Bayamo celebra de este 31 de octubre al 5 de noviembre, las fiestas por el Aniversario 500 de su fundación. Celebrarán una sesión solemne de la Asamblea Municipal del Poder Popular, en la que premiarán a personalidades sobresalientes de la comarca.
Este 31 de octubre llegarán participantes de la Guerra de Liberación Nacional (1956-1958) que actualmente viven en otra provincia, considerados granmenses ausentes.
Presentarán una gala artística denominada “Crisol de 500 soles”, el 4 de noviembre, en la Plaza de las Fiestas de la Ciudad Monumento Nacional.
Entre las principales actividades a celebrar, se espera una gran feria de artesanía, un juego de béisbol entre antiguas estrellas cubanas y un festival deportivo-recreativo. Se realizará además un homenaje a Carlos Manuel de Céspedes, iniciador de las guerras independentistas y a Perucho Figueredo, autor del Himno Nacional.
No faltarán los bailes populares con agrupaciones de alto nivel, Adalberto y su Son, Original de Manzanillo, Cándido Fabré y su banda, Yumurí y sus Hermanos.
LA HISTORIA DE LAS BAYAMESAS
Bayamo es una ciudad famosa por la canción La bayamesa (1867) o Himno de Bayamo, devenida Himno Nacional de Cuba, una composición escrita por Pedro Figueredo Cisneros (Perucho), abogado, poeta, músico, periodista y aficionado a la literatura en Bayamo.
Ahora bien, “La bayamesa" de Carlos Manuel de Céspedes, José Fornaris y Guillermo del Castillo, es una canción emblemática que marcó el romanticismo en la nacionalidad cubana, es un símbolo amoroso de la identidad cultural. Su historia es la siguiente: Francisco Castillo reclamó los servicios de dos de sus amigos para que le ayudaran en una canción de reconciliación, con el objetico de dedicársela a su esposa Luz Vázquez, un poco distanciada por esos días. Carlos Manuel de Céspedes (después Padre de la Patria) le ayudó con la música y utilizaron letras del poeta José Fornaris. Entonces el tenor con guitarra Carlos Pérez se prestó para cantarla en una serenata el día 27 de marzo de 1851. Esa es la verdadera historia que se encuentra en el libro Bayamo, y me la contó Lino Betancourt.
Pero las canciones, después de creadas, toman caminos insospechados, a partir de ese entonces, alrededor de 1897, se produjo un gran brote de canciones patrióticas, cuyos orígenes pueden encontrarse en 1830.
La bayamesa fue reconocida como himno patriótico por el hecho de exaltar la ternura de la mujer oriunda de una localidad como Bayamo y por ser sus autores destacados revolucionarios. La canción tiene una música llena de delicias y un tema tan sentido y querido por todos los cubanos.
En Cuba se cantó en todos los rincones por los mambises, y más tarde saltó las fronteras. Unas doce versiones y paráfrasis se escribieron de La bayamesa, hasta en España. O sea, que una canción localista tuvo un despegue internacional, como decía Nicolás Guillen: “Hay que partir de lo local hacia lo universal”.
A continuación publicamos La bayamesa de Céspedes, Castillo y Fornaris:
¿No recuerdas gentil bayamesa,
que en tú fuiste mi sol refulgente,
y risueño, en tu lánguida frente,
blando beso imprimí con ardor?
¿No recuerdas que en un tiempo dichoso
me extasié en tu pura belleza
y en tu seno doblé la cabeza,
moribundo de dicha y amor?
Ven asoma a tu reja, sonriendo;
ven y escucha, amorosa, mi canto
ven no duermas, acude a mi llanto;
pon alivio a mi negro dolor.
Rechazando las glorias pasadas
disculpemos, mi bien la tristeza,
y doblemos los dos la cabeza,
moribundos de dicha y amor.
ACLARACIONES NECESARIAS
No debe confundirse esta Bayamesa con la compuesta en 1908 y estrenada en 1947 por Sindo Garay en Santiago de Cuba. Ambas canciones son “elevadas a la categoría de canciones nacionales”, al decir del musicólogo y escritor Alejo Carpentier.
La inspiración que motivó a Sindo a componer la criolla La bayamesa data de 1918 (57 años después de la obra de Céspedes, Fornaris y Castillo), cuando el trovador andaba por Bayamo con su hijo Guarionex. Sindo cuenta la historia de su composición a Carmela de León:
“Eso fue exactamente en la casa de un amante de la trova llamado Eleusipo Rodríguez. Después de regalar serenatas con un grupo de cantadores, yo me acosté en el mismo patio, en una colombina bajo el ala del amplio portalón. A la mañana siguiente me puse a contemplar los hermosos árboles de fruta. Entonces observé que había un pedazo de paredón ennegrecido por el incendio de Bayamo. Me vino enseguida la poesía, se me ocurrió allí mismo el verso. A mi mente acudió la imagen de la mujer bayamesa con su sacrificio, con su coraje y su patriotismo. La valoré como la verdadera heroína que fue y que no titubeó en hacer de su dignidad una tea para incendiar su propia ciudad. Pensé en el estímulo que debió ser para los mambises, y el acicate que le dieron a estos con su amor y su valentía cuando la guerra de independencia. En un rincón del patio de Eleusipo había una mesa de mármol con las patas enterradas en la tierra. Pues sí señor, allí mismo, en aquella mesa, puse el papel que recogería los versos de La bayamesa. Me senté en un taburete que hallé a mano y empecé a escribir la letra que vino fácilmente”.
