Por: Ailén Rivero
El joven percusionista cubano, luego de trabajar con varias orquestas legendarias de la música cubana, decidió hace seis meses dedicarse de lleno a su proyecto personal y con su primer disco Contratiempo quiere marcar una diferencia en la producción musical del país.
Eduardo Ramos todavía estaba estudiando percusión en la Escuela Nacional de Arte (ENA) cuando resultó ganador en la Fiesta de Tambor, allá por el año 2011. Quizás ahí estuvo el primer impulso que lo llevaría a querer sobresalir aún más en el mundo de la música, el mismo impulso que tiempo después lo haría crear su propia banda, que hoy conocemos como Más con Menos.
Primero fue un proyecto solo de percusión: Eduardo, junto a dos amigos percusionistas más, creó una mini banda. Dos amigos de la infancia completaban el proyecto: José Julián y Berta Hernández, quienes lo acompañaron en su graduación de la ENA interpretando un tema que se llamaba “A ver si puedes”.
Este primer set fue muy bien recibido por el público, otra seguridad que motivó a Eduardo para seguir ahondando en la experimentación, partiendo siempre de la sonoridad de la percusión. El propio Giraldo Piloto, impulsor de la Fiesta de Tambor, quiso luego que el proyecto formara parte del Festival y así lo ha sido desde el 2012 hasta la fecha.
“Cuando salí de la escuela tuve la suerte de pasar el servicio social con Maraca y Otra Visión, y formando parte de la agrupación tuve la oportunidad además de trabajar con Haila, Waldo Mendoza, Alain Daniel, y otros grandes artistas de Cuba. Luego, a partir del 2013 o 2014, pasé a formar parte de la orquesta de Isaac Delgado y trabajando con él, toqué también con la orquesta de Alain Pérez, Habana de Primera, y otros. Pero hace seis meses decidí dejar todos esos proyectos y dedicarme por completo a Más con Menos. De cada banda me he llevado lo mejor que he visto y eso lo empleo en mi proyecto”, explica Eduardo Ramos.
Y agrega, “cuando uno sale de una orquesta y crea otra, siempre se va con influencias de la música de la primera. Por eso he querido romper con todo: primero romper con el formato, con el hecho de tener un bajista, por ejemplo. En Más con Menos tratamos de darle algo nuevo al público y es muy complicado cuando vienes de otras orquestas que te han influenciado, pero creo que hemos logrado algo muy diferente”.
Desde aquel trío de percusión para su graduación en la ENA, sus inquietudes siguieron creciendo. Sumó a la banda un violín, teclados, y un DJ que suple los sonidos de muchos instrumentos que no aparecen físicamente en escena. A la hora de la actuación, todos tocan varios instrumentos a la vez y además cantan: esa es la esencia de Más con Menos.
“A veces resulta incómodo para los músicos el hecho de tener que hacer varias funciones: los metales tocan percusión, el teclado toca percusión y canta, etc. Eso hace que nos cueste un poco más de trabajo, pero ahí es donde está la diferencia”.
LOS CONTRATIEMPOS DE HACER UN DISCO
Hace muy poco salió su primer fonograma, titulado Contratiempo, bajo el sello Unicornio y grabado en los estudios Abdala. Este disco fue resultado de todo un año de trabajo y su nombre es alegórico a lo difícil que puede ser para los músicos cubanos grabar un fonograma, todas las vicisitudes, los contratiempos que pasan.
Contratiempo está conformado por diez temas. Entre los invitados que acompañan a Más con Menos en su primera producción musical están Aymée Nuviola, Juan Guillermo (JG) y Carlos Calunga. En la lista de temas, hay dos especialmente dedicados a homenajear a Benny Moré y a Compay Segundo.
Hace alrededor de un mes, Contratiempo tuvo su presentación oficial en el espacio del centro cultural El Sauce. Durante el concierto se grabó un DVD que se titula Habana pa’ 500, que toma el nombre de otro tema del disco dedicado especialmente a La Habana.
“Este disco nos tiene muy contentos, estamos trabajando en base a que la gente lo escuche, ya hicimos el primer videoclip, seguro vendrán muchas más cosas porque tenemos varios proyectos en mente…”, comenta.
MÁS CON MENOS Y SU MÚSICA
“Aunque la percusión es la que predomina en la banda, no es un grupo de percusión como muchos piensan”, aclara Eduardo. “Yo creo que la musicalidad de Más con Menos todavía no tiene definición. Estamos en búsqueda de algo nuevo precisamente en lo musical. Lo que hacemos todavía no tiene nombre, no tiene género, pero a lo mejor el tiempo va a decidir qué nombre ponerle. No es jazz, no es rock, no es timba, pero tiene una mezcla de todo. Es una fusión, pero tampoco me gustaría llamarlo así, deberíamos buscarle un nombre…”.
De un trío de percusión entre amigos, prácticamente montado a manera de hobby, todo fue evolucionando hasta llegar a lo que hoy es Más con Menos: una mezcla de sonoridades cubanas conducidas por la percusión pero con infinidad de posibilidades en un grupo de jóvenes, como casi todos los jóvenes, con ganas de comerse el mundo.
“En nuestras canciones ahora mismo estamos usando fragmentos antológicos de la música cubana. Estos temas son una manera de llamar la atención recordándoselos al que vivió esa etapa, pero a la vez buscando lo juvenil quizás desde la parte más electrónica de nuestra música. Eso marca nuestros temas ahora mismo. Más con Menos es muy bailable. Al principio no pensé que la gente iba a reaccionar así, algunos me dijeron que la banda solo le gustaría a otros músicos; sin embargo, en la medida que ha pasado el tiempo nosotros mismos nos hemos quedado impresionados con la buena acogida del público”.
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