El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador mostró en el primer informe de su gobierno al país los logros de sus nueve meses de mandato, y también lo mucho que queda por resolver, en especial la seguridad pública y la lucha contra la corrupción, entrecruzadas en ocasiones.
“Si me piden que exprese en una frase cuál es el plan del nuevo gobierno, es acabar con la corrupción y la impunidad", aseguró en su intervención de más de una hora en el Patio de Honor de la sede gubernamental.
López Obrador (AMLO para los medios y la gente) invitó a legisladores y figuras de la política a escuchar su intervención el pasado día 1, en el que destacó que su país vive la Cuarta Transformación (4T) con el respaldo de un 70% de la población en la actualidad, un 17% más que cuando fue electo en 2018.
El presidente y líder del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) subió los índices de apoyo a su gestión debido –según observadores-. A las medidas adoptadas durante su corto mandato, en el que, como repite, gobierna ¨a favor de los pobres¨.
En la visión del Mandatario, México vivió su primera transformación a comienzos del siglo XIX con las figuras de los sacerdotes Miguel Hidalgo y José María Morelos; la segunda a mediados de ese siglo con Benito Juárez y sus leyes, entre ellas la que separó la Iglesia y el Estado (algo impensable para la época y un gran paso de avance político), el rechazo a la invasión de Francia y el imperio de Maximiliano; la tercera fue la Revolución Mexicana de 1910. Ese año, el presidente Lázaro Cárdenas, dictó la reforma agraria y la nacionalización del petróleo.
Pasaron 109 años hasta que AMLO decretara la cuarta transformación del antiguo país de los aztecas con su programa de democratización social, la lucha contra la corrupción (resultante de pésimas políticas gubernamentales y el narcotráfico, entre otras causas) y la prioridad que hasta ahora concede a los sectores más pobres de la sociedad. ¨Primero los pobres¨, dijo en su campaña electoral, lo cual viene cumpliendo, según demostró en esa llamada rendición de cuentas a los mexicanos, dictada por ley.
Si la victoria electoral de AMLO carece de antecedentes en México –con la que hizo a un lado a los tradicionales partidos Revolucionario Institucional (PRI) y el Acción Nacional (PAN) también lo es el aumento de su popularidad...
Nadie piense, sin embargo, que gobernar es fácil para AMLO. México tiene 3 200 kilómetros de frontera con Estados Unidos (EE.UU.), que siempre ha impuesto sus órdenes a gobiernos mexicanos lacayos, y también debe enfrentar la crueldad de la violencia de los grupos de narcotráfico y mafiosos, que constituyen, según politólogos, la jefatura en varios estados en contubernio con policías y militares corruptos.
En su lucha por acabar con los corruptos, AMLO quebró los privilegios que causaban irritación a la enorme población mexicana, estimada en 125 millones de individuos, de los cuales 52,4 millones se encontraba en pobreza en 2018, y 9,31 millones en "pobreza extrema", indican cifras del estatal Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
El mandatario va rompiendo tradiciones de todo tipo, entre ellas la entrega al pueblo de la lujosa residencia Los Pinos -que ocuparon sus predecesores - convertida en un complejo cultural visitado ya por más de un millón de ciudadanos, en tanto reside en un departamento del Palacio Nacional - casa de gobierno- , en el populoso Zócalo capitalino. Por su orden fue vendido el avión presidencial y usa para su traslado vuelos comerciales. Comienza sus despachos de lunes a viernes a las 06:00 (hora local), y una hora después de reunirse con su gabinete de seguridad y otros Secretarios, se reúne con la prensa, de pie, durante dos horas.
Hizo más: rebajó su salario y el de su gabinete para que ese dinero considerado excedente fuera entregado directamente a comunidades pobres para evitar eventuales desvíos.
El autocrítico informe de AMLO a la nación también indica las principales medidas puestas en marcha, entre ellas el fin de la guerra contra el narco en su antigua versión y la suspensión en ese entorno de las Fuerzas Armadas. El enfrentamiento con las mafias delictivas se hará mediante el empleo de la Guardia Nacional, un cuerpo recién creado con 58 000 efectivos hasta ahora, que tiene la orden expresa de no reprimir a la población.
