Tensa elección presidencial en Panamá el próximo domingo

Panamá, famosa por su canal intercontinental, elegirá el próximo domingo al sustituto del derechista presidente Ricardo Martinelli, mientras dos grandes sectores obreros —el de los docentes y  el de la construcción— mantienen huelgas por tiempo sin definir debido a reclamos de diverso tipo, entre ellos, el aumento de salarios.

Mientras los candidatos a la Primera Magistratura cierran sus campañas electorales con fecha tope el venidero jueves, los 15 gremios integrantes de la Unión Nacional de Educadores de Panamá (UNEP) mantienen un paro general, y este martes convocaron a una marcha nacional para exigir un aumento de 300 dólares sobre el salario base.

El propósito de la caminata es solicitarle una reunión a la Ministra de Educación, Lucy Molinar, para tratar de iniciar un diálogo con los maestros que lleve a las partes a un acuerdo sobre los dos puntos discordantes con el gobierno: un mejor pago y el proceso de autoevaluación de los docentes respetable, sin incertidumbres ni inestabilidad.

El secretario general de la Asociación de Profesores (Asoprof), Diógenes Sánchez, desmintió que luego de la evaluación profesional hecha en varios colegios, los maestros hubieran recibido el estipendio ofrecido de 300 dólares, y advirtió que no es verdad que habrá un incremento salarial de 900 dólares en tres años, pues se trata de un bono compensatorio.

Mientras, el Sindicato Único de Trabajadores de Construcción y Similares (Suntracs) y la Cámara del ramo (Capac) siguen sin ponerse de acuerdo, lo que mantiene la huelga de 70 mil obreros y la paralización de 400 grandes proyectos, entre ellos, la ampliación del Canal de Panamá.

Desde hace tres días quedaron paralizadas las obras debido a la discordia entre el gremio y Capac  respecto al Convenio colectivo que regirá las relaciones laborales entre las partes en los próximos cuatro años. Los obreros piden un aumento de un 20 por ciento del salario cada año y bonificaciones y beneficios especiales para quienes trabajan en megaobras de grandes capitales.

Es en este contexto en que cerca de  2,5 millones de panameños (1,46 millones inscritos en partidos) están convocados el próximo domingo para elegir un presidente con su vicepresidente, 71 diputados de la Asamblea Nacional, 20 al Parlamento Centroamericano, 77 alcaldes, 648 representantes de corregimiento y siete concejales.

En opinión de algunos analistas estos serán los comicios más reñidos de la historia, dada la diferencia mínima indicada por las encuestas sobre intenciones de voto.

MÁRGENES MUY ESTRECHOS

El aspirante con mayor posibilidad hasta ahora, pero por estrecho margen, es el oficialista José Domingo Arias, del partido Cambio Democrático de Martinelli y el Movimiento Liberal Republicano Nacionalista, quien obtuvo el 37,5 por ciento de las intenciones de voto, según la encuestadora Quantix Panamá S.A, divulgado por el diario La Prensa. Relativamente desconocido en la política, se considera que está apuntalado por el Mandatario, quien mantiene una permanente intervención en su campaña política, pese a la prohibición de la Constitución Nacional al respecto.

Esa firma colocó en segundo lugar, con un 31,5 por ciento, a Juan Carlos Navarro,  exalcalde capitalino y candidato por el opositor Partido Revolucionario Democrático. En tercer lugar apareció el opositor del partido Panameñista Juan Carlos Varela, con un 26,7 por ciento de intención de voto.

La investigación alcanzó a dos mil 930 personas entre el 19 y 22 de este mes, con un margen de error de 1,81 puntos porcentuales.

Una encuesta de Ipsos para el canal de televisión Telemetro y el diario La Estrella de Panamá, ambos independientes, indica un empate técnico entre Navarro (34,2) y Arias (33,9), con Varela (29,1), en alza. En el sondeo participaron dos mil 580 ciudadanos entre el 14 y 21 pasados. El margen de error es de 1,93 puntos.

