Para nadie es un secreto que la obesidad se está convirtiendo en un grave problema de salud. Cada vez hay más personas con sobrepeso en el mundo y si la tendencia actual continúa, los estudios sugieren que más de dos de cada tres personas sufrirá sobrepeso u obesidad en algunos países, sobre todo industrializados, en los próximos diez años, una alarma que debemos atender.
Cuba no está lejos de ese camino. El 43 por ciento de nuestra población tiene índices de sobrepeso y obesidad, según reveló la doctora María Elena Díaz Sánchez, especialista del Instituto Nacional de Nutrición e Higiene de los Alimentos, al participar recientemente la Convención Internacional de Antropología ANTHROPOS 2015, donde se supo, además, que la gordura se ha incrementado en los últimos años.
Modificaciones del estilo de vida, como comidas con elevados índices de grasas, poca actividad física y sedentarismo en general, son algunas de las razones que llevan a ese modelo de vida, que propicia otras enfermedades crónicas no transmisibles como la diabetes mellitus, hipertensión y cardiopatías, estas últimas una de las principales causas de fallecimiento en el país.
Algo más se destacaba en ANTHROPOS 2015, y es que la obesidad está afectando sistemáticamente a la población infantil. Por ello, es válido mencionar que lo que no se consigue cambiar durante la infancia, más difícil será el tratamiento o la corrección para lograrlo en las décadas posteriores, por lo que hay que facilitarle a los niños buenos hábitos, desde sus primeros años de vida.
Indican los especialistas que ser obeso significa una disminución en la expectativa de nuestra existencia de por lo menos siete años, debido a que la acumulación de la grasa corporal favorece el desarrollo de enfermedades como las ya mencionadas, por lo cual se necesita incrementar y jerarquizar acciones intersectoriales para el tratamiento de esos problemas de salud.
UN ESTUDIO MUY INTERESANTE
Un estudio publicado recientemente en la revista PLoS One, destaca que el riesgo de hipertensión, problemas del hígado y enfermedad cardiaca aumentan en los niños con sobrepeso. Tal conclusión se obtuvo de la observación de casi 500 niños y adolescentes de dos a 17 años de edad con enfermedad del hígado graso no alcohólico (EHGNA), una afección que es más común entre los niños que tienen sobrepeso u obesidad.
Según los investigadores, casi el 36 por ciento de ellos tenía hipertensión al inicio del estudio, y el 21 por ciento tenía una hipertensión persistente 48 semanas más tarde. Destacaron que la hipertensión aparece entre el dos y el cinco por ciento de todos los niños, y en el 10 por ciento de los niños obesos.
Igualmente, la indagación mostró que los niños con EHGNA tienen un riesgo significativo de hipertensión, que con frecuencia no se diagnostica. Por ello, los estudios recomendaron que la evaluación, el control y la monitorización de la presión arterial se incluyan como un componente integral de la gestión clínica de los niños con EHGNA, sobre todo dado que esta población de pacientes está en un mayor riesgo de ataques cardiacos y accidentes cerebrovasculares.
El Doctor Jeffrey Schwimmer, del departamento de pediatría de la Facultad de Medicina de la Universidad, en San Diego, e investigador principal, dijo que la hipertensión es una causa importante de muerte y discapacidad prevenibles en los adultos en Estados Unidos, pero gran parte del origen ocurre en la niñez.
“Junto con estar en un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular, hallamos que los niños con EHGNA que sufrían de hipertensión eran significativamente más propensos a tener más grasa en el hígado que los niños sin hipertensión. Esto podría conducir a una forma más grave de enfermedad del hígado”, advirtió Schwimmer.
Otro hallazgo interesante es que entre los infantes y adolescentes con EHGNA, las chicas eran mucho más propensas a tener una hipertensión persistente que los chicos. Aunque no hay tratamientos aprobados para los niños con EHGNA, hay tratamientos efectivos para la hipertensión.
En consonancia, hay que fomentar la práctica de algún tipo de ejercicio a los niños, porque ello, además de ayudarle a mejorar su estado físico, favorece el desarrollo de disciplina que le será muy útil para toda la vida. Igualmente, hay que evitar comer frente al televisor y limitar su uso a máximo dos horas por día, hacer por lo menos una de las comidas del día en familia y de preferencia debe ser en la mesa.
También, nunca se debe prescindir de un desayuno completo compuesto por lácteos, cereales y frutas a las que debería dedicarse entre 15 y 20 minutos de tiempo, evitar los jugos o bebidas muy azucaradas así como incluir en cada tiempo de comida un alimento de cada grupo (verduras y frutas, cereales y tubérculos y productos de origen animal).
Como apuntaba el investigador principal del estudio mencionado, los padres y los médicos deben estar conscientes de los riesgos de salud de los niños que sufren de EHGNA. “Cuanto antes se identifique y se trate la hipertensión en esta población de pacientes, más sanos estarán al pasar a la adultez”.
Aurelio Bienvenido
11/9/15 18:01
Muy interesante la nota y de la misma rescato:"nunca se debe prescindir de un desayuno completo compuesto por lácteos, cereales y frutas"y me lleva al siguiente comentario. ¿Conoce el autor algún pais donde esto se cumpla? Mi correo, que si se puede publicar es : tato0028@gmail.com ; Vivo en La Argentina, otrora "EL GRANERO DEL MUNDO" y ahora tenemos altos indices de desnutricion y hasta muertes por falta de alimentacion.
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