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lunes, 18 de noviembre de 2024

Demoler las ruinas (+Fotos)

Luego de casi 25 años de que se cerraran las puertas del Hospital Infantil Pedro Borrás Astorga a causa de los enormes peligros de derrumbe, se acometen las labores de demolición...

Susana Gomes Bugallo en Exclusivo 20/01/2015
6 comentarios
Hospital Pedro Borrás 03
El pasado seis de diciembre comenzaron las labores de demolición del Hospital Pedro Borrás Astorga.

Casi un cuarto de siglo después de que se cerrara definitivamente por deterioro constructivo y peligro de derrumbe, y más de un lustro luego de que la decisión de demolerlo fuese definitiva, el pasado seis de diciembre por fin comenzaron las labores de demolición del Hospital Pedro Borrás Astorga.

Tal situación de demora de las autoridades fue motivo de quejas de vecinos del lugar y expertos, muchas recogidas en archivos de cartas de lectores de los medios cubanos, que enunciaron la preocupación creciente ante las consecuencias de paredes derruidas repentinamente, cerca de otras viviendas y pasos públicos.

El extenso aplazamiento dejó como saldo la vida de dos personas, como resultado de igual número de derrumbes y se mantenía el riesgo de que los sujetos continuaran penetrando el muro perimetral instalado para sustraer materiales con la intención de emplearlos en sus labores constructivas por cuenta propia.

Una de esas misivas, recibidas en diciembre de 2012, en el espacio Acuse de Recibo, del diario Juventud Rebelde, revelaba que fragmentos de la pared de la calle 29 habían sido rotos intencionalmente en dos ocasiones, poniendo en la cuerda floja la seguridad, no solo de quienes incurrían en esto para adentrarse en la zona, sino de los propios anseúnte

Dicha carta fue respondida en ese entonces por Luis Fernando Navarro Martínez, viceministro del Ministerio de Salud Pública (MINSAP), quien pronosticó que la demolición tendría lugar en el primer semestre de 2013, aunque mientras tanto se tomaban como medidas la protección del área con custodios de la Empresa de Seguridad y Protección; habilitar el alumbrado exterior e interior; el saneamiento de las áreas; y la creación de todas las condiciones para una vez iniciada la demolición se concluyera la entrega de los terrenos, limpios para su nuevo uso social. Sin embargo, no fue hasta un año después que se inició el tan demorado proceso de demolición.

INELUDIBLE LABOR

Cubahora llegó hasta el sitio donde antes se encontrara uno de los ejemplos más importantes de arquitectura hospitalaria Art Déco, encuadrado entre las calles 29 y 27, y F y G, en el capitalino Vedado. Allí encontramos alrededor de veinte hombres volcados de a lleno en la labor de finalmente derruir mecánicamente las estructuras del Pedro Borrás Astorga.

Yvo Reynaldo Cedeño Yarce, especialista en obras de arquitectura de la UGDC 4 de la ESI #1, La Habana, del Ministerio de la Construcción (MICONS), es uno de los contratistas al frente del trabajo que se acomete en este hospital, así como de las labores de reparación en otros cinco: Fructuoso Rodríguez, Salvador Allende, Calixto García, Oncológico e Instituto de Gastroenterología.

El técnico comenta que luego de que el hospital llegara a un grado de deterioro estructural bastante grande, comisiones de expertos del MICONS tuvieron varias sesiones de trabajo para llegar a la conclusión de demolerlo.

“En un primer momento se haría con explosivos, pero dadas las condiciones urbanísticas y el estado técnico de los edificios colaterales colindantes, más el estado de fisuramiento que tenía el terreno, las transmisiones sismológicas podían causar daños colaterales. Entonces se determinó cambiar la demolición de voladura, por la mecanizada, que es la que se está haciendo actualmente”, explica.

Según Cedeño Yarce, el sitio experimentó ampliaciones consecutivas desde la década del 40 hasta la del 90 y varios sistemas constructivos fueron integrados en su estructura inicial de 1926. Mas, la falta de mantenimiento y los daños del intemperismo, unido a los derrumbes parciales, entre otras causas, afectaron irremediablemente la edificación hasta que fue inevitable acometer la demolición que se ejecuta actualmente.

Aunque se comenzó desde los primeros días de diciembre, la obra anda todavía por un 45 por ciento, pues se ha debido enfrentar por etapas para no causar estragos en las edificaciones circundantes, según el experto. Además, el trabajo trajo consigo un proceso donde hubo que preparar las áreas y el cercado, y acondicionar el terreno para poder desplazar las máquinas. Ahora se avanza circularmente, rodeando el edificio y se prevé que consuma un año de labores.

