adversos.

El Covid-19, dejó hasta ahora el saldo de 172 000 contagiados y unos 3 400 muertos hasta este mes.

El doctor en Ciencias Sociales de Paraguay, Marcello Lachi, afirmó que al comienzo de la pandemia el gobierno tomó severas medidas porque sabía que el sistema sanitario era muy pobre y colapsaría, tal como viene ocurriendo..

La doctora Elena Candia, presidenta de la Sociedad Paraguaya de Infectología, precisó que la pasada semana muchos hospitales públicos colapsaron,  quedándose sin capacidad en las unidades de cuidado intensivo.

La ausencia de camas para los enfermos se une a la escasez de medicamentos e insumos. Estos hechos fueron denunciados por varios gremios del personal sanitario, pacientes y familiares durante paros y reprobaciones.

La adquisición de vacunas es otro punto que enervó a la ciudadanía. Se presume que hubo una traba ideológica y política que dificultaron las adquisiciones con Rusia, en especial, que posee una de las mas eficientes, la Sputnik V.

Según algunos medios políticos hubo acercamientos a la Embajada de Rusia en Asunción para gestionar la vacuna, pero hubo una orden contraria, dicen las fuentes, de Estados Unidos (EE.UU.) y Abdo es considerado un instrumento del imperio norteño, refirió el doctor Jorge Querey,

Ese fue uno de los motivos, cuando se conoció públicamente, que encolerizó aun mas a la ciudadanía.

Para muchos analistas, como Jorge de la Paz, ¨hay que cambiar el sistema, pues los caminos de Abdo Benítez apuntan en dirección a la catástrofe¨.

Lo que quedó claro para los paraguayos es que Marito es sumiso, insensible y capaz de matar por enfermedad a su pueblo para quedar bien con el régimen estadounidense.

El estallido popular es la sumatoria de una serie de acontecimientos que se conocieron hace meses pero sin lograr que el mandatario desistiera de continuar en el cargo, confiado en el respaldo de Washington.

La repulsa al gobierno colorado cobró fuerzas en Paraguay cuando fue revelada la firma de un acta secreta sobre negocios –contrarios a los intereses nacionales- entre Abdo Benitez y el presidente brasileño Jair Bolsonario, considerada una venta de la soberanía nacional del Paraguay.

El mandatario –que junto a Brasil, Argentina y Uruguay integran el Mercado Común del Sur.- sin autorización del Congreso Nacional y sin consulta pública, suscribió nuevos términos para la contratación anual de potencia energética de la hidroeléctrica de Itaipú, compartida por los dos países.

Con carácter secreto, apenas se hizo público en fecha reciente, la unilateral acción es considerada una cesión de la soberanía paraguaya, que podría derivar en el aumento de los precios de la energía eléctrica local.

El escándalo se dio en un momento clave, cuando las dos naciones se preparan para negociar el futuro de la central en 2023, fecha en que vence un anexo clave de su tratado fundacional. Rápidamente, el acuerdo fue anulado.

El Partido Liberal, el mayor de la oposición en Paraguay, acusó a Abdo Benítez, de "secretismo y entreguismo" a Bolsonaro, y firmar un acuerdo "extorsivo" e "indignante" para los derechos de los paraguayos.

RECLAMO HISTÓRICO

La hidroeléctrica de Itaipú es un tema sensible para los paraguayos. Inaugurada en 1984, solo comparable a la hidroeléctrica Las Tres Gargantas, de China, la construcción de la planta requirió de la anegación de gran parte del lado paraguayo, que causó la queja del entonces vigente régimen militar. Ese país lleva años quejándose de algunos aspectos considerados injustos del tratado fundacional, firmado en 1973.

"La percepción que se tiene en Paraguay respecto al Tratado de Itaipú es que realmente la construcción de la represa y su explotación benefició mayormente a Brasil", refirió a la prensa José Luis Acosta, abogado paraguayo y experto en Planificación y Estrategia Nacional, luego de la derogación del último acuerdo. Bolsonaro siempre ha elogiado al exdictador local Alfredo Stroessner, quien gobernó 36 años con mano de hierro a Paraguay y terminó exilado en Brasil.

La mayor parte de energía producida en la planta (alrededor del 90%) va a la parte brasileña. Bajo el anexo C del Tratado de Itaipú, Paraguay está obligado a vender su excedente de energía a Brasil a cambio de una compensación fija ascendente  a 350 millones de dólares anuales hasta  2023.

"Paraguay no puede negociar con un tercero y este monto es inferior a los valores de mercado que se manejan regionalmente", explicó Acosta. "Eso hace que dentro de nuestro país la percepción sea de que el beneficio económico de la producción de la represa sea asimétrico a favor de Brasil", que actuó como garante de préstamos primarios para construirla, pero "el adquiridos por la Entidad Binacional Itaipú y honrados por la entidad Binacional Itaipú", explicó el experto.

Dichos anticipos son pagados "con la venta de su energía y la venta de energía es propiedad 50% de Brasil y 50% de Paraguay".

El desgaste mayor y progresivo del régimen derechista está reflejado en las reclamaciones populares sobre cuestiones económicas y sociales, políticas públicas y en particular el tema sanitario.

Para sus críticos, el presidente debió salir del cargo hace tiempo, pues, opinan carece de liderazgo, opiniones propias y de la mínima capacidad de gestión e integridad política.


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Clara Lídice Valenzuela García

Periodista


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