El mundial de softbol femenino mostró que Cuba tiene calidad para batirse con las mejores selecciones del mundo, pero necesita jugar más a este nivel.
La fase clasificatoria la selección que dirige el villaclareño Jorge Lamas la solventó con cuatro victorias y una derrota. Comenzó el mundial con cerrado éxito de 4-3 ante las campeonas europeas de Países Bajos.
En la doble jornada de la segunda jornada le propinaron nocaut de 10-3 a Sudáfrica, y en el partido del cierre doblegaron 2-1 a las locales españolas. La única derrota la sufrieron ate la bestia negra. Puerto Rico las derrotó por quinta vez en menos de quince días, y en esta ocasión con marcador de 3-1. Cerraron la fase clasificatoria ante China con otro triunfo de 2-1.
A pesar de terminar con balance de 4-1, se ubicaron en tercer lugar porque se produjo un triple empate en la cima con chinas y boricuas. Pero, las cubanas le permitieron cuatro carreras a sus dos rivales, mientras China y Puerto Rico soportaron menos.
El Sistema Page enfrentó a Cuba con Países Bajos, ocupante del cuarto lugar con 2-3. Tenían que ganar ese duelo para seguir con vida, pero una derrota 1-2 las bajó del sueño mundialista. Cuba tuvo el empate en tercera y un out en la sexta entrada sin poder concretarlo.
NÚMEROS EN EL MUNDIAL
Cuba tuvo una ofensiva aceptable en la fase clasificatoria con línea de 292/340/423 con nueve tubeyes y cuatro triples. Yanisleidy Casanova se robó todo el protagonismo con promedio de 600, seis extrabases y nueve remolcadas. Terminó la fase clasificatoria como líder en siete departamentos: average, remolcadas, tubeyes, triples, slugging, bases recorridas, colíder en hits y segunda en OBP. Rosangela Jardines compiló para 571, con un doble, un triple y tres impulsadas. Rosangela terminó tercera en promedio ofensivo, tercera en OBP, tercera en H y anotadas así como segunda en SLU. La otra destacada con el bate fue la capitana Yilian Rondón que bateó para 385.
En el pitcheo, Cuba trabajó para 212, y apenas le batearon para 198, con cinco extrabases permitidos. Yilian Tornés fue la gran figura con balance de 3-1, una efectividad de 2,43 con 30 ponches en 23 entradas de labor. Apenas le batearon 209 y se llevó la triple corona. El otro triunfo fue para Yamerki Guevara, que no permitió carreras limpias, le batearon para 036 y propinó 20 ponches en nueve innings.
La defensa solo cometió par de errores y promedió para 983, apuntalando el buen trabajo del pitcheo aunque en el partido decisivo imprecisiones en los jardines resultaron claves en las dos carreras de Países Bajos.
Cuba termina en el cuarto lugar de su llave, y nos deja la sensación de que podía acceder a la fase final del mundial, pero cuando existe tanta paridad entre los contendientes, el resultado final se decide en pequeños detalles.
Duro final para un equipo que demostró calidad suficiente para cumplir el objetivo, pero así es el deporte. Queda reponerse, y poner la vista rumbo a los Juegos Panamericanos Santiago 2023.
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