Por: José Miguel Solís Díaz
El hallazgo del cuerpo esqueletizado de Luisa María García Selló, una matancera fallecida en España durante la primera mitad del siglo XIX y trasladada a su ciudad natal luego de un interesante proceso de momificación, es el pretexto que esgrime la Oficina del Conservador de esta urbe en cooperación con la del Historiador para inaugurar próximamente el Museo del Arte Funerario.
Sumido en natural secreto, el empeño de constituir semejante sitio conlleva meticuloso montaje museográfico y sobre todo paciente trabajo de conservación y restauración de numerosas piezas del arte funerario como valiosas jarras de porcelana, inmensas lámparas de carburo, coronas de metal y fina loza o el suntuoso féretro de la ahora famosa Luisa María, a quien llamaban Nena y sobre quien tejieron más de un par de leyendas urbanas.
A pesar del saqueo que durante años ha dañado piezas de inusitado valor del camposanto matancero, inaugurado el 2 de septiembre de 1872 e inspirado en su estilo neoclásico en el parisino Père Lachaise, según consta en el proyecto terminado por Pedro Celestino del Pandal; especialistas en la materia sostienen y argumentan que por sus valores, se sitúa como el tercero en importancia luego de el de Colón, en la capital cubana.
LA LEYENDA, ENEMIGA DECLARADA DE LA HISTORIA
Para Leonel Orozco, Conservador de la Ciudad yumurina, el hecho de que la leyenda sobre la yaciente en la vieja y enigmática tumba con la simple inscripción A mi Nena, eche abajo el rumor sobre el supuesto enterramiento vivo de una niña, por error de su padre médico y las apariciones de la menor en sueños reclamando subsanar el trágico incidente, se traduce hoy a la luz de la investigación histórica en uno de los primeros asomos de amor por la ciudad.
“Imagina ¿qué sentimiento de pertenencia y afecto tendría la joven Luis María, Nena, que al morir de una pulmonía en España, impuso en testamento a sus familiares fuese sepultada en su natal Matanzas, más aún si tomamos en cuenta que el proceso de momificación o conservación de cadáveres, sobrepasaba ampliamente los mil pesos oro y su traslado no menos de cuatro meses?”, reflexiona Orozco.
“Ya hemos avanzado lo suficiente en cuanto al diseño museográfico del que se encarga la historiadora Clara Emma Chávez, mientras que un conservador, Miguel Ojito; acomete la restauración de un sinnúmero de piezas que sorprenden por la originalidad y valor artístico”, subraya el conservador.
“De la ceremonia de apertura te adelanto bien poco, pero será una sorpresa para no pocos matanceros poder asistir a un funeral a la usanza del siglo XIX”.
NENA
Restos óseos de Luisa Maria Garcia Selló, quien fuese momificada en España en los inicios del siglo XIX con la finalidad de devolverla a su ciudad natal (Foto del autor).
Como era de esperar, los restos de Nena fueron sometidos a la consideración de Ercilio Vento Canosa, Historiador de la Ciudad quien en su carácter de médico Legista, aportó detalles del el cuerpo de Nena, absolutamente esqueletizado.
“María Luisa era –explica Vento Canosa- llega a Matanzas en enero de 1890, un hecho ya confirmado en la documentación de la catedral de la ciudad. Fue una mujer frágil, de apenas 120 libras de peso. Pudimos investigar que no dejó hijos, media un metro y cuarenta y dos centímetros y se halló en medio de algunos elementos interesantes en la sepultura, como que fue tocada con una peluca y su cuerpo, vestido; cubierto con una masa de alumbre y yeso”.
“En respuesta a un antiguo protocolo, hallamos cuatro vasos de porcelana en los que se encontraban las sustancias aromáticas utilizadas en su momificación y algunos maderos de sándalo, un elemento que a la ciencia forense ofrece las sustancias que han de encontrarse en el cuerpo, si se decide hacer una autopsia o investigar las causas de la muerte y que para nada tiene que ver con el ritual egipcio de acompañar al cadáver con cuatro frascos en los que se depositaban las vísceras”.
- ¿Entonces Nena nunca fue una momia?
Las sustancias balsamicas empleadas para el embalsamamiento penetraron profundamente los huesos, tanto así como la pasta de alumbre y yeso con que fue recubierto el cuerpo (Foto del autor).
- Vento Canosa: Fue un cadáver preservado con inusual técnica para la época, tenemos la percepción de que fue un remedo de la práctica utilizada por los egipcios, donde el cadáver se eviscera y rellena con sustancias aromáticas alrededor de unas treinta y finalmente se cubre con aceites y resinas y vendada a la vieja usanza.
Pero lo interesante es que también fue recubierta y modelada con una sustancia que contenía yeso y alumbre y de eso ya hace 150 años, con el llamativo uso de hacerse utilizado bromuro de mercurio, prohibido desde hacía tiempo por su toxicidad. Pero incuestionablemente se trata de un embalsamamiento sumamente caro.
El hecho de este hallazgo y de conocer esta forma de preservación que se utilizaba en España, nos hace suponer que existan más cadáveres con mejores condiciones de conservación, hasta ahora no descubiertos.
- ¿Entonces Josefa Margarita Ponce de León Heredero, se mantiene como la única momia cubana?
- Cierto y solo agregar que Josefa es un caso rarísimo por su excelente estado de conservación, capaz de haber preservado su sangre y hasta su última comida.
De todas formas, para el aniversario del regreso de Nena a Matanzas, en septiembre, se reservan sorpresas durante la apertura del museo de Arte Funerario que proyecta la Oficina del Conservador de la Ciudad, seamos pacientes.
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