Por estos días, hace 60 años, la orquesta Sensación comenzaba a dar sus primeros pasos en el panorama musical de la década de 1950, una época de oro en toda América. Haciendo una retrospectiva en el tiempo, recordemos que la orquesta América de Ninón Mondejar, con Enrique Jorrín, había impuesto el ritmo cha cha chá, un baile sin igual.
En La Habana y toda Cuba había una fiebre de la nueva música implantada por la orquesta América, que había difundido el danzón cantado, fundiendolo con el son y algo de mambo. Enrique Jorrín había estrenado el hit de la década, que fue como una “bomba atómica musical”: La engañadora.
El clima que había en la capital era asombroso, decían las viejitas desde los balcones; por aquellos días la ciudad no hablaba más que del nuevo ritmo, el clima musical lo dominaba todo, los salones invitaban, reclamaban y contrataban a las charangas. De repente, viejos y honorables instrumentos, músicos y cantantes cobraron nueva dignidad. El cha cha chá abrió el camino a las agrupaciones y músicos cubanos en lo que podíamos llamar la era de oro de la música cubana.
Para recordar detalle por detalle, converso con Rolando Valdés, en apartamento de la calle Consulado. Rolando fue el creador y director la Sensación.
-¿Qué día se estrena la Sensación?
-La Orquesta sensación se estrena el 23 de agosto de 1953. Los antecedentes se remontan a mayo de 1953, cuando tres músicos: Miguel Santacruz, Juan Esquijarroza y Eloy Martínez sugieren organizar una charanga. Yo sabía que no era el momento, en esa etapa dominaban los Tres Grandes: Arcaño, Arsenio y la melodía del 40. Pero, al cabo de tres meses, en agosto, los Tres Grandes comienzan a declinar con la entrada abrupta de la orquesta América con el cha cha chá de Jorrín. Entonces les dije "Este es el momento". Fundamos la charanga y decidí ponerle Sensación o La farándula. Todos decidieron Sensación y yo le adicione: ¡Que hay una sola!”.
-Hábleme de los cantantes iniciales
-Los cantantes que pasaron por la Sensación fueron: Cheo Junco, Alfonsín Quintana, Celio González, Cheo Marquetti, Gerardo Pedroso, Luis Donald, Abelardo barroso, Mario Varona (Tabanito) y Rolando Valdés en el coro.
-¿Quién hizo la primera grabación?
-La hizo Celio González, no pasó nada, la América estaba sonando duro. El primer hit fue Seven boy, iniciado con un “solo” de tumbadora, un cha cha chá con swing”.
-¿Cuándo llega el despegue de la orquesta?
-El gran momento de la Sensación llega con Abelardo Barroso, considerado por casi todos los viejos cantantes como el padre de los cantantes de son. Barroso ya había tenido dos grandes momentos y buscaba un nuevo aire. “Me lo encontré en el cabaret La Campana, quiso grabar con nosotros un bolerito y le dije "de bolero nada, vas a grabar En Guantánamo, un son antológico". Fue un escándalo. Después de eso todo lo que tocaba lo convertía en oro: El guajiro de Cunagua, Tiene sabor, El panquelero, El huerfanito, Ta cansá, La hija de Juan Simón, La milonga, La paella. ¡El fenómeno!”.
-Hábleme de Barroso con lujo de detalles
-Barroso comenzó el 1925 con el Septeto Habanero (1925), también trabajó con el Septeto Boloña (1926), Septeto nacional de Ignacio Piñeiro (1927), Orquesta Ernesto Muñoz, Charanga López-Barroso (1933), Septeto universo (1935), fundó el Sexteto Pinin, Orquesta Laferté (1936), Orquesta Everardo Ordaz (1936), Maravillas del Siglo, sustituyó a Fernando Collazo (1939). Cantó en el cabaret Sans Soucí. En 1955 llega a la Sensación y se retita en 1969. Viajó a España en 1929 a la Feria Internacional de Sevilla España, con el Septeto nacional (Medalla y Diploma). Con una compañía artística viajó por toda España y cantó para reyes. “Esta es la milonga/ de Barroso en cha cha chá”/. Lo recibían con esta tonada: “Madre, yo quiero un negro/ para bailar/ madre cómprame un negro/ cómprame un negro para gozar/ que baile el charleston y toque el jazz/”.
