Cuba a San Salvador: picheos en zona de duda

Cuba va a San Salvador enfocado, sobre todo, en ganar. Otra no puede ser la aspiración del equipo de béisbol, cuya nómina fue anunciada este martes y ha generado, como siempre, mucha polémica.

De los 24 jugadores, 13 estuvieron en el pasado Clásico Mundial bajo las riendas del mismo mentor, Armando Jonhson, quien mantiene su política de reconstrucción, y esa base debe asumir el protagonismo en el certamen, que ni por asomo será un manjar para los nuestros.

Ya no hay torneo internacional donde se pueda dar a Cuba de favorito. Ni siquiera los que se juegan en Europa.

Dos de los ocho rivales en San Salvador, México y Venezuela, aparecen mejor ubicados que los nuestros en el ranking de la Confederación Mundial de Béisbol y Softbol (WBSC, por sus siglas en inglés) y aunque no vayan a los Juegos con sus selecciones de lujo, tienen potencial para armar equipos muy competitivos, capaces de derrotarnos.

Leyendo y releyendo cada nombre escogido, analizando sus herramientas y potencial me queda claro que es un elenco, además de joven, versátil, y con herramientas para construir carreras y hambre de ganar.

Con la vitrina seca de títulos, los Juegos Centroamericanos y del Caribe pudieran exhibir un trofeo que sin sobresaltos alumbre un camino de más éxitos y menos vergüenzas en el campo de juego.

Sin embargo, también hay varios mensajes que me preocupan. Si al Clásico Mundial y el Premier 12 se pretende convocar a jugadores profesionales, incluso sin vínculos con la Federación Cubana de Béisbol, pero sí muy bien posicionados en el imaginario de la afición, y qué bueno eso, aplaudo la idea, porque a u torneo, sea el que sea, se va a ganar, qué queda para quienes se pasan todo el tiempo jugando bajo el implacable sol del Caribe y más por pasión que dividendos hasta económicos.

Se dice, además, que a los Juegos Panamericanos se pretende llamar a jóvenes de ligas menores, entonces mi preocupación es mayor, pues hoy nuestros campeonatos nacionales, por muy grises que sean en cuanto a calidad y espectáculo, se sostienen por quienes, viendo el escenario actual, ven ahora menos opciones de representar a Cuba en el extranjero.

Reitero la idea de que un equipo nacional no es un Todos Estrellas, ni puede serlo si el propósito es competitivo y no de premio. Además, hay dinámicas grupales que no entienden de estadísticas ni son visibles al ojo común.

Pero creo, también, que una estrategia reconstructiva no debe ser radical, al menos en el contexto cubano. En el béisbol nuestro coexisten ahora mismo dos extremos generacionales que sostienen las temporadas nacionales, y los unos y los otros deberían ser tomados en cuenta para que no haya desmotivaciones que resientan aún más la lánguida serie doméstica que se juega.

Hay peloteros cuyas herramientas y números califican para un evento internacional como el que se avecina. Podrán haber pasado sus mejores años, pero dejarlos fuera de manera tajante a casi todos envía un mensaje contundente a una generación que hoy mismo es protagonista en la Serie Nacional.

Pienso en Frederich Cepeda, Yordanis Samón, Erly Casanova, Yosvani Alarcón…, todos con muy buenas actuaciones en el actual campeonato y que, al menos a mí me cabían en esa plantilla, si no todos, algunos, y la señal enviada a los de su generación sería entonces de que sí cuentan.

Todavía no encuentro argumentos, ni pasado el evento, para haber dejado fuera del Clásico a Cepeda, un símbolo de nuestro béisbol.

Releo las actuaciones de Erly Casanova en la actual campaña, con su seguidilla de juegos completos, y lamento su no inclusión en el equipo cubano.

Y resulta también difícil explicarles a los líderes de los más importantes departamentos de juego que no cupieron en esa selección, jóvenes varios de ellos. No todos, insisto, pero que ninguno esté deja también un mensaje, y ojalá no desestimule.

Es un equipo, son solo 24 jugadores; difícil escoger. Todos los elegidos tienen méritos, aunque a mí en lo particular me hubiera parecido más justo buscar un mejor balance que asegurara el mismo sueño y dejara claro el mensaje de que nuestra Serie Nacional no se juega solo para la provincia.