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viernes, 22 de noviembre de 2024

No solo se trata de vender, sino de generar cultura

El concepto de ir más allá de lo comercial es la diferencia de esta feria. Cubahora conversa con Edel Morales, vicepresidente del Instituto Cubano del Libro...

Yeneily García García en Exclusivo 08/02/2014
9 comentarios
Feria_2014
La Feria no es solo un espacio para todos los gustos.

Para unos, el espacio perfecto para poder ver de cerca a ese escritor que tanto admiran; para otros, la oportunidad de ponerle más peso al librero (y aligerar el bolsillo); para los de más allá, el escenario perfecto para un paseo en familia mientras se disfruta del ambiente que todos los años se crea en La Cabaña; para todos, el suceso cultural más esperado del año.

Y es que la Feria Internacional del Libro tiene para todos los gustos. Visto como un espacio para generar cultura y acercar al público a la fuente del saber, la Feria ya trasciende como mucho más que el momento en que todas las editoriales aprovechan para ofrecer sus novedades.

A solo dos semanas de la inauguración oficial de este magno evento —la edición 23 tendrá lugar del 13 al 23 de febrero en La Habana y hasta el 9 de marzo en el resto del país—, Cubahora conversó con Edel Morales, vicepresidente del Instituto Cubano del Libro (ICL), quien ya cuenta con unos 20 años de experiencia en la promoción de la palabra escrita. El tema: cómo las ferias del libro en Cuba representan una continuación de la política del Estado cubano a favor de la masificación de la lectura y, por ende, del desarrollo de la cultura en su más amplio significado.

Sentados en su oficina, y durante una breve pausa en su ajetreada agenda, Morales recordó como estas citas se originaron en 1982 y luego, poco a poco, fueron afianzándose en el gusto popular y evolucionaron hasta convertirse en lo que son hoy.

“Después de un período de estructuración, durante la década de los 90, la Feria empezó a realizarse en Pabexpo, mejorando su nivel de especialización, pero no pasaba de ser un evento al uso, más bien dedicado a editores; con una considerable presencia de público, pero todavía insuficiente, digamos, para la manera en que el lector cubano solía acercarse a los libros, comentó.

Explicó que a partir del 2000, la Feria se traslada a la Fortaleza de la Cabaña y un año más tarde comienza un proceso dirigido en dos direcciones fundamentales: “La primera tuvo que ver con la ampliación de las posibilidades del acceso del público a los libros, o sea, se hacía necesario un esfuerzo editorial especial para aumentar la cantidad de ejemplares que llegarían a los lectores”.

 También aclara que se estructuró a partir de aquí un plan de publicaciones muy amplio, donde aumentó al mismo tiempo la cantidad de títulos publicados y la cantidad de ejemplares, que llegó a rozar los 10 millones de ejemplares y estaba en sintonía con la ampliación de las sedes.

“Hubo un momento en que los lugares donde se celebraba la Feria del Libro se extendieron hasta casi 40 a lo largo de todo el país. Esto era, por supuesto, un esfuerzo realzado por un apoyo especial del gobierno, una política impulsada por Fidel y que tocaba todas las estructuras de dirección.

”Y una segunda línea, más dirigida a la promoción de los autores, a la posibilidad de que publicaran y estuvieran visibles, estructurada a partir fundamentalmente del desarrollo de las editoriales territoriales y la ubicación de una base poligráfica propia: las famosas Risograf, que permitían que un autor de cualquier municipio del país con un libro verdaderamente valioso pudiera publicarlo con relativa facilidad o, al menos, con mayores posibilidades de las que existían hasta el momento.

”Este desarrollo de políticas está muy en consecuencia con lo que la Revolución había hecho en el campo del libro desde su propio triunfo. Una de las primeras acciones —apuntó— fue la creación de la Imprenta Nacional de Cuba, el 31 de marzo de 1959 (Día del Libro Cubano), y la producción en el año 1960 de un libro como Don Quijote de la Mancha, con un costo de 25 centavos, en una edición hipermasiva, y que dio paso a un proceso de producción en función de la lectura, en un país donde no existían editoriales antes de 1959.

 ”Habían imprentas que imprimían libros, pero no había un sistema editorial. Los grandes escritores cubanos tenían que publicar fuera sus libros principales. Dulce María Loynaz, Alejo Carpentier; casi todos publicaron fuera del país o por esfuerzos propios, como el Grupo Orígenes o Lezama, quienes preparaban sus libros y los imprimían pagando los costos”.