Su gobierno derogó la reforma educativa neoliberal implantado por su antecesor Enrique Peña Nieto, elevó el salario mínimo al nivel más alto de los últimos 16 años, implantó la salud gratuita para las personas de menos ingresos, y entregó becas a 10 090 000 estudiantes de tres niveles de enseñanza, incluida la universitaria. Creó 300 000 empleos y ahorró de 500 000 de pesos mexicanos al quitar lujos y privilegios. Puso en operación 100 universidades Benito Juárez, anunciadas al inicio de su mandato.
Programas dirigidos a la masa de jóvenes llamados ¨ni-ni¨ (que ni estudian ni trabajan y son caldo de cultivo para la delincuencia y el narcotráfico) con lo que podría cortar de raíz los vínculos que muchos mantienen con la violencia. Ya 39 000 jóvenes de 18 a 30 años pertenecientes a esos grupos están aprendiendo distintos oficios.
Grandes obras públicas acompañan la gestión gubernamental. En pauta están, por ejemplo, el nuevo aeropuerto en Ciudad de México que acompañará al actual ¨Benito Juárez, la construcción del Tren Maya, que brindará empleos en la zona suroeste y una conexión formidables para una región con grandes riquezas económicas y turísticas pero con amplias necesidades sociales.
Las Fuerzas Armadas no vieron con buenos ojos la disolución del Estado Mayor Presidencial, una fuerza que el presidente devolvió a sus orígenes. Ese cuerpo militar estaba compuesto por subordinados leales a los anteriores gobiernos neoliberales.
Para este líder de 66 años, que avisó no irá a una reelección, el Ejército actual debe ser como el nacido en 1917 de grupos armados revolucionarios. Los miembros de ese cuerpo, y así lo dijo el pasado domingo, y los marinos ¨son pueblo uniformado¨.
Con pies de gato, el presidente ha manejado sus relaciones, expresó, ¨de respeto mutuo¨ con Estados Unidos y recordó que hay aun millones de mexicanos en ese país que padecen situaciones adversas y su Gobierno los defiende “con todos los instrumentos legales a su alcance".
Los emigrantes de México en Estados Unidos –donde son discriminados y realizan los peores trabajos con bajos salarios- fueron catalogados por AMLO como ¨héroes vivientes¨ que laboran en suelo ajeno para enviar a sus familiares remesas anuales que ascienden a 35 000 millones de dólares. O sea, el mayor ingreso de divisas que ingresan al país.
En el epígrafe económico, el Mandatario celebró el comportamiento de diversas variables en el segundo trimestre de 2019 que registró el superávit más importante desde 1980. La inflación en julio pasado se ubicó en 3.8 %, la más baja desde diciembre de 2016, las reservas internacionales se incrementaron en 54 mil 200 millones de dólares y se registró la captación de 18 mil millones de dólares por inversión extranjera. También informó que el robo de combustibles se redujo en un 94% y ello permitió recuperar 50 000 millones de pesos este año.
El gobierno mexicano tiene muchos adversarios. Desde medios de comunicación a los que AMLO califica de ¨la prensa fi-fi¨ (la conservadora que responde a intereses hegemónicos), que sigue yendo a sus conferencias llamadas ¨las mañaneras¨, hasta los políticos tradicionales en desacuerdo con sus políticas.
Para ellos, también tuvo palabras en su informe a la nación. Refirió que quienes se oponen a su gestión no han podido unirse ni demostrar que el periodo neoliberal fue mejor para México. ¨Están, aseguró, moralmente derrotados¨ (…) porque no han tenido oportunidad de establecer un paralelo entre la nueva realidad y el último periodo neoliberal, caracterizado por la prostitución y el oprobio, que se ha convertido en una de la épocas más vergonzosas en la historia de México".
En un claro mensaje a la oposición, refirió que "No han podido constituir o crear un grupo o una facción con la fuerza de los reaccionarios de otros tiempos". "(Si se sigue) actuando de forma ética y aplicando con voluntad firme la política de moralizar la vida pública, nada ni nadie podrá detener la aplicación del principio supremo de la soberanía del pueblo, y el interés nacional se impondrá a los hombres ambiciosos seducidos por el falso brillo de lo material y lo mezquino".
Así va marchando México, una nación que va cambiando día a día, con grandes problemas por resolver, pero con la voluntad política de constituirse en un ejemplo de buen gobierno para América Latina y el Caribe.
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