Los derroteros de los grupos imperiales de poder no tienen barreras. El fin siempre “justificará” los medios, no importan las inconsecuencias, los contrasentidos, las mentiras y el embaucar permanentemente a sus propios conciudadanos, porque lo que realmente “vale la pena” es salirse con la suya.
En consecuencia, no hay límites ni consideraciones a la hora de utilizar todo el arsenal injerencista y desestabilizador, incluidas las hipócritas alianzas con grupos, sectas y entidades que profesan las ideas más racistas, xenófobas, extremistas y violentas conocidas en la historia del devenir humano. Y es que en el altar de la conquista y el expansionismo se puede sacrificar todo.
¿Acaso alguien medianamente informado puede negar a estas alturas los vínculos oficiales norteamericanos con terroristas y mercenarios netos como los que militan en las filas de Al Qaeda?, por solo citar un ejemplo.
Vale recordar que los lazos entre Washington y el cabecilla Osama Bin Laden —quien luego mordería la mano de sus apuradores y padrinos el once de septiembre de 2001— vienen desde los días en que Occidente intentaba defenestrar a las autoridades progresistas afganas por sus estrechos vínculos con la desaparecida Unión Soviética.
Lazos con el terrorismo islámico que ganaron en fuerza al cierre de los años setenta con la entrada en Afganistán del Ejército Rojo a pedido del gobierno de Kabul, y que tendrían continuación cuando los talibanes resultaron los “elegidos” por los intereses monopólicos norteamericanos como los “unificadores” del contexto afgano luego de la salida de las tropas de Moscú, el derrocamiento de la administración progresista, y la artificial división del país en áreas bajo el control de los “señores de la guerra”.
Las ulteriores presiones norteamericanas para un presunto arreglo interno en Afganistán ante la prolongación de la violencia intestina entre facciones extremistas, originó la ira de Bin Laden y la realización de los atentados contra las Torres Gemelas y el Pentágono, lo que sospechosamente entregó en bandeja de plata la oportunidad a Washington de desatar las invasiones armadas en Afganistán e Iraq, el ulterior derrocamiento de las autoridades libias, y la aún vigente agresión a Siria.
Y para tales menesteres, no hubo mayores escrúpulos entre los hegemonistas para admitir nuevamente la utilización de la propia Al Qaeda en sus actuales aventuras de conquista en Asia Central y Oriente Medio.
En consecuencia, lo cierto es que no existen límites de ninguna clase que detengan las ínfulas interventoras imperiales, y por tanto para nada importan la catadura y los métodos asesinos de quienes son sumados de una forma u otra a la concreción de tales apetencias.
Y las alianzas de las fuerzas con la escoria universal siguen su curso como una táctica que no puede ser abandonada.
Ucrania y los explosivos sucesos que allí se desarrollan, vuelven a mostrar los pocos escrúpulos de los hegemonistas globales.
En sus esfuerzos por cercar a Rusia, que junto a China son clasificados por Washington como los “grandes oponentes estratégicos de nuestra época”, Occidente no ha vacilado en aupar a grupos neonazis ucranianos, con abiertos y declarados vínculos con los fascistas alemanes y de otras latitudes.
De hecho, cabecillas de esos extremistas aparecen entre quienes aspiran a hacerse con el gobierno en Kíev, a la vez que claman por eliminar a los comunistas y a toda la población no autóctona, a la usanza del régimen de Adolfo Hítler.
Y escúchese luego a los voceros imperiales y a su aparato mediático clamar contra las medidas que Moscú ha adoptado en las últimos días para preservar la seguridad de los ciudadanos de origen ruso en Ucrania, especialmente en la república autónoma de Crimea, y evitar —según consta en tratados suscritos con Kiev— que el cerco agresivo contra el gigante euroasiático gane nuevos espacios en la zona del Mar Negro y la frontera oeste.
Socios terribles
En sus afanes hegemónicos los círculos imperiales de poder no raparan en las más controvertidas alianzas...
1 comentarios
372 votos
Lili Paws Up Blanco Chavez desde FB
5/3/14 15:21
Intereses del imperio se sintetizan en la esclavitud del hombre y la apropiación de los recursos de los países diversos.-
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