Tiene en su alma la bayamesa
tristes recuerdos de tradiciones;
cuando contempla sus verdes llanos,
lágrimas vierte en sus pasiones, ¡ah!
Ella, sencilla, le brinda al hombre
virtudes todas, y el corazón,
pero si siente de la patria el grito,
pero si siente de la patria el grito,
todo lo deja, todo lo quema,
ese es su lema, su religión,
ese es su lema, su religión
ese es su lema, su religión.
Después de escrita la letra, Sindo comenzó a tararear la música que al cantor le llegaba por inspiración, la fijaba en la memoria, a base de repetir muchas veces esa melodía —hay que tener en cuenta que no escribía música en el papel, todo era empírico.
Unos días más tarde, casualmente, Sindo, quien pasaba una temporada en Bayamo, cantó la canción en la propia casa de una nieta de Francisco Castillo Moreno, autor de la primera Bayamesa colectiva.
La bayamesa de Garay fue llevada al exterior por el violinista cubano Luis Varona, quien la dio a conocer en muchos lugares.
La composición fue asentada nueve años después de concebida, en 1927, en el Registro de Autores. Luego, en 1920, Antonio María Romeu compuso un danzón con idéntico título. En 1921 Sergio Pita escribió otro danzón que también registró como La bayamesa. En 1936, Flora Mora y Rivas, creó una canción popular que fue inscrita con idéntico título que las anteriores. Por último, en el año 1937, Ramón Rivera escribió un melodrama con igual título. Muchos autores de danzones tomaron esa melodía y cobraron derecho de autor por una obra de Garay.
El estreno de La bayamesa no fue tan romántico como la creada en 1851 por Céspedes, Castillo y Fornaris, en una serenata frente a la ventana de Luz Vázquez. Esta presentación, humildemente, fue en el cine-teatro Bayamo, frente al parque de la ciudad. Esa noche cantó Sindo con sus hijos Guarionex y Guarina. Una cosa curiosa, esa noche solamente se encontraban sentados en la platea, la taquillera y el pianista que amenizaba las películas silentes, los únicos testigos de aquella memorable noche.
Muchos años después, la obra fue comentada por el Diario de la Marina, por un redactor de seudónimo Conde Kostia: “Conozco a muchos autores y compositores cubanos, pero al autor de La bayamesa, no. No sé quién es ese Sindo Garay, pero a mi entender ha hecho una obra verdaderamente patriótica, profunda y sobre todo, muy sentida y elocuente. Nunca he oído en canciones populares letra tan emotiva y de tanto hondo significado”.
En 1947, en Bayamo, le rindieron homenaje a Sindo por su querida La bayamesa, compuesta en 1918, y la histórica ciudad le otorgó la categoría de Hijo Adoptivo de Bayamo. El título se lo ofrecieron el 5 de enero de 1947 con la Banda Municipal interpretando La bayamesa de Céspedes, Castillo y Fornaris y después la propia de Sindo Garay. En el homenaje se encontraban sus dos hijos, Guarionex y Hatuey. En ese acontecimiento, lleno de gran emoción, Sindo expresó su voluntad de ser sepultado en Bayamo, voluntad cumplida el 17 de julio de 1968.
“Yo tenía ya muchísimas obras —decía Sindo—, pero esta representó algo especial para mí. Cuando la cantaba me sentía más cubano y patriota”.
La bayamesa de Sindo pasó a ser otra de las patrióticas canciones cubanas (aunque compuesta después de la guerra de independencia), pero elevada a categoría nacional, junto a la creación de Céspedes, Fornaris y Castillo, y a La bella cubana (José White, 1853), la habanera Tú (Eduardo Sánchez de Fuentes, 1892; con la letra de su hermano Fernando Sánchez de Fuentes, 1894).
Como dato especial debemos añadir que Sindo también compuso una continuación de su Bayamesa titulada Los bayameses.
Ismael Glez
31/10/13 10:31
Buenas al foro Me complace saber las celebraciones por el 500 Aniv de la fundacion de la ciudad de la Ciudad de Bayamo, espero q todos los bayameses sepan dignificar este dia con mas trabajo y pasion en sus trabajos ya cumplimiento de sus actividades cotideanas. Tengo una pregunta q alguien del foro me pueda explicar ¿porq no se considera a la ciudad de Remedios como una de las villas patrimoniales de la isla? Q requisitos debe cumplir para ser considerada como ciudad patrimonial una ciudad de nuestro pais.
Mónica Ventoroso desde FB
31/10/13 9:31
hermosa ciudad , felicidades , camine por esas calles y construcciones historicas y entre esa gente maravillosa.
Adalberto Duran desde FB
31/10/13 9:02
Y como dice el caballero del son, quiero ir a Bayamo en coche!!!!
Damir
31/10/13 8:46
Espero para el año que viene conocer la ciudad de Bayamo, ahí vive la familia del amor de mi vida, sé que mi amor me llevará a bellos lugares.
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