“Los hombres han trabajado diariamente más de 10 horas, con una seriedad tremenda. Tenemos tres constructoras en la obra: el Contingente Raúl Roa, que pone camiones, buldózer, cargadores y hace el movimiento de tierras; la Empresa de Materias Primas, que es el constructor principal y pone los equipos de demolición, sofisticados y de última generación, muy capaces para lo que hacemos, potentes y de mucha productividad; y el contingente de la Empresa Constructora de Obras de Arquitectura e Industriales ECOAI No. 1, de Villa Clara, que está haciendo el cercado perimetral y el paso peatonal”, describió el contratista.

Una gran parte de las atenciones que brindaba el centro fueron trasladadas hacia el policlínico de igual nombre, ubicado en calle E y 27, instalación que fue ampliada y asumió un nivel semejante a las actividades del antiguo hospital, pero no ha podido superar los servicios que brindaba el centro, con una capacidad de 500 camas y todas las especialidades médicas y quirúrgicas infantiles en su época de esplendor.

Este fue el primer centro pediátrico de la capital, considerado además una valiosa pieza arquitectónica, fruto del trabajo de los arquitectos Félix Cabarrocas Ayala y Evelio Govantes Fuertes, cuya firma legó otros sitios emblemáticos como el Capitolio, el Palacio de Bellas Artes, la Casa de la Amistad, el hospital Freyre Andrade y la actual Plaza de la Revolución. Se nombró Hospital Municipal de la Infancia hasta 1961, año en que se bautizó con el nombre del estudiante de Medicina Pedro Borrás Astorga, caído el 20 de abril de 1961, en las acciones de Playa Girón.

En entrevista a la AIN, Armando Garrido, director provincial de Salud Pública, dijo que gracias a la cantidad de camas disponibles para infantes en La Habana, y al traslado de los servicios ambulatorios hacia policlínicos y centros cercanos, la atención médico-pediátrica que garantizaba este hospital no se vio tan afectada.

Mientras, se conoce que el sitio pretende ser convertido en parqueo y parque de los establecimientos de salud de la zona. La cisterna del hospital se empleará en circunstancias de emergencia, pues se mantiene en buen estado.


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Susana Gomes Bugallo

Se han publicado 6 comentarios


Lilimar
 28/1/15 15:51

Es triste cuando se observan eduficaciones que son abandonadas a las inclemencias del tiempo; pero llegadas a estas condiciones la opción de demoler debe acometerse con urgencia, pues lo que en su momento fue un centro de referencia de la salud publica cubana se vió convertida en una zona que atentaba contra la vida humana, es increible que pasaran tantos años de abandono para llegar a la demolición, en buena hora llegada.

En el mundo entero las demoliciones forman parte del saneamiento y las reformas arquitectónicas, solo que generalmente dan paso a nuevas obras de igual objeto social. Pero bueno un parqueo en la capital nunca está de más.

Sonia
 28/1/15 10:31

Para qué otro parque, eso es lo único que se les ocurre hacer, ya en Infanta donde habían 2 edificios hicieron dos parques horribles, donde estaba el edificio Alaska también y ahora en el Pedro Borrás, es que no se pueden hacer edificos para viviendas con la necesidad que hay , estoy segura que la población agradecería mas esto, parece una solución para salir del paso y punto.

Tito
 27/1/15 11:36

Hay mi Habana, te vas a convertir en un gran parqueo y en algunos parques, solo para sentarse y sufrir de la suciedad circundante. No se a quien se le puede pedir cuentas ahora de tantos años de desidia, abandono, negligencias y hasta etc.....Ojalá alguien tenga alguna vez el tino de tratar de reconstruir, mantener lo que tenemos y hacer algo lindo, de lo contrario a la vuelta de 30 años no existirá La Habana, por lo menos la que fue elegida entre las 7 Ciudades Maravilla, por lo menos el Cerro, Centro Habana, 10 de Octubre, Arroyo, la Lisa, Marianao y San Miguel del padrón deben pasar a mejor vida. Ojalá alguien me de una galleta sin manos y todo sea resuelto para el bien de mi gran País y su gran capital.

Ana
 21/1/15 11:42

Este ha sido un gran monumento a la desidia. Por qué hubo que esperar tantos años para acometer la demolición, mecanizada con menos riesgos, como se hace ahora?

Por qué se dejó abandonar una joya de la arquietctura cubana? El tiempo implacable exige el mantenimiento de las edificaciones, sobre todo de las más antiguas... Por qué caer irremediablemente en el destino final de una demolición?

Cuántos parques y parqueos tendrá entonces nuestra ciudad? Basta echar una ojeada y constataremos que en varios puntos de la capital bancos y árboles flacos intentan llenar los espacios de construcciones como el Alaska...y ahora el Borrás.

Manuel
 20/1/15 14:07

que triste espectáculo, el hospital de mi niñez, 25 años de abandono son muchos para cualquier edificio,,,,,,,

Michelle
 20/1/15 13:45

A mí me parece muy buena la idea de convertir el sitio en parque y parque puesto que es una zona bastante circulación y muchas veces los bancos de g no son suficientes, hasta para la cola de los de pie del p11 y paradas cercanas vendría muy bien

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