La adolescencia de Teatro La Proa

Con la “mano franca” que tendió nuestro José Martí a los niños y niñas de Latinoamérica, puede compararse aquella que da vida a los personajes de Teatro La Proa. Durante 15 años el grupo de titiriteros del Centro de Teatro de La Habana ha entregado a “los que saben querer” puestas que valoran la fantasía y la espontaneidad del público infantil.

Durante 26 edición del Festival Mejunje Teatral, que tuvo lugar en Santa Clara desde el 21 y hasta el 29 de enero, con la participación de grupos de teatro de Cuba y foráneos—, el conjunto que nos presentó anteriormente Aire de Fiesta y Burrerías nos entregó Cuidado hay perros y se llevó el aplauso de chicos y adultos. Pero al decir de Erduyn Maza Morgado, actor y director general, este espectáculo fue el principio de una agenda bien cargada para celebrar este aniversario que, según su slogan, viene “con la energía de la adolescencia”.

“Este es apenas el primero de nuestros estrenos para el 2018. Le sigue Medea en el Jardín, una adaptación del clásico griego y más adelante completaremos la trilogía Proa Planet que comenzó con “Burrerías”, “Cuidado hay Perros” y ahora tendrá como personajes a los gatos”.

—Es entonces recurrente la fábula de los animales en el repertorio de Teatro La Proa...

—Nos permite abordar dilemas humanos y conflictos del mundo actual a través de la metáfora de los perros, por ejemplo. En estas historias y canciones se abordan temas que a nosotros nos interesan, como la muerte, el hambre, la lucha por el poder, la miseria, la sexualidad. Además, también abogamos por la protección de los animales.

—Según me decías, Teatro La Proa comenzó con dos integrantes y ya tiene un elenco de doce, entre actores, sonidistas, diseñador escenográfico… El grupo ha ido creciendo también en cuanto a diversidad temática, estilos. Y se ha presentado en escenarios y festivales de repercusión nacional. ¿A la vuelta de este camino recorrido, cómo asumen el reto de hacer teatro para niños en Cuba?

 —En La Proa siempre estamos buscando algo. El mayor desafío es comunicarnos con ese público infantil sin ñoñerías y sin didactismos retóricos. Intentamos hacer un teatro contemporáneo que trate de dialogar con las nuevas tecnologías y necesidades específicas de la edad que tienen nuestros espectadores, porque en el grupo no vemos a los niños como el humano que queremos que sea en el futuro sino como el niño que es ahora.

—¿Otras propuestas para celebrar estas 15 primaveras?

—Dentro de toda la fiesta de teatro diseñamos una jornada de presentaciones del 30 de mayo al 3 de junio, fecha de nuestro aniversario. Para esta ocasión contaremos con la presencia de otros grupos para niños fuera de Cuba. También realizaremos coloquios y las premiaciones de un concurso de juguetes en coordinación con el Centro de Investigaciones Culturales Juan Marinello. Además de giras nacionales durante el resto del año.