Extensas sequías, destructoras inundaciones y depredadores conflictos armados empeoraron las condiciones de vida de millones de individuos en África, desfavorecidos por ello en el proceso continental de integración al desarrollo.
Condiciones objetivas como las mencionadas y otras subjetivas, anegaron los caminos para prosperar, pero actualmente tales obstáculos incitan a buscar soluciones con el empleo de experiencias atesoradas, acerca de lo cual se refirió la recién concluida reunión cumbre de la Unión Africana (UA).
A los problemas acumulados se unen las tensiones internacionales que inciden en la dinámica del continente y hacen más complejas sus necesidades para poder cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) propuestos para 2025.
Históricamente “el trueque” desde su forma más elemental resultó una tabla salvadora en un mar de aprietos; ahora con un perfil más refinado, continental y global vuelve a ser opción válida camino al progreso, opinan expertos.
“El aumento del comercio intraafricano es lo que impulsará el desarrollo económico tras la Covid-19”, consideró Wamkele Mene, secretario general del Área de Libre Comercio Continental Africana (Afcfta).
La estrategia adoptada por la Secretaría de la entidad prevé que en un plazo de 10 años la comercialización entre países de la región se extienda del 18 por ciento al 25, es decir un incremento de siete puntos.
Durante la pandemia, la zona sufrió fuertes impactos en sus posibilidades de avance con la reducción de los movimientos mercantiles internos y la disminución de producciones básicas orientadas a la exportación.
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Sin embargo, paulatinamente el continente comienza a reponerse, restablece las estructuras socioeconómicas afectadas por la Covid-19, y reanuda proyectos de beneficio inmediato y de largo plazo, todo lo cual colabora con sus aspiraciones.
En la 36ª cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno que sesionó en Addis Abeba, la capital etíope, un punto de la agenda fue la implementación del Acuerdo de Libre Comercio Continental Africano (Afcfta), en vigor hace dos años y que será la más grande del mundo al abarcar a más de 1 400 millones de personas.
La situación actual desafía las potencialidades productivas y la amplia práctica comercial, que además incluye tendencias integradoras en los sectores financiero y monetario: un bregar positivo para la cohesión continental.
No obstante, está claro que el coronavirus deslindó dos etapas, ahora se impone restablecer el puente que posibilite concretar temas de la Agenda 2063 de desarrollo proyectada por la UA.
El Afcfta entró oficialmente en vigor el 1ro. de enero de 2021 y su objetivo central es aumentar el comercio intraafricano -ahora menor del 20 por ciento del total de intercambios en la región- para aspirar al 50 en el 2030.
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Se espera que con la estabilización del trasiego mercantil el continente llegue a un monto en sus transacciones anuales de unos 35 mil millones de dólares, y disminuya las importaciones en 10 mil millones para mejorar la balanza comercial.
El proyecto constituye la mayor zona de libre comercio del mundo por el número de Estados participantes y vincula a ciudadanos de naciones con un producto interno bruto (PIB) combinado de unos 3,4 billones de dólares, aseguran economistas.
“La creación del vasto mercado regional del Acuerdo de Libre Comercio de África es una gran oportunidad para ayudar a los países africanos a diversificar sus exportaciones, a acelerar el crecimiento y a atraer la inversión extranjera directa. El alcance del Afcfta es grande”, concluye Rafael Gómez-Jordana Moya en esafrica.es.
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