El gerente de Ipsos, Mikäel Pasco, puntualizó al periódico La Estrella de Panamá que “cualquiera de los tres podría ser electo”. Podría pesar mucho el día de los comicios la postura que adopten los indecisos, que su empresa considera un 20 por ciento de los convocados.

Con resultados previos tan parejos resulta difícil un pronóstico seguro. Los tres aspirantes deben atraer, hasta el jueves, al alto número de votantes indecisos. De ser derrocado Arias, la corriente política derechista sufriría un duro revés ante su aliado Estados Unidos, prácticamente poseedor de los grandes consorcios que operan en el istmo.

Para politólogos, la masa de indecisos -que alcanza el 13,3% por cierto- , podría ser determinante en la definición del ganador, debido a lo cual cada partido tratará de movilizar ese personal a las urnas, de ahí que se estima hay una impredecible y reñida puja por la presidencia.

Si gana Arias, 50 años, exministro de Viviendas, se mantendrá la misma política neoliberal que anima al gobierno de Martinelli, abanderado de la derecha que quiso llevar la situación política de Venezuela al seno de la Organización de Estados Americanos (OEA), moción que fue derrotada. También este millonario e injerencista político ofreció a la opositora venezolana María Machado un asiento en la OEA como representante de su país. Venezuela rompió relaciones diplomáticas con Panamá el pasado mes ante su hostil actitud.

El Mandatario considera que su candidato ganará, pues se autodenomina el fundador del Panamá moderno. Sin embargo, la historia lo desmiente, porque el crecimiento económico de esta nación centroamericana es el resultado de la visión de quienes sentaron las bases sobre las que se apoya, que es el Canal cuya lucha por la devolución a la administración panameña constituyó la obra cumbre del fallecido General Omar Torrijos Herrera.

Expertos consideran que el gobierno de Ernesto Pérez Balladares jugó también su rol cuando abrió las puertas de la modernidad al Estado panameño al recibir el Canal e iniciar la ampliación de la infraestructura nacional, mientras que la administración del presidente Martín Torrijos promovió la puesta en marcha de su ampliación, iniciando la expansión económica de hoy.

¿QUÉ OPINAN LOS CANDIDATOS DE LA OPOSICIÓN?

Respecto a las ideas políticas de los otros dos postulados, Navarro, de 52 años, ocupante de la alcaldía capitalina durante una década, basó su campaña en el ataque a la inseguridad y la corrupción. Prometió también reducir el alto costo de la vida, considerado un grave problema social para los panameños.

También Varela, 50 años, quien se separó de Martinelli desde hace más de dos años aunque sigue siendo el vicepresidente del país, hizo énfasis en los cambios sociales necesarios en Panamá, en especial evitar los eventos especulativos y los altos precios. El candidato planteó además que, de ganar la presidencia, instalará un gobierno de "unidad nacional", honesto, que con vocación va a cambiar la política en Panamá para que sea un servicio al pueblo y no un negocio como ha sido", añadió Varela.

Los dos aspirantes opositores coinciden en la necesidad de renovar la estructura política nacional mediante una Asamblea Constituyente, implantar un gobierno de unidad nacional y lograr la separación de poderes.

Como uno de los grandes riesgos de estos comicios se plantea la intervención del gobierno a favor de su candidato hasta el último momento.

Durante una intervención en el TVN, Canal 2, Ebrahim Asvat  expresó: “El margen cada vez se ha ido apretando para estas elecciones” y agregó que “ese día (el 4 de mayo) hay que estar prevenidos”.

También el exmagistrado del Tribunal Electoral, Guillermo Márquez Amado, precisó que “hay una campaña que no ha sido equitativa y ha favorecido el oficialismo”. “Me inquieta, dijo, la injerencia del Ejecutivo”.

Panamá celebra el próximo domingo la que ya es considerada la elección más importante de las últimas décadas pues decidirá entre dos proyectos políticos diferentes. O Arias logra la relección de la derecha, la imposición y la arrogancia de Martinelli, un títere de la Casa Blanca, o se logra la refundación nacional, en un ambiente progresista, según han prometido los postulados opositores.