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sábado, 23 de noviembre de 2024

Mientras haya vida, se lucha

Se trata de disminuir la carga mundial del cáncer, así como aumentar la conciencia y movilizar a la sociedad para avanzar en la prevención y control de esta enfermedad...

Meliza Rodríguez Martínez en Exclusivo 04/02/2021
1 comentarios
Lucha contra cáncer
Invasiva y silenciosa, esta enfermedad no entiende de límites en el cuerpo humano

Hay tres fósforos en el suelo y un cuarto cayendo. Ella se impacienta y saca el quinto de la caja, roza ligeramente la arista roja tres veces, luego una vez más con fuerza… rápidamente pega el cerillo a la vela blanca. Detrás hay una foto de una mujer muy bella en blanco y negro en un cuadro de madera y a la derecha un vaso con agua y flores. En voz baja dice ¡Que joven te fuiste, coño!

“Lo peor del cáncer es saber que no hay una cura, por mucho que te alarguen la vida, el maldito siempre estará. Ella lo intentó y mucho, fueron 7 meses en el hospital. Tenía metástasis. Empezó por los senos, luego estómago…. ya estaba minada”, dice mientras recoge del suelo los fósforos fallidos.

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El 4 de febrero la Organización Mundial De la Salud apoya la Unión Internacional de Lucha contra el Cáncer con el objetivo de disminuir la carga mundial de la enfermedad, así como aumentar la conciencia y movilizar a la sociedad para avanzar en la prevención y control de esta enfermedad.

Con importantes aportes en la industria biofarmaceútica, y a pesar de las restricciones que impone el bloqueo económico, comercial y financiero, Cuba sobresale en la arena internacional por los resultados obtenidos en esta esfera de desarrollo.

Valiosos medicamentos, fundamentalmente vacunas terapéuticas para el tratamiento del cáncer, encabezan el listado.

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Los médicos decían –mientras haya vida se lucha, pero es una lucha a ciegas–. Ella quería vivir y tenía ganas, entró 5 veces al salón. Había más ganas que posibilidades. Nunca dejó que sus hijas fueran al hospital, siempre iba yo, fuimos hermanas muy bien llevadas.

Cuando ocurriera lo peor me dio instrucciones precisas: buscar una bóveda de arriba, donde no le diera el sol, sus prendas entregarlas antes del entierro, nada de flores y mucho café en el velorio.

A ella la necesitábamos todos, sus hijas, sus sobrinas, hermanos y padres, pero le tocó. No quedó nada por hacer, hasta la curandera lo dijo, firme y segura:

Hay mucho papel de médico aquí, el final se sabe, pónganle una hojita de “siempre viva” en la almohada y que sea cuando tenga que ser.

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No hubo un momento en el que dejara de decir -Cuando yo salga-. Hablaba por teléfono con todos menos con mamá. Ella violó muchas leyes de vida, no soportaba las tradiciones, pero la famosa ley de que los hijos entierren a los padres, nunca se perdonó no cumplirla ¡No estaba en sus manos! Yo no puedo evitar preguntarme ¿con tanto desarrollo, cuándo encontrarán una cura?


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Meliza Rodríguez Martínez

Estudiante de Periodismo de la Facultad de Comunicación de La Habana

Se han publicado 1 comentarios


Odriet Martínez Martínez
 4/2/21 13:14

Bravo

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