Nada queda oculto bajo el sol… si lo sabrán bien los norteamericanos a lo largo de su controvertida historia como nación.
De manera que en los Estados Unidos pueden publicarse y decirse muchas cosas sobre un asunto en determinado instante. Al final, pasen meses, años o siglos, buena parte de la verdad suele salir a flote.
Es entonces la hora de enterarse –por ejemplo- de que cierto presidente o determinados políticos no eran tan rectos como aparentaban; o que los servicios nacionales de seguridad llegan –como vulgares mafiosos- hasta el asesinato frío y calculado; o que lo que ayer se calificaba de operación humanitaria no era más que una burda intervención militar.
Y algo de eso acaba de suceder mediante las revelaciones del laureado periodista estadounidense Seymour Hersh, premio Pulitzer 1970, quien afirmó hace apenas horas que el publicitado ataque con gases químicos ocurrido en Damasco el 21 de agosto de 2013, en que perdieron la vida cientos de civiles, no fue obra del gobierno sirio, tal y como se intentó hacer creer al mundo, sino una operación organizada por Turquía con el uso de los grupos mercenarios que atacan Siria, para crear un pretexto que facilitara a Washington realizar un ataque militar directo contra la administración de Bashar el Assad.
A partir de informaciones de un agente norteamericano cuya identidad no revela por elemental asunto de seguridad, Hersh indica como Ankara entregó el gas sarín a los titulados rebeldes sirios, les entrenó en su uso, y los remitió al interior del vecino país para matar civiles.
Era la manera – dijo el informante- de impulsar a Barack Obama a desembarcar tropas en Siria, luego de que el presidente había indicado de forma reiterada que el uso de armas químicas era una “línea roja” que Damasco no debía cruzar so pena de un enfrentamiento directo con los Estados Unidos.
Hersh, que se hizo con el Pulitzer cuando publicó un artículo sobre la masacre de las tropas norteamericanas en la aldea vietnamita de My Lai en 1968, refiere que la Casa Blanca llegó incluso a fijar el 2 de noviembre del pasado año como la fecha para el ataque contra Siria, solo que otras fuentes secretas advirtieron que el pretexto era no válido.
De hecho, Damasco y Moscú habían mostrado profusión de pruebas que indicaban claramente el origen verdadero del ataque con armas químicas y a sus autores, y aunque en la Casa Blanca se hablaba de patrañas y falsedades con relación a tales informes “enemigos”, la fragilidad del subterfugio se impuso finalmente.
En consecuencia, los planes de guerra abierta debieron engavetarse por el momento, solo que el tiro de gracia procedió precisamente de los aparentes “culpables”, cuando Damasco y el Kremlin anunciaron un plan para desmantelar ordenadamente los arsenales químicos sirios, tal y como se está ejecutando hasta nuestros días.
Por demás, no parece que la suerte está acompañando a las banda terroristas que han sido infiltradas en Siria, ni mucho menos a quienes las pagan, entrenan y arman.
Según los más recientes partes de guerra, el Ejército nacional ha logrado el casi total control sobre las ciudades y poblados colindantes con la frontera con el Líbano, lo que lo coloca en posición de dominar otras áreas utilizadas por los mercenarios como línea de abastecimiento desde el exterior.
Al tiempo, se recrudecen los enfrentamientos intestinos entre las facciones agresoras a partir de ambiciones personales y sectoriales, y el deseo de algunos grupos, los más estrechamente ligados a Al Qaeda, de monopolizar la jefatura de los titulados rebeldes.
En pocas palabras, que Siria y quienes les apoyan parecen seguir consolidando el control de la situación interna local, en lo que se anuncia como un posible fracaso para la aplicación en ese país de la fórmula injerencista que se desplegó en Libia y que puso dramático fin a las autoridades de Trípoli.
graciela
17/4/14 14:34
como siempre los paise mas agresivos y menos escrupulosos van apoderandose por medio de la fuerza de lo q quieren y para ello necesitan ser dueños de la informacion y manejar la opinion.....
Términos y condiciones
Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.