Jugados a media mañana, los partidos del domingo han dejado muy tensa la tabla de posiciones en la Serie Nacional y no hay mejor respuesta que la de Sócrates ante lo que se avecina: solo sé que no sé nada.
Habría que recurrir a los historiadores de nuestros campeonatos, pero probablemente no haya muchos torneos en que, a la altura de tres quintos de calendario jugado, el último equipo en el escalafón esté solo a seis unidades de la zona de clasificación.
Siempre se dijo que la tendencia sería la paridad entre los conjuntos, garantía de un equilibrio que salvaría a la temporada del bostezo total, pero lo que se está viendo supera esas expectativas.
Los cambios constantes de mando en el ordenamiento seguirán signando lo que queda de competencia, pues el líder actual, Santiago de Cuba, apenas saca media raya a tres rivales, hay dos perseguidores a un partido y otro a uno y medio. Suficiente para que los ajustes y reajustes en la tabla sigan siendo noticia casi todos los días.
Pero detrás de ese pelotón hay tres elencos a solo dos juegos de diferencia y uno a tres.
Después viene Industriales, que tuvo una primera mitad para el olvido, llegó a ocupar el último puesto, pero logró detener la caída libre y anda remontando posiciones. Aún está a 5.5 rayas de la cima, pero a 3.5 del octavo lugar.
Camagüey y Granma, dos cuyas nóminas dan para aparecer en escaños de más rango, siguen en la retaguardia, pero sus saldos de cinco triunfos y cinco derrotas en los últimos partidos dan cuenta de su potencial para una reacción cuando aún hay tiempo.
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En el fondo, Guantánamo y Cienfuegos registran tendencias negativas en la decena más reciente de choques, y aunque Pitágoras se niegue a matarlos la realidad dice que solo un milagro los salva.
Este domingo, cuando la novena subserie anda por la mitad, ya Sancti Spíritus y Mayabeque aseguraron el éxito sobre Matanzas y Artemisa, respectivamente.
Los mismos Cocodrilos que barrieron a Pinar del Río en el duelo pasado, ahora no han podido con unos Gallos que han tomado un segundo aire, pese a que siguen por debajo del ecuador de la tabla de posiciones.
Mayabeque firma la mejor racha del momento, con cuatro triunfos, los tres últimos ante sus antiguos hermanos de Artemisa y ese resultado los coloca media unidad por delante de sus víctimas, pero sobre todo los oxigena anímicamente, pues sus víctimas son el conjunto revelación de la primera mitad del campeonato.
Holguín mantiene su paso estable y la división de honores dominical ante Camagüey, únicos que jugaron doble cartelera, reafirma que los Cachorros pueden vivir una temporada como sueñan sus seguidores, que no ven a su equipo en un podio desde el lejano 2002, cuando ganaron aquel histórico título, su única medalla en 45 presentaciones.
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Con esos truenos no hay calma para nadie, y menos ahora que se va acercando el final de la fase preliminar. Las subseries de cinco juegos comen calendario en mordiscos grandes y no hay tiempo para una recuperación como en los campeonatos normales.
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