-¿Mario Varona “Tabenito” también despeinó sensacionalmente a las jovencitas de aquellos tiempos?
-Tabanito fue el otro ídolo de multitudes, lo descubrí en la barbería de San José y Lealtad, era un marginal, boxeaba, un travieso y loco que pescaba en el Malecón. Le dije cántame algo, me cantó Blue mon y San Luisera, le di una tarjera para que se comprara ropa y que se integrara a la orquesta; al mes lo vi cargando las tumbadoras de la orquesta. Pero, al fin comenzó con nosotros, con un carisma y una gracia que convencía a la gente. Un timbre sabroso y natural, afinado como pocos.
"La primera grabación la puso contra el techo: San Luisera, hoy es un himno de ese pueblo oriental; aunque él nació en Bayamo no se sabe ni cuándo. Otros cañonazos fueron la controversia con Barroso en "El pichón" y "La paella". Y después de Sanluisera, siguieron los cañonazos: "Cóctel para dos", "Danzón-chá", "Trompo de juguete" (que tumba a Nelson Pinedo), "Luna azul –Soñar-" (que mató a Lucho Gatica en el Hit Parade nacional). Pero, además, el niche bailaba bien y caía como una onza de oro, los niños lo reconocían, lo llamaban por su nombre. Aproveché su popularidad para ponerlo a chocar en controversia con Barroso. Abelardo cantaba: “No sabes lo que es lirismo/ ni lo que es poetizar/ vete a aprender a cantar/ para cantar con Barroso/. Tienes que tomar una sopa de pichón”. Tabenito le contestaba: “Tabenito es un cantante/ que todos conocen ya/ no es bueno ni regular/ pero siempre echa palante”. En la década de 1980, lo acuchillaron en Atlantic City, zona de juego en Nueva Jersey”.
-¿Cómo fueron aquellos choques de trenes con la Aragón?
-La Aragón son palabras mayores, fue lo más grande de la vida, no tenían rival. La Sensación fue la única orquesta que amenazó a la Aragón, comenzamos ganando 35 pesos por baile y llegamos a cobrar 350, y teníamos unas cuatro actuaciones diarias, una fortuna en aquellos tiempos. Alcanzamos a tener programas de radio y TV diarios.
-¿Cómo se promovía la Sensación?
-Fui de los primeros en el marqueting de la música bailable, concebía el vestuario (vístete bien que siempre hay alguien que te mira), el estilo, el concepto. Fajardo fue el primero en poner a todos a bailar, pero la Sensación puso a los músicos parados y gritaban ¡Candela!. Nosotros pusimos al cantante Barroso o Tabenito como protagonista solo. Mi secreto es trabajar para el público, eso no falla.
-¿Qué países visitaron?
-La Sensación viajó por Miami, Nueva York, California (Hollywood), Canadá, África, donde son ídolos. Desde 1955 acapararon muchos premios: 1955 Radio capital Artalejo/ 1956 Hogar Club, los más escuchados en las victrolas/ 1957 Disco de Oro, más de un millón de discos- 1958 Rey Momo Carnaval de Venezuela, la mejor orquesta/ 1060 Premio popularidad revista Bohemia/ 1991 Disco de oro – entregado por Daniel Cuxac- Costa de Marfil, por la venta de millones de discos.
-¿No le tenían miedo al rock and roll?
-El cha cha chá influyó tremendamente al rock and roll de la década de 1960, lo vi con mis ojos en Nueva York. La música cubana nunca le ha tenido miedo a ningún ritmo de moda foránea, tenemos lo que teníamos que tener. Si en Cuba existiera una correcta “industria musical”, fuéramos los líderes del mundo.
Ricardo sierra
8/9/23 14:37
Que lastima la música cubana , bailable , halla caído un un impass , no se crea un ritmo nuevo , desde hace mucho tiempo y la salsa ,que no es cubana , con sus variantes no se parece en nada al cha cha cha . Hoy todos los grupos salieron, timberos , son más de lo mismo , salvo honrosas excepciones , Ojalá se difundieron más los ritmos de antaño , con estas maravillosas orquestas , que tanta nostalgia nos dejan
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