Los meses de verano suelen ser esa época en que la gente sale a disfrutar de la sana cultura, esa que aunque florece todo el año, muchas veces sufre las precariedades del tiempo. La Habana dispone de una programación de lujo en sus teatros y salas de concierto, además de numerosos proyectos culturales que abarcan todas las edades. Hay para disímiles gustos, incluyendo el mal gusto.
Pero ¿qué pasa en provincias? La situación se torna compleja dada la lejanía con respecto a los centros más importantes y los páramos que son muchas de las capitales del interior, con sus salas de teatro y concierto en ruinas o a medio camino entre la inacción y la muerte. Ni hablar de los municipios, donde se entiende como sustituto de la cultura el kitsch y, lamentablemente, la vulgaridad.
A raíz del Decreto 349, que regula el consumo y la contratación en el campo de las artes, se desató una polémica que me hizo pensar en cuántas veces a lo largo de este verano no he visto sufrir a los pueblos del interior por culpa de ese trap grosero.
Una plataforma ocupó el centro de la plaza de Remedios casi todo el verano, golpeando los oídos de los vecinos, turistas y transeúntes, quienes apenas se escuchaban hablar entre sí. Mientras, desde las seis de la tarde y hasta la madrugada, un “Dj” gritaba que levantara la mano todo aquel que tuviera una visa para el extranjero… o llamaba a las mujeres con el atrevido apelativo de “repartera”.
Los bocinazos no dejan que nazca la cultura, en un país donde hace décadas atrás y con menos recursos podíamos disfrutar de conciertos, teatros, presentaciones y proyectos genuinos y en contacto con la comunidad. Hoy los reparteros se “reparten” los espacios con ruidos y vulgaridades propios del más crudo lenguaje carcelario, en una glorificación de la marginalidad impropia de la política cultural del país y de las tradiciones nacionales en el consumo del arte.
En el verano, los reparteros hacen su pan, entre las sirenas y los llamados al desorden hechos “a la cara”, mediante frases como: “¡Esto es hasta las tres de la mañana y que se aguanten los demás!”. Tuvo que venir la polémica en torno al decreto 349 para que se acallaran las bocinas de la ilustre e histórica plaza de Remedios. Pero ya se había derogado del tesoro público una buena cantidad de dinero hacia los bolsillos de quienes empobrecen las mentes y los contextos.
Cultura no es cualquier cosa que suene, se mueva y tenga brillo, como se suele pensar en ocasiones. Mientras se apela al buen gusto desde la ley, prolifera el reparterismo en las plazas y los demás sitios públicos donde se consume una “cultura” de alcohol, visas al extranjero, especulación monetaria y pacotilla. ¡Ella vino hoy mismo de Panamá!, gritaba el “Dj” remediano como si estuviese entrando al escenario una vedette de primera.
Cuba y su disfrute es mucho más que eso, se trata de un país músical, teatral y literario por excelencia, donde las noches del libro debieran servir de pautas para el consumo de cultura en el verano. El pueblo sano no es repartero ni anda enseñando una visa con la mano levantada, tampoco quiere molestar hasta las tres de la mañana.
El verano debe ser ese tiempo de avance cultural, de lectura, de consumo de las artes, de crecimiento en todo sentido; pero queda mucho por aprender en esas líneas. Tanto trecho que andar, que valdría la pena hacer estudios de audiencia sobre el gusto del cubano, el verdadero y el bueno. O por lo menos ponernos a salvo de los bocinazos del reparterismo callejero que nos rodea.
Mientras espacios periodísticos como este y muchos más se desgañitan por el consumo más diverso posible y el fomento de las artes, el país nos muestra en ocasiones un contexto agresivo al respecto y es allí donde se está formando el corazón de las generaciones futuras, esas que a lo mejor acaban de venir de Panamá, pero no sabrían situar dicho país en un mapa si les preguntan…
AmadorHH
6/9/18 15:27
Ay, Mauricio, ese decreto nuncallegó a Calabazar de Sagua. Ven un fin de semana a mi casa para que escuches lo peor de lo peor, unido a la borrachera colectiva, los botellazos y el vandalismo. Ven, Mauricio, y comprobarás lo que es la recreación insana. Desde las cinco de la tarde millones de decibeles entrando por todos los poros de la casa, sin derecho a dormir y a tener más de cinco ojos a la viva para lo que sobrevendrá. Ven, amigo Mauro, ven.
marco
4/9/18 12:41
Lo mas doloroso es que muchos de los que ahora irrespetan la ley, cuando emigran o viajan al extranjero, cumplen con todo lo normado en esos paises, entonces?, sencillo el problema es de nosotros que, por paternalismo, desidía, ineficiencia, falta de profesionalidad en quienes tienen que hacer respetar las leyes no somos capaces de poner orden y que conste no es problema ni de los CDR ni la FMC, verlo de esa manera es tratar de diluir la responsabilidad particular de las instituciones encargadas de hacer cumplir las leyes, PNR, Fiscalía, en otras que no fueron ni están diseñadas para esa tarea.
