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sábado, 23 de noviembre de 2024

Desalinización en Cuba: ¿cómo marcha el proceso? (+Mapa y gráficos)

El uso de esta tecnología no es reciente, sino que se remonta a un trabajo de años, incluso décadas, y con el paso del tiempo se ha modernizado y extendido por todo el archipiélago...

Claudia Yilén Paz en Exclusivo 29/10/2019
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Desalinizadora Villa Clara
El objetivo general del trabajo con plantas desalinizadoras se concentró en fundamentar la necesidad del desarrollo de estas tecnologías en asentamientos humanos con limitada disponibilidad de agua, fundamentalmente en zonas costeras (Foto: ACN)

Para enfrentar la sequía, uno de los mayores estragos que ha provocado el cambio climático en Cuba, el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos ha previsto en su Plan Hidráulico Nacional, el uso de plantas desalinizadoras de agua, con el objetivo de incrementar la disponibilidad del líquido.

Aunque pareciera cosa de días, el uso de estos mecanismos no es reciente, sino que se remonta a un trabajo de años, incluso décadas, y con el paso del tiempo se ha modernizado y extendido por todo el archipiélago.

Para conocer con detalles este proceso, Cubahora conversó con Alexis Acosta, director de Acueducto, Drenaje Urbano y Saneamiento del instituto.

“El objetivo general del trabajo con plantas desalinizadoras se concentró en fundamentar la necesidad del desarrollo de estas tecnologías en asentamientos humanos con limitada disponibilidad de agua, fundamentalmente en zonas costeras”, explicó Acosta.

Inicialmente, comenzó a utilizarse en Cayo Largo del Sur con una planta que poseía una capacidad de 10 litros por segundo. Paulatinamente, esta tecnología se ha actualizado y al día de hoy ya alcanza los 40 litros por segundo. Asimismo, ha disminuido también el consumo energético, de 8 kW.h/m³ hasta aproximadamente 3.5 kW.h/m³ y 3.8 kW.h/m³.

Sin embargo, no solo se trabaja en la utilización de estas plantas para el consumo humano, sino que su uso ha extendido a sectores como la industria y el turismo, con excelentes resultados. Tal es el caso de la termoeléctrica de Santa Cruz del Norte y en hoteles de la cayería.

Por las características geográficas que posee el país, casi la totalidad de los ríos corren en la dirección contraria al parteaguas central, y sus corrientes resultan de corto curso y marcadas pendientes, con un régimen de caudales variable, en dependencia del comportamiento anual de las precipitaciones.

Por tanto, nuestros recursos acuíferos dependen de las lluvias, y en los últimos años se ha mostrado una dilatación de los períodos de sequía. Estudios recientes arrojan que la media histórica de precipitaciones disminuirá considerablemente para el año 2050.

Por ello, el país trabaja en la búsqueda de soluciones ante esta situación. Al igual que en otras regiones del mundo, se garantiza la disponibilidad de agua para el desarrollo socioeconómico de forma tal que no se dañe el medio ambiente y se reduzcan los costos energéticos.   

El directivo abundó sobre el programa de Fuentes Renovables de Energía (FRE) que desarrolla el instituto y en el que se trabaja con estas fuentes naturales. “Se está tratando de que las plantas nuevas que se adquieren se puedan montar con paneles solares, para que no pese tanto el tema de la energía y pueda aprovecharse bien”, acotó.  

El proceso de desalinización resulta costoso para el país. Por ello, algunas de estas plantas trabajan con intermitencia, como la ubicada en la zona de Cabañas, en Santiago de Cuba. Según explicó el especialista esta, a diferencia del resto, trabaja a partir de que exista déficit de otras fuentes de abasto en la provincia y tiene una capacidad de 50 litros por segundo. Similar ocurre con la ubicada en Cayo Santa María, que se utiliza fundamentalmente en períodos en los que el polo turístico necesita autoabastecerse, pues no da abasto con la red tradicional, proveniente de Caibarién.

Este es un programa multisectorial que se desarrolla de conjunto con otras empresas y organismos como GELECT y CEDAI. “De conjunto con el Ministerio de la Industria, buscamos sustituir importaciones desde la producción nacional. Hemos hecho ya las pruebas con CEDAI, en plantas muy pequeñas, de aproximadamente 2 m³ y 4 m³ por día, pero que garantizan el abasto del líquido. Ellos ponen la tecnología, toda la parte instrumental (membranas, bombas) y por supuesto es más barato que cuando se adquiere el paquete completo”, argumentó.

EN PROCESO…

Fruto de una donación del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia con capital ruso, la Empresa Constructora de Guantánamo trabajó en la parte civil de la planta desalinizadora de Punta de Maisí, única de su tipo en la provincia.

Con un tiempo de vida útil de 20 años, procesará el agua salobre extraída de pozos de 40 metros de profundidad y libre de fuentes contaminantes, a diferencia de otras plantas en el país que usan agua salada del mar, lo cual garantiza mayor pureza del vital líquido.

Esta planta tiene una capacidad para producir 12 metros cúbicos de agua potable por hora a partir de agua salobre, suficiente para abastecer por gravedad a los más de mil 700 pobladores del asentamiento. Ello permitirá solucionar de manera definitiva los problemas de abasto de esa población oriental, que recibe el agua por medio de carros cisterna con gran gasto de combustible.

El directivo comentó además sobre el proceso de puesta en marcha de otras plantas en diversas regiones del país. Tal es el caso de las cinco que se ejecutan en Playa Girón (Matanzas). De las cuales una está vinculada al desarrollo del turismo en la zona. Se suman además las que se emplazan en la provincia de Pinar del Río y en las comunidades Dos Amigos (Villa Clara); Lombillo (Camagüey), El Doce (Las Tunas).


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Claudia Yilén Paz

Periodista. Santiaguera de nacimiento e hija adoptiva de Matanzas, siempre cubana. Fan del chocolate y las golosinas. Recolectora de libros y canciones de Buena Fe.


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