//

miércoles, 20 de noviembre de 2024

El Cristo de las Promesas que acompañará al Papa Francisco en Holguín

En 1941 la escultura fue llenada con pequeños trozos de papel en los que los creyentes católicos escribieron sus promesas a Dios...

José Armando Fernández Salazar en Exclusivo 05/09/2015
0 comentarios

Cuando el 21 de septiembre Su Santidad el Papa Francisco oficie la misa correspondiente a la diócesis de Holguín, con motivo de su visita pastoral y oficial a Cuba, presidiendo el altar de la ceremonia estará el Cristo de las Promesas.

Así se denomina el crucifijo a tamaño natural que durante más de 70 años ha sido custodiado en la Iglesia de San Jerónimo de Las Tunas, ubicada a unos 700 kilómetros al este de La Habana, y que fue escogido para formar parte del estrado de la Misa Papal, por la simbología de su historia y del lugar en el que ha sido venerado.

En 1941, los habitantes de la entonces ciudad de Victoria de Las Tunas realizaron una peregrinación especial a propósito de la festividad religiosa conocida como Domingo de Ramos. En aquella oportunidad fue bendecido y colocado en el templo católico una imagen del Cristo Crucificado realizada sobre cedro que causó la admiración de feligreses y visitantes por el realismo de las facciones. Antes, la escultura, obra de la trinitaria devenida tunera Cruz Medina, fue llenada con pequeños trozos de papel en los que los creyentes católicos escribieron sus promesas a Dios. De ahí que ciertas personas bautizaran la escultura como el Cristo de las Promesas.

La elaboración de la obra le tomó tres años a Medina y no utilizó ningún modelo para definir los rasgos del que nació en Belén, un elemento que no deja de asombrar a quienes admiran la pieza, por la humanidad de las facciones del crucificado, las cuales logran trasmitir no solo su dolor, sino también la serenidad que tuvo guiado por su fe.

El crucifijo no fue la primera obra que donó Cruz Medina a la sociedad tunera. La pintora y escultora autodidacta fue autora además del escudo de la ciudad. La temática religiosa fue uno de los temas más recurrentes en su quehacer, caracterizado por las influencias del academicismo. En este sentido, sobresalen sus esculturas La Dolorosa (desaparecida) y Cristo Crucificado (ubicada en el Santuario Nacional de El Cobre).

Además de su historia, el Cristo de las Promesas de Las Tunas tiene una profunda simbología por el lugar en el que se encuentra emplazado. Actualmente se encuentra la Iglesia de San Jerónimo, donde inició, en 1510 el culto a la Virgen María en Cuba.  

Según narra el fray Bartolomé de las Casas en sus crónicas de la conquista hispana de la Isla de Cuba, hacia 1510 naufraga en la costa sur de las aún inexploradas tierras, Alonso de Ojeda, explorador que se dirigía a La Española, procedente de Colombia.

Las enfermedades y el cansancio diezman las filas ibéricas y Alonso de Ojeda, devoto de la Virgen María, promete que si son salvados le erigirá una ermita en el primer pueblo que encuentre.

Los españoles finalmente son acogidos por los habitantes del cacicazgo de Cueybá, donde hoy se ubica la ciudad de Las Tunas, y allí se construye un bohío en el que se coloca una imagen de la Virgen y se instruye a los aborígenes en su culto.

En 1513, el sacerdote Bartolomé de Las Casas reseñó esta historia al visitar el cacicazgo y se admiró del buen estado de conservación de la imagen y la devoción de los autóctonos. Según el historiador de Las Tunas, Víctor Marrero, fue este uno de los más importantes lugares del inicio del culto mariano en Cuba.

Las promesas de creyentes en dos momentos de la historia cubana confluyen ahora en uno de los más importantes símbolos del catolicismo: el Cristo Crucificado que acompañará a Su Santidad Francisco en su misa papal en la diócesis de Holguín, un momento de comunión, no solo para los creyentes, sino también para todos los que tienen la fe en que un mundo mejor es posible.


Compartir

José Armando Fernández Salazar

Para mí no hay nada mejor que estar con los que quiero, riendo y escuchando a los Beatles


Deja tu comentario

Condición de protección de datos