Inmediatamente después de la creación de la Imprenta Nacional se realiza en 1961 la Campaña de Alfabetización, la que, al decir de Morales, es el primer gran paso que hace posible todo el desarrollo cultural posterior y crea la base para el acceso a la lectura.

Más tarde en el 62 se crea la Editorial Nacional, presidida por Alejo Carpentier, con una visión de rescatar lo más importante de la cultura cubana y universal, y ponerlo en función de los lectores cubanos y de la creación revolucionaria en el campo de la cultura, “no en el sentido de darle al pueblo lo que el pueblo pueda entender, sino de tratar de elevarlo al nivel de los desafíos que la revolución implicaba en el campo de la cultura”.

“Eso hizo que en Cuba se publicaran por primera vez en español autores que luego serían premios Nobel, de la vanguardia europea del siglo XX y muchos de África y América Latina que normalmente no circulaban en español de forma masiva”.

Cuando en 1967 se crea el ICL, va apareciendo un sistema editorial más estructurado, parecido al actual, en el que poco a poco surgen editoriales con perfiles propios hasta crear un abanico de opciones en términos de producción literaria.

“Creo que la Feria, desde el 2000 en adelante esencialmente, lo que ha hecho es poner en actualización esa política de ampliación de la posibilidades de acceso a la lectura de todo el lector cubano —continuó—, también como respuesta a la crisis económica de los años 90, en la cual básicamente se redujeron las tiradas de 50 millones de ejemplares a un millón y tanto de un año a otro.

”Otra idea que la Feria ha tratado de mantener siempre viva es que no se trata solo de un espacio de comercialización de libros, sino que exista todo un concepto de cultura asociado a esto; es un espacio que pretende hacer masiva una idea de cultura lo más profunda posible, de acuerdo a los segmentos de población. Siempre con la intención de que la masividad no implique disminución del nivel de hondura, sino por el contrario, sostener la idea de brindar todo lo mejor.

Insistió en que esta iniciativa ha sido un ejemplo importante, incluso dentro de las estructuras de citas similares en Latinoamérica.

“Valorada en el sistema iberoamericano de ferias del libro, la de La Habana está incluida entre los grandes sucesos de su tipo en idioma español. No vista desde nosotros mismos, sino por las consideraciones que tiene el sistema editorial latinoamericano y el Centro Regional de la UNESCO para el libro en esa zona.

”Ese concepto de ir más allá de lo propiamente comercial, ya sea en libros, en derechos; todo para poner el diálogo entre autor y el lector en primer plano, es lo que marca la diferencia. Es algo que ha prendido mucho y que valoran los organismos encargados de la promoción del


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Yeneily García García

Lectora voraz y artista frustrada, enamorada desde siempre del periodismo de Agencia y ejerciéndolo con plenas facultades desde 2008.

Se han publicado 9 comentarios


Sarita Verd desde FB
 10/2/14 14:54

Leer es sentirse vivo.

Beatriz
 10/2/14 13:50

Me encanta la Feria del Libro, de hecho voy varios días. Sin embargo, tengo varias preocupaciones en torno a ella: La compra de libros es la prioridad de los que asisten? O en realidad existe un gran número de personas que solo van a la cabaña a comprar gangarrias? Los libros en CUC seguirán tan caros? También tengo la impresión de que solo se habla del hábito de la lectura en estas fechas. Son solo algunas de mis consideraciones...

Ana Mary Artiles Guillén desde FB
 10/2/14 13:32

Un evento importante para la cultura cubana.

Laritza Del Valle desde FB
 10/2/14 12:06

Quiero ir, lastima la lejania, pero me alegra mucho que fomenten la lectura y cultura.

Jesus Carrillo Bohorquez desde Fb
 9/2/14 8:39

Felicidades por fomentar la lectura y cultura en el pueblo una nación culta es una nación libre.

Isa Agosto desde Fb
 9/2/14 8:39

O CONTRASTE DA VIDA DA MULHER EM SOCIEDADES DIFERENTES

David Rios desde Fb
 9/2/14 8:38

Felicidades por esa feria.

José Francisco Castañón Zúñiga desde Fb
 9/2/14 8:38

Libros buenos y baratos...lo ideal....felicitaciones...

Laritza del Valle
 8/2/14 16:59

Me parece muy bueno el fomentar con esta feria del libro la lectura, me gustaria tanto asistir ya que aqui en Mexico lo libros son muy caros y creo que es algo en desventaja, saludos

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