guadarramas
31/8/18 8:40
En primer orden y si hablando de orden se trata, esos fenómenos son aupados por el sistema de cultura en los municipios y amparados en las autoridades administrativas o de gobiernos que tienen el deber de parar ese tipo de espectáculo grosero e injurioso a la dignidad humana, no estoy en contra del rap o regueton, he visto a Gilberto Santa Rosa con el Misha, Gente de Zona, etc, y resultan pegajosas sus canciones, sin llegar a la obscenidad, porque ya no se trata de vulgaridades, sino verdaderas obscenidades a la luz pública y bajo la tutela de quienes los promueven que deben por todo evitarlo y sin embargo no lo hacen. El intrusismo cultural se ha convertido en algo tan notorio, porque andamos detras de las hormigas y los elefantes acabando con la cristalería. El turismo viene a Cuba a ver lo que es Cuba, a bailar son, guaracha, escuchar musica nuestra y sin embargo les espantámos por el tímpano de los oídos algo maloliente, estridente y con una supuesta "artista" con gestos obscenos y deprabados que muy lejos están de nuestra verdadera identidad. Pero no es el pueblo el culpable de ello, vuelvo y repito, son los que los contratan y promueven ese tipo de acto. pueden existir muy buenas normas jurídicas, pero si no existen muy buenos funcionarios, administraciones y directivos que exijan su cumplimiento quedaran como simples papeles que causan risa ante los ojos de los demás. El respeto al derecho ajeno, es la paz. sentenció el benemerito de las Amerícas Benito Juárez, pero hagámolo cumplir.
manolo
29/8/18 12:11
POR DESGRACIA ESTAMOS EN MANOS DE LA INCULTURA GENERALIZADA EN UN PAIS QUE TIENE UN ONCENO GRADO DE INSTRUCCION PROMEDIO, PERO UN PAIS INCULTO EN GENERAL, DADO A LA PENETRACION DE SIMBOLOS Y GUSTOS FORANEOS DE IMBECILES QUE EL MERCADO HA CONVERTIDO EN SIMBOLOS Y NUESTROS JOVENES LOS SIGUEN ACRITICAMENTE Y LOS ENCARGADOS DE LA ORIENTACION NACIONAL DE LA CULTURA LO ACEPTAN Y FOMENTAN.
A ALGUIEN SE LE OCURRE UN PROGRAMA MAS DESAGRADABLE QUE LOS "FAMOSOS" LUCAS ??
LAMENTABLEMENTE UN DIA PREGUNTE A UN ALTO FUNCIONARIO DE LA CULTURA: CUAL ES LA POLITICA CULTURAL DE NUESTRO PAIS? Y ARGUMENTE QUE TANTO LA RADIO COMO LA TV ESTABAN LLENOS DE PROGRAMAS MEDIOCRES, DE MUSICA DE QUINTA CATEGORIA, DE SPOT Y VIDEOS DE MAL GUSTO DONDE SE DENIGRA AL SEXO FEMENINO Y SU "BRILLANTE" RESPUESTA FUE: NO SOMOS CONSECUENTES !!! Y YO ME PREGUNTO, A MI ME HAN CONSULTADO PARA VER QUE SE PONE QUE SE PROMUEVE, QUE SE PRIORIZA EN HORARIOS ESTELARES !!! NADA, TAL PARECE QUE LA PROGRAMACIONES DE RADIO Y TV SON IMPROVISADAS O QUIENES LA ORGANIZAN NO TIENEN NI IDEA DE QUE ES "CULTURA" Y FOMENTAN LA "INCULTURA"
Nor1
29/8/18 10:45
vivimos en un pais con muchas leyes y poco orden institucional. la "musica" de quienes ponen sus bocinas a todo volumen desde las 7 de la mañana sea el dia que sea para que atormente a los vecinos es el pan nuestro de cada dia y el problema tienen que buscarselo los ciudadanos trabajadores. la anarquia va de la mano de todo lo que se hace en la calle sin respeto de normas ni derecho ajeno; jugar pelota, futbol, basquet, poner bocinas con el peor y mas grosero regeton, cerrar calles, romper aceras, traspazar patios, subirse en techos ajenos, sacar perros a hacer sus necesidades en patio ajeno... y todo lo demas que se ocurra a muchos individuos. y cuidado con decir algo pues es su derecho. por favor!
Firefly
29/8/18 15:22
El problema con el mundo de ahora es que la gente confunde el ¨derecho de expresión¨ con el ¨derecho de agresión¨, saludos.
Nor1
30/8/18 11:29
yo culpo en gran medida la crisis economica de los 90's y a nuestra generacion como padres. a nuestros hijos que ahora tienen de 16 a 25 años, mas o menos, no les hemos inculcado el mismo respeto que a nosotros nos imponian. un poco por negacion, un poco por inexperiencia. y ahi estan los resultados; muchos jovenes no ven motivacion en el trabajo por un salario insuficiente, la apertura con la que todos creen que pueden viajar y ser ricos en otro pais, la dependencia de la tecnologia digital que todo lo magnifica, el alto nivel educativo de nuestra sociedad (de una manera u otra) que los hace no aceptar puestos de trabajo de "menor" categoria, nuestro afan de que tengan todo lo que nosotros no tuvimos (desde computadora, internet, abundante comida, gustos caros, utopias)
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