Si un playoff parecía que iba a terminar rápido era el Las Tunas-Ciego de Ávila. Se cumplió el vaticinio. Los Leñadores no dejaron margen a dudas y barrieron en cuatro juegos.
Con el triunfo por 5-1 de este miércoles, aseguraron regresar al podio de premiaciones, después que el año pasado Matanzas los dejara fuera en cuartos de final.
Al menos ya saben que el bronce es de ellos si perdieran en semifinales. Para el debutante mentor Abeisy Pantoja no puede ser un mejor resultado.
Terminó de líder en la fase preliminar, lo cual garantizó de antemano su asistencia a la segunda edición de la Liga Élite, y ahora pasó como una aplanadora sobre un adversario que sin las fortalezas de antaño tiene en su haber tres títulos.
Los Leñadores disponen de tiempo para festejar, entrenarse y esperar por su oponente en la siguiente fase de muerte súbita.
Los demás pareos andan bastante parejos. Santiago de Cuba emparejó su duelo con Camagüey gracias a soberbio trabajo de Alberto Bisset, quien cubrió toda la ruta y blanqueó a los Toros (5-0).
Bisset es de esos pícheres que no suelen salir dos días mal seguidos. El sábado pasado explotó rapidísimo ante su público y el mismo rival, el zurdo Dariel Góngora.
Ahora, en terreno ajeno recordó que más sabe el diablo por viejo que por diablo y dejó en solo tres imparables a la tanda camagüeyana, mientras Góngora no tuvo una buena apertura.
Ya es seguro que esa serie concluirá en el bullicioso Guillermón Moncada de Santiago de Cuba sábado o domingo. Si ganan las Avispas evitan el cruce con Las Tunas, en cambio los Toros saben que de sobrevivir chocarán con sus vecinos invictos en cuartos de final.
Nunca Camagüey ha logrado imponerse en un playoff a Santiago. Suman cuatro series, más dos juegos de una serie de postemporada a finales de los 80 del siglo pasado cuando chocaron par de veces y siempre triunfaron los indómitos.
Las palmas para la afición de los Toros, hasta ahora la que más ha llenado su estadio. Esperemos que este jueves no sea diferente para alentar a unos jugadores que se crecieron en la recta final de la temporada y se apropiaron del boleto a playoffs dejando con los ojos abiertos a otros equipos más estables.
En su sede del Victoria de Girón, el subcampeón Matanzas, con diez podios en los últimos once años, noqueó al atrevido Artemisa por 12-2 y tomó ventaja en el dual meet.
Ahora tienen a Naykel Cruz y Renner Rivero para rematar, pero los Cazadores cuentan con Yunieski García y Geonel Gutiérrez para estirar el duelo.
La nómina de los Cocodrilos es más compacta, pero los artemiseños, que nunca antes habían clasificado a una postemporada, van por seguir creciéndose. Ya este miércoles, con el triunfo de Las Tunas aseguraron también, pase lo que pase en cuartos de final, un cupo para la Liga Élite.
Haber quedado en tercer lugar en la fase clasificatoria los incluye en cualquier ordenamiento entre los seis primeros. Un resultado que tiene la impronta de otro director debutante, Yulieski González.
Si lograran lo impensado y le voltear la serie a Matanzas los dejarían fuera del torneo invernal, y eso sí sería un escándalo.
Anoche, Sancti Spíritus le aguó la fiesta a Alexander Malleta, el icónico jugador de Industriales que fue despedido oficialmente ante una gran concurrencia en el Latinoamericano.
Resultó una ceremonia emotiva, con la asistencia de gente entrañable para el histórico inicialista y cuarto bate de los Leones, con los cuales alzó tres coronas (1996, 2006 y 2010).
Pero después solo se sintió el canto de los Gallos espirituanos que dominaron el partido por 10-1 con una apertura que ni imaginó el mismísimo protagonista, Alex Guerra.
Colgó cinco escones y entregó el juego al bullpen con cómoda ventaja y ante un picheo de segunda línea de los Azules que ante semejante desventaja se guardó sus mejores cartas para el resto del playoff.
Es la segunda victoria seguida de los Gallos, quienes cumplieron un primer propósito en su gira capitalina: que este pareo regrese a su valla del José Antonio Huelga.
Tampoco a los espirituanos les ha ido muy bien históricamente ante los Azules, solo una vez los doblegaron en postemporada, con cuatro series para los habaneros. Y quieren, quizá cuando menos nómina tengan para ello, cambiar el final de la novela.
Este jueves se jugarán tres partidos. Solo es seguro que un equipo llegará a tres éxitos: Camagüey o Santiago, pero dos más pueden hacerlo también: Sancti Spíritus y Matanzas. La meta es cuatro.
Entre los saldos plausibles que va dejando la postemporada están los estadios concurridos. El béisbol nuestro, a pesar de sus grises en calidad y espectáculo, vive. Larga vida a nuestro deporte nacional.
Todavía no me explico cómo hubo quienes quisieron ningunearlo sin televisión y todo el tiempo en el infernal horario de las dos de la tarde. Tenemos un verano beisbolero. Que siga rodando la bola.
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