Parque Jurásico en La Habana (+Video)

A través del follaje, se observa la figura amenazante de un Tirannusauru rex, un gigantesco carnívoro que era el terror de todas las especies durante el período Cretácico. Entre las ramas, el dinosaurio exhibe una cabeza afilada, terminada en unas potentes mandíbulas que abre y cierra para mostrar una hilera de dientes afilados y doblemente aserrados.

El rugido del animal asusta tanto como su tamaño de seis metros y no se desatan las carreras porque uno sabe que está en el Parque Almendares, en pleno corazón verde de La Habana y en el Siglo XXI, bien lejos de aquellos años de dinosaurios y otros bichos.

Gracias a la cooperación de Venezuela, el Almendares se convierte hasta septiembre en una singular área temática, donde se pueden apreciar las reproducciones de 34 dinosaurios de diversas especies, a tamaño natural y con técnicas de animatronics, y las réplicas de fósiles hallados en México.

Luego de un complicado trabajo, que requirió el empleo de varias grúas, en cuatro hectáreas se ha dispuesto El sendero de los Dinosaurios, un recorrido flanqueado por las imitaciones de esos portentosos animales que parecen vivos y que han llegado a nosotros en un sorprendente viaje en el tiempo que superó los 65 millones de años.

El entorno boscoso del sitio facilita la singular exposición, pues las réplicas están colocadas sabiamente entre los árboles, en un intento porrecrear el ambiente en que vivieron muchas de esas especies.

Un grupo de guías, preparados para la ocasión, explican  los hábitos de vida y alimentarios de esos enormes vertebrados que dominaron los ecosistemas terrestres durante varios millones de años y que hoy son la obsesión de muchos niños.

Precisamente de niños de las escuelas cercanas se llenó este miércoles el Parque Almendares donde el embajador de Venezuela en La Habana, Edgardo Ramírez, inauguró la muestra itinerante, que calificó “como un regalo de la Revolución Bolivariana para los niños y niñas de Cuba”.

“Este es también un gesto de agradecimiento por la probada solidaridad cubana hacia Venezuela”, dijo el diplomático quien estuvo acompañado por Mercedes López, miembro del Buró Político y primera secretaria del Partido en la capital.
Para los pioneros fue una fiesta especial el recorrido a través de un sendero que serpentea entre los gigantes dotados con sistemas electromecánicos, que recrean los movimientos y sonidos de los amenazantes animales.

“Parecen tan reales que uno siente un poco de susto”, dijo a Cubahora una de los pioneras, Ledys Gutiérrez, quien confesó sentir respeto por esos animales, aunque también cierta simpatía “porque la mayoría eran herbívoros y medio tontos”.

Ledys sonríe cuando sus compañeras gritan ante el inesperado rugido de uno de los animales, que primero generó susto y más tarde risas, y después pregunta al guía si en Cuba hubo alguna vez dinosaurios.

Ante la respuesta negativa, los niños se enfrascan en una discusión acerca de qué fue lo que ocasionó la desaparición de esos seres que dominaron la vida terrestre durante varios millones de años y a uno no le queda más que pensar que ya la exposición cumplió su objetivo de despertar el interés científico en los más pequeños.

Valga entonces el esfuerzo de esta muestra, abierto al público de martes a viernes, de dos a cinco de la tarde, mientras los sábados y domingos lo será de 10 de la mañana a cinco de la tarde, hasta el venidero mes de septiembre, una larga temporada en que los dinosaurios han llegado a La Habana.