El tenis de mesa cubano mantiene su buen trabajo, y lo ratificó al ganar por países los Juegos Centroamericanos y del Caribe San Salvador 2023. Tres títulos, dos medallas de plata y dos de bronce mejoraron el pronóstico previo de dos preseas de cada color.
Y no fueron cuatro coronas porque Daniela Fonseca y Jorge Moisés Campos vieron escapar una victoria casi segura en el doble mixto ante Marcos Madrid y Yanelis Silva. La acariciaron e inexplicablemente se les fue después de ganar los dos primeros sets.
Excelente el equipo femenino que venía mentalizado en ganarles a las boricuas más allá de la presencia de la extraclase Adriana Díaz. Solo esta jugadora pudo rayar la tarjeta en la final. Pero, no solo fue la final.
Cuba vino de abajo varias veces en la fase eliminatoria, en cuartos de finales, incluyendo una remontada épica de la jovencita Estela Crespo ante la experimentadísima cubana nacionalizada mexicana Yanelis Silva en semifinales.
Brillantes Jorge Moisés y Andy Pereira en el doble masculino, al no dejar margen a las dudas y ganar con relativa facilidad. ¡Y qué decir del título individual de Andy ante Brian Afanador! No solo era la tercera medalla de oro sino que decidía que país se llevaba los juegos en el tenis de mesa.
Andy demostró con sus dos títulos el por qué es el mejor representante de Cuba en este deporte a pesar de su veteranía en la selección. Y lo festejó a lo grande, como si hubiera sido su primera corona.
No me canso de repetir que detrás de este resultado hay una gestión positiva de Bárbaro Oliva, el presidente de la federación cubana, que logró gestionar una estancia previa en China donde los jugadores se enfrentaron a la selección nacional juvenil del gigante asiático.
Los resultados del tenis de mesa no son aislados. Este deporte ha ido dando pasos progresivamente, y el colofón ha sido la magnífica actuación en tierra salvadoreña.
Y sino que lo diga Adriana Díaz, la número once del escalafón mundial que se fue a casa con cuatro coronas en Barranquilla 2018, y ahora tuvo que conformarse con el título en individuales, la plata por equipos y bronces en dobles femenino y mixto.
Bárbaro Oliva siempre fue cauto con sus pronósticos, pero sabía que una tercera medalla dorada era posible. Y sus muchachos le respondieron con raquetazos para ganar. Misión cumplida para el tenis de mesa.
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