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domingo, 17 de noviembre de 2024

Espionaje, ¿una nueva forma de hacer política?

En las últimas semanas medios de prensa alemanes, en particular Sueddeutsche Zeitung, citaron datos revelados por WikiLeaks que revelaban que Estados Unidos espió a la canciller Angela Merkel y varios ministros alemanes...

Linet Perera Negrín en Exclusivo 10/07/2015
3 comentarios

En las últimas semanas, medios de prensa alemanes, en particular Süddeutsche Zeitung, citaron datos dados a conocer por WikiLeaks que revelaban que Estados Unidos espió a la canciller Angela Merkel y a varios ministros alemanes.

Las informaciones de WikiLeaks detallan que se produjeron supuestas escuchas al Banco Central Europeo (BCE) y a los ministerios de Economía, Finanzas y Agricultura de Alemania. Un hecho que une al espionaje al teléfono móvil de Merkel en el 2013.

La lista más reciente, que fue censurada parcialmente, contenía números de teléfono y de fax utilizados por los ministerios alemanes de Economía y Finanzas, entre otros, indicó la AP.

Esta información indicó que la Agencia de Seguridad Nacional de EE.UU. (NSA, por sus siglas en inglés) ha estado interceptando comunicaciones de altos funcionarios alemanes desde el gobierno de Bill Clinton (1992-2001)

Algunos sectores en Alemania expresaron que los nuevos documentos demuestran que Estados Unidos también realiza espionaje económico a naciones aliadas.

Una de las líneas pinchadas era la utilizada por Oskar Lafontaine en su etapa como ministro alemán de Finanzas, cargo que ocupó unos meses entre 1998 y 1999.

Esa línea telefónica, aún en uso, pertenece actualmente a la secretaría del Ministerio de Finanzas de Wolfgang Schäuble. Mientras, las escuchas al BCE afectaron solo a una línea de la dirección de desarrollo económico.

El diario Süddeutsche Zeitung publicó además el informe de la NSA sobre una conversación que mantuvo Merkel, el 9 de octubre de 2011, con un asistente no identificado, sobre la situación de Grecia. En ella se abordaron las diversas opciones que se barajaban en ese momento, en la que cual, la canciller mostró sus dudas ante una eventual anulación de la deuda.

Por su parte, Berlín advirtió a Washington que las prácticas del espionaje de la NSA pueden afectar las relaciones entre los dos países.

Así dijo el jefe de la Cancillería Federal de Alemania, Peter Altmaier, al convocar al embajador de Estados Unidos, John B. Emerson, para pedir explicaciones por presunta vigilancia a varios ministerios germanos.

El jefe de de la Cancillería Federal de Alemania citó al embajador de EE.UU. en Alemania y “dejó claro que el respeto de la legislación alemana es insoslayable y se perseguirán las violaciones detectadas”, señaló el portavoz del Gobierno alemán, Steffen Seibert.

El Gobierno alemán se toma muy en serio la información que apareció en la prensa; será analizada y evaluada por los departamentos competentes, agregó Seibert.

Desde Estados Unidos, el portavoz del Departamento de Estado, John Kiry indicó que el embajador Emerson se había reunido con el jefe de personal del canciller. Pero, “como es un asunto de política, no vamos a comentar sobre acusaciones de inteligencia específicas o la veracidad de filtración de documentos”, indicó.

Por su parte, el ministro alemán del Interior, Thomas de Maizière, admitió en declaraciones a la televisión pública ARD, que tras las primeras revelaciones sobre las escuchas —incluido el móvil de Merkel— Alemania se ha vuelto más desconfiada respecto al trabajo de los servicios secretos de países occidentales.

El espionaje de la NSA al Gobierno alemán está siendo investigado por una comisión parlamentaria. Su presidente, Patrick Sensburg, dijo también en declaraciones a la ARD, que está convencido de que las escuchas se prolongaron por lo menos hasta finales de 2012.

Este no es el único escándalo relacionado con escuchas ilegales. Recientemente se dio a conocer que a pesar de que la NSA ha espiado a Alemania, ambos han colaborado espiando a terceros.

A principios de febrero, el diario germano Zeit divulgó que el Servicio Federal de Información (BND), uno de los tres servicios secretos alemanes, espiaba las llamadas telefónicas y las comunicaciones de ciudadanos de varios países (entre ellos Francia y Bélgica) y de empresas europeas. Además, enviaba datos a los servicios de Inteligencia de Estados Unidos, entre ellos la NSA.

