Finalizó la guerra por Blanco

Después de una temporada muy reñida, cuyo final no se decidió hasta el último out del último juego y al empezar la última jornada había seis variantes para decidir el orden de la tabla de posiciones, lo único que queda este año es la selección de los refuerzos para los play off e irnos a festejar el fin de año y especular un poco sobre lo que sucederá a partir del tres de enero en el Latino y una jornada después en el Julio Antonio Mella de los actuales campeones.

Camagüey estaba obligado a ganar el doble para asegurar el primer lugar y el derecho a sumar a Lázaro Blanco a la rotación de abridores y Miguel Borroto no escatimó pitchers para asegurar el liderazgo en la tabla de posiciones con balance de 53-37.

Con marcadores de  1-0 y 4-1 ante el ya eliminado Santiago de Cuba, los Toros dejaron a Matanzas, Las Tunas e Industriales empatados del segundo al cuarto puestos con balance de 52-38, pero ubicados en ese mismo orden por los juegos ganados y perdidos entre ellos.

Así, los Leones serán anfitriones de los camagüeyanos el día 3 y durante la jornada siguiente los Leñadores recibirán en sus predios a los Cocodrilos, sedientos de borrar la mala imagen dejada en las últimas postemporadas donde han jugado.

La semifinal fue recortada a cinco choques con una rotación de sedes que a mí no me parece la más justa: los dos primeros en la casa de los ocupantes de los lugares tres y cuatro y los siguientes, que pueden ser uno, dos o tres en el parque de los mejores en el ordenamiento tras 90 partidos.

Una fórmula simplificada de la versión tradicional de siete juegos: 2-2-1, hubiera sido mi propuesta, aunque sé que la idea es ahorrar tiempo para no comprometer la solicitud de visado en un tercer país para la Serie del Caribe en San Juan, Puerto Rico. Por suerte, la final no se alteró y se jugará al mejor en siete duelos.

Las últimas jornadas depararon cambios en algunos liderazgos individuales. Erisbel Arruebarrena mantuvo su ritmo de producción de jonrones y sobrepasó en uno a Frederich Cepeda, a quien en el juego del adiós colocaron de primer bate para que tuviera más oportunidades de sacar pelotas, pero no logró su propósito. En definitiva, el Grillo pegó 19 bambinazos y su regreso a las series nacionales después de su breve paso por las Grandes Ligas no ha podido ser mejor.

También Yordanis Samón se adueñó del liderato de average aunque oficialmente no compiló el mínimo de comparecencias necesarias, pero sumándole las 17 que le faltaban como si las hubiera fallado, según dictan las reglas, promediaría .381, por encima del tunero Yordanis Alarcón, que terminó con .378.

Y tremendo susto pasó el también tunero Carlos Juan Viera para conservar el número uno en el ranking de efectividad entre los lanzadores después de su mala apertura en el último juego contra Matanzas.

Resulta que todo lo contrario fue la actuación del cienfueguero Yasmani Insua ante Industriales, pero los errores lo privaron de su onceno triunfo. Le marcaron cuatro carreras y una sola limpia y dejó el juego cuando le faltaba un out para completar los 90 inning reglamentarios para aspirar a los premios en pitcheo.

Lo más seguro es que la dirección del equipo no estaba al tanto de ese detalle, pues ya sin opciones de avanzar a la postemporada, lo hubieran dejado terminar el inning e Insua hubiera podido encabezar esa estadística.

Viera concluyó la temporada con 2.27 de PCL e Insua con 2.21. Todo por un tercio de inning, pero su labor ese día a lo mejor despertó el interés de alguno de los cuatro mentores clasificados.

Y ya que hablamos de refuerzos, lo único seguro es que Miguel Borroto pedirá a Lázaro Blanco para fortalecer su staff, que de por sí es uno de los mejores del campeonato. Con esa pieza en la rotación sus opciones de llegar a la final aumentan en un porcentaje nada despreciable.

Entre jueves y viernes los cuerpos técnicos y sus asesores definirán sus necesidades y lo que hay disponible y hasta mirarán por fuera, o sea, algunos atletas que no están en el torneo ahora como los pitchers Liván Moinelo, Raidel Martínez y Dachel Duquesne, pues lo que más demandan los aspirantes a la corona es lanzadores y lo que hay no satisface la demanda.

De bateadores sí existe una cantidad y variedad para todos los gustos y exigencias. Los hay de tacto y de poder, con ambas virtudes en proporciones balanceadas, buenos defensores de sus posiciones, versátiles, ágiles entre bases, jóvenes y menos jóvenes, con experiencia en play off y otros listos para demostrar en el terreno sus herramientas en juegos de presión.

Queda también la definición sobre si se mantiene el calendario de la postemporada totalmente diurno o si habrá autorización para efectuar algunos partidos de noche. Sería el mejor regalo para la afición laboriosa o estudiantil, la que por la mañana y la tarde no puede ausentarse del centro de trabajo o estudio, y es tan amante del béisbol como los jubilados o los que no tienen semejante compromiso en esos horarios.

Hay mucha esperanza de que las luces se enciendan en el Latino, el Cándido González y el Julio Antonio Mella, con mesura y sin derroche, porque no son tiempos para el sobregiro en el consumo de electricidad, pero siempre hay formas para ahorrar y dejar que los play off se vivan de noche también.

Esperemos a ver qué sorpresas no deja el viernes por la noche y empecemos a hacer vaticinios. Feliz 2020.