Crecí escuchando su voz desde un disco de vinilo y luego, desde una computadora. Rara vez un domingo en la tarde en mi casa no se escuchaban boleros, trovadas, sones, guarachas. Y ella, con esa voz incomparable, despertaba mi atención. Mi vecino siempre me decía que ella había sido la “rompe-esquemas” porque demostró que no todas las cantantes tienen que ser de una belleza física de lujo…la belleza de Elena está en su garganta.
Crecí, y hoy, más inmersa en el ámbito cultural, he aprendido a encontrar la sutileza en sus interpretaciones y a descubrir, en su versatilidad, la gracia que cruzo fronteras. ¿Quién no conoce a la Señora Sentimiento, a la Reina del Feeling, a la gran dama de la canción cubana”.
Tenía solo 12 años cuando se presentó a una audición por primera vez en un programa de aficionados de la cadena CMC. No pudo leer la letra de Caminito, y tuvo que abandonar el escenario. Después ya estuvo en “La corte suprema del arte”, en “La emisora del pueblo” (Mil Diez) y en cada lugar que, sin su voz, ya nunca más fue igual.
Falleció justamente un 9 de junio, y por ser domingo, no falta su música en la casa. Y los comentarios de los que la visitan… “porque Elena era mucho Elena, era histriónica, era dueña del espacio, era fácil de ver en ella la interpretación y no solo la canción”.
Como dijo César Portillo de la Luz: “ella hubiera podido ser una gran cantante dramática. Tenía unos graves que la hacían una cantante única, su dicción diáfano, su mensaje estético la convierten en una clásica-popular”. Y lo mejor es que para cualquier músico, pianista sobre todo, resultaba muy cómodo acompañarla. Despues, la felicidad se contagia, y canciones tal vez poco aplaudidas, en su voz se convierten en grandiosas.
Cantaba, sí, inundaba el escenario. Pero de pronto, hablaba, dialogaba con el público y retomaba el tono que había dejado minutos atrás. Se llevó muchos secretos a la tumba, y su hija Malena contó algunos después…Como ese que revela que no permitía que nadie entrara a su cuarto, que le gustaba la perfección en la casa, que ensayaba todos los días, que compraba regalos un año antes de que los entregara… ¿Quién podía imaginarlo?
Fue irrepetible, siempre. ¿quizás porque nació en un año bisiesto? Ta vez porque su nombre era Romana y la magia la perseguía. A lo mejor porque imitaba a Libertad Lamarque mucho antes de saberse dueña de su talento. Seguramente porque en la época de oro de los cuartetos, estuvo ahí, junto Moraima Secada, Omara y Haydée Portuondo, y compartió con Nat King Cole, Edith Piaf, Sara Vaughan, Johhny Mattis, Tony Bennet y Johnny Ray, entre otros grandes de la música.
No fue actriz cómica, como dijo que quiso ser, pero fue canción, sentimiento, emoción….En el panorama musical cubano, Elena sigue siendo Elena.
Mimisma
19/6/19 14:20
Gracias por rectificarme Guillermo Cordero, es que la confundo con "Lo material", pero la idea era esa, la Elena que seguirá siendo por toda la eternidad.
Guillermo Cordero
13/6/19 10:08
Persistir no es de Juan Formell es de Rubén rodriguez. Elena sigue siendo Elena.
Mimisma
12/6/19 15:59
"Persistiré", creo es el título de una de las canciones del maestro Juan Formell que la encumbra, para mí es el decir al paso del tiempo en lo que canta y lo que usted dice en su artículo.
Amanda Belén Alemán Morgado
9/6/19 8:31
La Señora Sentimiento ocupa un espacio importante en la cancionística cubana, el que construyó con su especial voz de oro
Jose
15/8/20 18:57
No solo la voz de oro, sino tambien la inteligencia y la sensibilidad necesarias para saber usar esa voz y llegar y conmover a quien la escucha como si estuviera diciendole la gran verdad de su vida. De hecho, cuando Elena cantaba parecia que la cancion iba dirigida a uno mismo, al menos asi me sentia yo, que me estaba hablando a mi nada mas. Eso es magia, duende, un ser especial.
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