De acuerdo con esas informaciones, la NSA transmitió a la BND un listado con miles de “selectores” (números de teléfono, direcciones de correo, términos) sobre los que querían obtener información con ayuda de los sistemas alemanes para interceptar comunicación.  

En este contexto, la fiscalía federal de Bélgica ordenó el inicio de una investigación sobre el presunto espionaje masivo por parte de servicios de inteligencia de Alemania en colaboración con la NSA.

De certificar las sospechas de espionaje, esto calaría no solo judicialmente sino además en las relaciones bilaterales, manifestaron los diarios.

A pesar de las recientes filtraciones de WikiLeaks, esto no debería asombrar al gobierno alemán. La revista alemana Der Spiegel reveló a finales del 2013 las escuchas que efectuó la NSA al teléfono de Merkel y citó documentos de esa agencia que filtró Edward Snowden, exanalista de NSA.

Sin embargo, la fiscalía federal alemana cerró su investigación sobre las supuestas escuchas telefónicas que efectuó la NSA al celular de la canciller alemana ante la imposibilidad de recopilar pruebas sólidas para sustentar un juicio.

En aquel entonces, el portavoz de Merkel se negó a opinar sobre el cierre de la investigación.

En el 2013, estas informaciones causaron fricciones diplomáticas entre Berlín y Washington, lo que llevó al presidente Barack Obama a prometer que no permitiría que la capacidad de vigilancia masiva de comunicaciones de Estados Unidos dañara las relaciones con los aliados cercanos.

FRANCIA TAMBIÉN TIENE SU ESCÁNDALO

Las nuevas revelaciones de WikiLeaks sobre el llamado “espionaje entre aliados”, con Alemania como objetivo, siguen a las difundidas días atrás, con respecto a Francia.

El diario Libération y el sitio digital Médiapart revelaron entonces documentos obtenidos por WikiLeaks que demostraban que los presidentes franceses Jacques Chirac, Nicolás Sarkozy y François Hollande fueron objeto de escuchas al menos desde el 2006 hasta mayo del 2012.

A la información le siguió una reacción de Hollande, quien mantuvo una conversación telefónica con el presidente de Estados Unidos. Obama se comprometió ante su colega francés a acabar con el espionaje entre aliados, aseguró el Elíseo.

Sin embargo, París no es ajena a este tipo de prácticas. Francia espía las telecomunicaciones que transitan por los cables submarinos, una práctica que inició en el 2008 el entonces presidente Sarkozy, señaló el semanario francés Le Nouvel Observateur.

Según el diario, que citó anónimamente a varios responsables de inteligencia, actuales y pasados, el espionaje francés corre a cargo de la Dirección General de Seguridad Exterior (DGSE). El DGSE tiene instaladas estaciones clandestinas en las cosas francesas para “escuchar” los datos que transitan por los cables submarinos.

Los escándalos de espionaje se pusieron en el centro de atención de todo el mundo en el 2013, cuando Snowden reveló que Washington había llevado a cabo un masivo espionaje de datos en Internet y teléfonos que incluía a “países amigos y sus líderes”.


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Linet Perera Negrín

Se han publicado 3 comentarios


Al2
 10/7/15 16:25

Este es un excelente trabajo, además trata un tema extremadamente interesante y novedoso.

En el contexto internacional actual, caracterizado por el surgimiento de nuevos actores y el afianzamiento de otros que disputan cuotas de poder a nivel global, para los Estados Unidos no hay aliados. La potencia más grande del mundo pretende mantener su hegemonía. En el camino para lograrlo no reparará, por supuesto, en enemigos y, como esto demuestra, en supuestos amigos tampoco. Este mismo comportamiento lo repiten Alemania y Francia, como describe el artículo, en sus áreas de influencia. Ambas naciones son potencias mundiales sin el alcance estadounidense, pero pesos pesados en Europa.

Amalia
 10/7/15 14:37

Me parece un artículo interesante, que aborda el fenómeno del espionaje que se dio a conocer tras las revelaciones de Snowden. Grandes potencias supuestamente amigas se espian entre ellas, pero creo que es una práctica común en estos tiempos de tecnología de avanzada

Leo
 10/7/15 14:33

El espionaje viola las normas de las relaciones entre un país y otro, más allá del hecho de que sean  "aliados". Aunque hay que destacar como los que se hacen llamar aliados estratégicos se vigilan uno a los otros: sus gobiernos, sus ministros. Seguro vendrán otro tipo de noticias como estas en el futuro, incluso las que no se divulgarán nunca.

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