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martes, 19 de noviembre de 2024

Valentía, entrega y amor

Quienes integran el Ministerio del Interior se saben dueños de una misión en la que a veces deben arriesgar hasta su propia vida para salvar la de otros...

Yuniel Labacena Romero en Exclusivo 07/06/2015
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La seguridad, el orden interior y la tranquilidad del pueblo cubano es asunto muy serio. Bien lo saben Ileana, Yanisleidys, Leonor y hasta José Carlos, quienes integran las filas del Ministerio del Interior. Por eso, cada minuto de sosiego y paz en nuestras ciudades tiene mucho que ver con estos y otros hombres y mujeres de 24 horas.

Esas personas se saben dueñas de una misión en la que a veces deben arriesgar hasta su propia vida para salvar las de otros. Uno de sus más preciados tesoros es la vocación, y también la valentía, entrega y amor por su labor.

Los riesgos no son inconvenientes para ellos y menos los sacrificios, como asegura el capitán José Carlos de la Rosa, integrante del Cuerpo de Bomberos de la Republica de Cuba y quien se inició en esta profesión asistiendo a un circulo de interés. Más de 30 años en misiones difíciles le han demostrado que los más viejos han de aportarles su experiencia a los jóvenes.

Allí, en el Comando Provincial de Ciego de Ávila, bajo su tutela, los jóvenes soldados de ese territorio construyen su accionar cotidiano y con el “profe”, asegura este, aprenden algo más que técnicas y habilidades de bomberos, también se enamoran de esta altruista profesión y del sentido del deber. “Ahí está el secreto de que muchos muchachos cuando concluyen su Servicio Militar Voluntario anhelan ser bomberos”, afirma José Carlos.

¿Un momento difícil en su vida como bombero?, indago con el Capitán y me habla de aquel apoyo que debió brindar en la papelera de Jatibonico, en Sancti Spíritus, ante un incendio de grande proporciones, que casi le cuesta la vida, pues “había un vacío de bagazo pegado a una manguera de las con las cuales trabaja, por poco me voy del tiro. Suerte que mis compañeros me agarraron, pues hoy no estuviera haciendo el cuento”.

Alega que estos años le han aportado mucha madurez y responsabilidad. “Eso es lo que le trasmito a los jóvenes que llegan al Comando y a quienes se interesan por las carreras. Lo más importante aquí es tener honestidad, valentía y disciplina, considerar cada orientación y las voces de mando del jefe, pues no solo está en juego la vida de la población, sino la tuya también”. Esas afirmaciones del capitán José Carlos tienen un buen resguardo a 225 kilómetros de Ciego de Ávila, pues la teniente Yenisleidys Rodríguez Beltrán, quien se desempeña como inspectora de la Unidad Técnica de Prevención de Incendios, en el Comando de Bomberos en Cienfuegos, se entrega cada día con mucha ética y profesionalidad al cumplimiento de sus misiones. “Mi labor aquí consiste en realizar inspecciones en el sector estatal, detectando las causas y condiciones que pueden llevar a la ocurrencia de incendios.

Siempre llegamos con un buen trato a las entidades para así corregir las infracciones que existen en los centros, pues la labor de prevención de igniciones es otra de las misiones que asume el Cuerpo de Bomberos. ”A veces es complicado para una mujer ser militar, por la exigencia que entraña una profesión como esta, pero mi familia me ha apoyado y están orgullosos del trabajo que realizo. Cumplir con honestidad y compromiso la tarea encomendada son cualidades que nos deben acompañar en todo momento”.

La joven recuerda que llegó al Ministerio del Interior desde la Criminalística, una especialidad que la distingue el alto grado de especialización de los peritos, el perfeccionamiento de prácticas criminológicas y el desarrollo de sistemas informáticos, que posibilitan el esclarecimiento de disímiles hechos delictivos en Cuba y, por consiguiente, una mayor eficiencia en la captura de infractores.

Sin embargo, le fueron gustando las acciones del Cuerpo de Bomberos, aun cuando son más riesgosas y decidió cambiar. “Siento un gran sentido de pertenencia por el Minint, pues ya llevo más de ocho años en esta institución, primero como estudiante y después como oficial. Mi propósito siempre ha sido aportar lo mejor para que se obtengan buenos resultados, y que todos vean que esta es una forma de serles útil”.

LA VOCACIÓN LAS UNE

El amor a su profesión la impulsa y también motiva a otros. Madre e hija espirituanas comparten los pasillos y hasta el aula en el Instituto Superior del Minint, en su sede de Villa Clara. La mayor Ileana León Rojas, quien se desempeña como profesora en esa institución, asegura que asume con extraordinaria responsabilidad su labor, pues como educadora tiene ante sí a los que serán su relevo en el mañana, a los jóvenes que pueden optar por estudios dentro de la vida militar. “Me incorporé hace 16 años al Ministerio del Interior. Al inicio sentí un poco de temor, pero ha sido una tarea bastante fácil, mejor de lo que me contaron.

Esta ha sido una de las experiencias más placenteras en mi vida y sobre todo por saber que de nosotros depende también sembrar en los jóvenes la semilla de la motivación, pues esa es la única manera de ganar fuerzas. ”Está claro que la profesión exige mucho compromiso, sentido de pertenencia y ética, pero cuando uno disfruta lo que hace, a un lado quedan las cosas más negativas”, afirma León Rojas, quien destacó el apoyo de sus compañeros ante cada situación, no solo cuando su Leonor era pequeña sino hasta ahora. “Siempre están ahí, con iniciativas, mostrando su cariño hacia los demás e invitándonos a crecer ante las dificultades”. Así, la profe Ileana comparte esas bondades con su hija Leonor, quien estudia el cuarto año en el Instituto Superior del Minint y asegura que el respeto, la disciplina, el amor que uno siente a lo que hace y esa dedicación a cada cosa, aunque sea pequeña, debe distinguir a un oficial del Ministerio.

Son esas cualidades las que ha aprendido durante este tiempo y consiguió también de su madre. “Por ello los obstáculos, las ausencias de tiempo para el sueño y las horas de concentración se diluyen para un oficial cuando siente éxitos en su desempeño. Al formarme como militar siento que estoy aportando al país y a la Revolución.

Disfruto saber que soy útil a la sociedad desde este puesto. ”Pertenecer al Minint es una labor llena de mucho estímulo, honra y confianza. A quienes integramos sus filas debe gustarnos la profesión, pues esto es asunto de día, noche y madrugada... Tenemos la tarea de mantener el orden interior, la tranquilidad ciudadana. El buen trato a los ciudadanos es un elemento básico, así nos ganamos el cariño del pueblo”.

Así ha tejido su historia durante más de medio siglo el Ministerio del Interior, ese pueblo uniformado, como dijese Camilo y ratificara años más tarde Fidel. Ahí están también los hombres y mujeres del Cuerpo de Guardabosques, de la Policía Nacional Revolucionaria, de las Tropas Guardafronteras, de las direcciones de Seguridad Personal, de Investigación Criminal, de Establecimientos Penitenciarios, de Atención a Menores y de Identificación, Inmigración y Extranjería, los combatientes y trabajadores civiles de la defensa. Todos, una fuerza grande e inmensa.


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Yuniel Labacena Romero


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