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miércoles, 2 de octubre de 2024

Acuerdo USA-Talibanes: Entre pillos anda el cuento

Unos y otros se acusan de violaciones a un pacto recién nacido...

Néstor Pedro Nuñez Dorta en Exclusivo 09/04/2020
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Soldados Estados Unidos en Afganistán
Los tropas estadounidenses permanecen en Afganistán (Foto: David Mercado / Reuters)

El turno llegó ahora para los talibanes, la fuerza extremista que décadas atrás Washington privilegió como la única capaz de “unificar” a los señores de la guerra y a los grupos terroristas enfrentados al gobierno popular de Kabul y a las tropas soviéticas que acudieron en su apoyo.

El maridaje fue en baja cuando, inoperantes, los “muchachos” adoctrinados en las Madrazas no pudieron cumplir su rol, y la Casa Blanca, cuidando los intereses de la empresa petrolera UNOCAL empeñada en un oleoducto transafgano, les compulsaron a negociar con sus oponentes locales.

Resultó la fuente de la “insubordinación” de Al Qaeda y su líder Osama Bin Laden, aliado fiel de los planes gringos, y desde entonces —y solo desde entonces— uno de los “grandes enemigos” de los Estados Unidos.

Vendría luego la “venganza terrorista” del 11 de septiembre de 2001 y la invasión y ocupación militar de Afganistán en una guerra que se ha prolongado por dos décadas y, con relación a la cual, tardíamente a partir de sus promesas electorales, Donald Trump anunció días atrás un acuerdo con los talibanes que supone la retirada pausada de los 14 000 efectivos dislocados en aquel país mesoriental a cambio de que los yijhadistas cesen el fuego, se entiendan con el dividido gobierno local, y se comprometan a no admitir la presencia de grupos fanáticos en el país.

Pero, sin dudas, entre pillos nada nunca es serio y responsable.

Así, medios talibanes acaban de denunciar que pese al pacto suscrito en Doha el pasado 29 de febrero, y en medio de negociaciones con Kabul para poner en marcha una liberación de prisioneros que también forma parte del acuerdo con Washington, las fuerzas norteamericanas persisten en ataques y bombardeos contra bases y puntos de concentración de los extremistas.

Según los talibanes, las tropas estadounidenses y sus aliados han efectuado asaltos a bases y áreas controladas por ese grupo.

Añadieron que se ha incumplido uno de los principales puntos del acuerdo, que era la liberación el 10 de marzo de 5 000 presos talibanes a cambio de un millar de reos de las fuerzas de seguridad afganas, un proceso que “se ha retrasado sin motivo”.

Explicaron textualmente que “hemos compartido de manera oportuna con los norteamericanos detalles de las violaciones a través de los canales de comunicación pertinentes”, e insistieron en que les han pedido que “respeten las disposiciones del protocolo”.

Si tales acciones continúan, precisa la protesta, “se desarrollará una atmósfera de desconfianza que no solo perjudicará al acuerdo, sino que obligará a los muyahidines a reaccionar y responder, lo que aumentará el nivel de violencia”.

Por su parte, el portavoz de las tropas estadounidenses en Afganistán, el coronel Sonny Leggett, comunicó a los “insurgentes” en un mensaje en Twitter, que Estados Unidos “ha mantenido y aún mantiene los términos militares del tratado con los talibanes”.

No obstante, amenazó el alto cargo gringo, sus tropas “siempre defenderán a sus aliados de las fuerzas de seguridad afganas de cualquier ataque”, por lo que “los talibanes deben reducir la violencia”, algo que permitirá centrarse además “en el proceso político”.

En fin, el clásico estira y encoge entre pícaros que hablan y dicen pero intentan no hacer, en un rejuego de intereses propios carente de toda seriedad y verdadero interés en soluciones sólidas y equitativas

Al fin y al cabo para algunos siempre pesa más aquello de que a río revuelto, ganancia de “pecadores”… ¡y de que par de especímenes estamos hablando!


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Néstor Pedro Nuñez Dorta

Periodista


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