Quizás la enseñanza política más importante legada a su pueblo por el fallecido presidente venezolano Hugo Chávez es el sentido de la unidad y la resistencia, ahora demostrada en el blindaje interno de la Revolución Bolivariana ante el continuado acoso de Estados Unidos (EE.UU.) y sus compinches de turno.
Venezuela viene demostrando en los 20 años de hostigamiento del imperio más poderoso del planeta, que la conciencia popular se ha fortalecido, en tanto la unión cívico-militar deviene el eslabón más poderoso de defensa del proceso revolucionario. Un farallón contra el que han fracasado hasta ahora todos los intentos estadounidenses de apoderarse del país y sus enormes recursos naturales.
Tres golpes de Estado ha propiciado Washington contra el gobierno del país suramericano. Primero contra Chávez en el 2002 y luego contra su sucesor político Nicolás Maduro, a quien le están propinando un continuado golpe de estado desde que asumió hace cinco años con dos elecciones presidenciales a su favor.
Solo Cuba, ahora también bajo la presión de nuevas sanciones económicas de Washington –a la que irresponsablemente acusa de mantener a Maduro en el gobierno- ha resistido 60 años el bloqueo económico, comercial y financiero bajo el cual han vivido tres generaciones en la isla.
Aunque el expresidente Barak Obama consideró esa agresiva política un fracaso, el nuevo mandante de la Casa Blanca, Donald Trump, hizo retroceder las aun débiles relaciones restablecidas entre los dos países en 2014. Además, impuso el agresivo Título III de la Ley Helms-Burton, que recrudece la extrema y unilateral medida, en su afán de derrotar el proceso revolucionario cubano.
El pueblo revolucionario de Cuba, como el de Venezuela, mantiene sus principios políticos, sigue en resistencia y establece nuevos métodos gubernamentales bajo la presidencia de Miguel Díaz-Canel, en los que prima el trabajo sostenido a favor de la población.
Para enfrentar las arremetidas imperiales, Caracas también blinda a la Revolución en distintos frentes, desde el diplomático hasta el militar -hay más de dos millones de milicianos salidos de la población- pasando por nuevos enfoques en los métodos de trabajo por la dirección del país. ¨ Un acercamiento, dijo Maduro, con el pueblo, barriada por barriada¨.
En medio de la batalla que libra por seguir triunfante a pesar de los ataques de EE.UU., -que hasta nombró al diputado opositor Juan Guaidó como presidente interino del país- el pasado fin de semana el pueblo venezolano participó en la Jornada Nacional de Diálogo y Rectificación, que recogió propuestas para perfeccionar los métodos de gobierno y consolidar cambios en la Revolución, según el jefe de Estado.
- No podía ser de otra manera. El pasado 30 de abril ocurrió en Caracas otra intentona de golpe de estado cuando mediante mentiras fueron llevados hasta las inmediaciones de la base aérea La Carlota un grupo de soldados para dar la impresión de que se alzarían contra la Revolución. De inmediato trascendieron en las redes noticias mentirosas sobre un alzamiento militar y la huida de Maduro al exterior.
- Millares de venezolanos dieron una rápida respuesta a los planes del fracasado Guaidó –que estaba en una carretera cercana a la base con varios diputados opositores en espera de los acontecimientos- y, repitiendo la escena ocurrida en el 2002, se reunieron en torno al Palacio de Miraflores (sede gubernamental) para defenderlo de un posible ataque de la contrarrevolución.
- Parecía que la manida frase amenazante de la administración Trump ¨todas las opciones están sobre la mesa¨ (incluida la militar) podría cumplirse ese día. Sin embargo, en cuestión de minutos y bajo la orientación del Partido Socialista Unido de Venezuela, los revolucionarios se unieron en espera de órdenes. Allí pasaron ese día 30 y allí esperaron el desfile del primero de mayo, día internacional de los trabajadores, para ratificar su apoyo a la Revolución y al presidente legítimo del país.
- Lo ocurrido este fin de semana en Venezuela confirma la integración lograda por Maduro con su pueblo. Una participación masiva de distintas fuerzas sociales y políticas en cada comunidad hizo propuestas para –tal como solicitó el gobernante- perfeccionar métodos y consolidar cambios.
- Solo el sábado se realizaron 16 800 asambleas en los 335 municipios de la nación, en las que participaron movimientos sociales de base, como los Consejos Comunales, las Unidades de Batalla Bolívar-Chavez, los Círculos de Lucha Popular, la Organización Bolivariana de Estudiantes, y organizaciones políticas, entre ellas, el Frente Francisco de Miranda y el PSUV. Además estaban presentes los gobernadores, ministros, alcaldes y legisladores.
Las propuestas emanadas de esas reuniones fueron presentadas a Maduro el pasado lunes y serán plasmadas en cinco líneas temáticas: paz y justicia social, economía, transformación popular y revolucionaria del Estado, protección social del pueblo y ciudad socialista.
Algunos analistas se preguntaron –según agencias internacionales de noticias- de que serviría un programa nacional de transformaciones y rectificaciones en la Revolución Bolivariana, si Venezuela vive bajo la amenaza de una intervención militar que, aunque niega en distintos foros, puede dirigir EE.UU. contra el país una vez comprobado que sus planes continúan fracasando.
Maduro dio una respuesta clara: ¨hay que mejorarlo todo y rectificar los errores en medio de la batalla¨.
Esta nueva etapa planificada por las autoridades democráticas de Venezuela demuestra a sus enemigos que existe en ese país una fortaleza interna capaz de vencer los obstáculos y agresiones que día a día sufre el abnegado pueblo que, de la mano de Chávez, comprendió qué significa la dignidad y la independencia.
Mientras la contrarrevolución dirigida por Washington y su marioneta Guaidó siguen tejiendo conspiraciones, la Revolución se fortalece y sigue adelante.
Adela Castanedo
18/5/19 23:32
Vencerán
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