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martes, 19 de noviembre de 2024

Y por fin, ¿cuánto vale un periódico? (+Fotos) (+Videos)

Entre la paralización de las suscripciones a particulares y la venta ambulante de la prensa, desentrañando lo complejo de distribuir la prensa en Cuba…

María del Carmen Ramón en Exclusivo 12/05/2015
7 comentarios

Herminia Alonso, vendedora de prensa en el municipio de Plaza de la Revolución en la capital cubana, asegura no guardarle periódicos a nadie y vender solo un ejemplar de cada diario a quienes compran por la cola. “No me parece justa esa revendedera. De contra que son pocos periódicos, ¿se lo van a llevar cuatro gatos para revenderlos?”. Pero, tristemente, en nuestro recorrido por puntos de venta de la capital encontramos que no todos piensan igual.

José Arturo Mieles, empleado de un estanquillo del municipio de Centro Habana, es uno de los tantos que vende selectivamente y guarda algunos periódicos para compradores específicos. “No pensé en esto como un negocio, pero cuando vi que algunas personas se me acercaban y me ofrecían cincuenta centavos por cada ejemplar si se los guardaba, comprendí que podía sacar algunas lasquitas de estar acá. Legalmente, creo que no estoy incumpliendo con nada. Yo compro el periódico a veinte centavos, y luego lo vendo a cincuenta. ¿No es así como funciona el mercado mundial?”.

“¿Mi nombre queda fuera de esto, no?”, pregunta un vendedor oficial de periódicos de La Habana del Este.  “Mientras me sea posible, sí cobro un poco más por los periódicos, se los guardo al mejor postor. ¿Por qué no voy a ganarme un dinerito extra? El salario por estar aquí el día entero, en esta caja de metal al sol, no es muy bueno; además, así evito las grandes colas”.

Las opiniones de los entrevistados nos hicieron suponer que no estaban claras las “reglas del juego” en la venta de periódicos. Fuimos entonces a buscar respuestas sobre la interacción entre Correos de Cuba y quienes trabajan en los quioscos o estanquillos. 

De acuerdo con Mariano Flores, director comercial del Grupo Empresarial Correos de Cuba, los ingresos de un vendedor en el estanquillo son bastante bajos, (alrededor de 135 pesos promedio, en moneda nacional). “Ellos tienen un sistema de pago en el que mientras más tengan en inventario menos cobran y viceversa; si se les quedan publicaciones sin vender, les disminuye lo que ganan”, confirma Jorge Luis García Rodríguez, jefe de Cartería de la zona postal Habana 6.

En cuanto a límites para vender periódicos a cada persona, Flores aclara: “Para ningún servicio que vendemos en Correos fijamos límites de cantidades. Si usted va al estanquillo y pide 20 periódicos, se le venderán 20. Solo controlamos que ese kiosquero no está vendiendo por la izquierda (ilegalmente)”.

Pero, más allá de lo estipulado por la empresa nacional, sus dependencias municipales han buscado alternativas para disminuir las insatisfacciones de la población en ese sentido.

García Rodríguez asegura que en los estanquillos de su área existen regulaciones que impiden que una persona pueda adquirir más de un periódico. “Se vende un Granma y un Juventud Rebelde a cada una. Pero si usted vuelve a hacer la cola, se le vuelve a vender, porque no podemos dejar que la prensa se nos quede en el estanquillo”.

El propio funcionario asevera que “muchas veces la prensa llega sobre las nueve o 10 de la mañana y por las calles 19 de Mayo o Ayestarán, cercanas al Poligráfico de La Habana, están vendiendo los periódicos desde mucho antes. Mi pregunta: ¿de dónde los sacan? Evidentemente, no sé, pero deben salir del lugar donde se distribuyen”.

“Hace un año, las pacas no llegaban con el peso adecuado, pero reclamamos y se resolvió el problema. Actualmente, cada vez que hay un faltante muy grande lo reportamos a la empresa de inmediato”, dice García Rodríguez.

Retornamos al Combinado Poligráfico de La Habana e indagamos con su director acerca de las “fugas” de ejemplares y los reclamos de Correos de Cuba.

Moreno no niega el riesgo de desviación de la prensa en el Poligráfico, pero asegura que es mínimo, debido al sistema de seguridad implementado en la empresa. Cuentan con cámaras de monitoreo permanente, lo cual ha ayudado a neutralizar irregularidades en el proceso productivo.

Asegura el directivo que, en 2009, del Poligráfico se extraían muchos periódicos, pero la policía ayudó a erradicar el problema.  Por otra parte, afirma, “Correos de Cuba tiene la posibilidad de reclamar cuando detecta que existe un faltante, eso está establecido en el contrato”.

Existen mecanismos de control sobre los periódicos en cada una de las etapas de su distribución. (Fernando Medina Fernández / Cubahora)

Juan José Brito González, director de la Unidad Empresarial de Base de Transportación Postal de la Empresa de Aseguramiento General de Correos, nos aclara mejor en cuanto a la responsabilidad por faltantes: “Puede ser que un paquete salga del Poligráfico faltándole uno o dos periódicos, pero para eso allí se pesa el 10 por ciento de la prensa de cada carro y así ellos pueden determinar si les faltan periódicos o no. Si el paquete está por debajo del peso que debe tener, se abre. En ese proceso participa un representante de la editora, otro del Poligráfico y otro de Correos, todos los días del año”.

Brito González asevera que Correos de Cuba garantiza con su trabajo que las pérdidas por motivos de seguridad sean pocas. “La prensa que se destina a la Isla de la Juventud, por el aeropuerto José Martí, va en sacos sellados, igual que toda la demás que se traslada por aire”.

Pero lo cierto es que la venta ambulante de periódicos es pública y notoria en cualquier lugar del país, pero sobre todo en La Habana; y suele ser un tema delicado porque la mayoría de los vendedores no autorizados y demandantes de periódicos son jubilados.

Orlando Infante es uno de esos vendedores que camina cada día por las calles de La Habana con su paca de periódicos. Gracias a los contactos que ha ido estableciendo en estanquillos de La Habana Vieja y Centro Habana, casi siempre consigue doscientos ejemplares de cada diario.

“La media de ganancia es de treinta o cuarenta pesos al día. Si Bohemia está fresca puedo llegar a sesenta. Lo mismo si es el Dedeté, La Gaceta de Cuba, y ni hablar del Orbe o Granma Internacional. Yo camino por las entrecalles, les llevo la prensa a las personas a su casa. Tengo clientes fijos, por llamarles de alguna manera”, relata Infante.

“Yo las compro por cantidades, nada más que las sacan, y las vendo. Hay personas que incluso me las encargan para entregarlas de regalo en los cumpleaños. Al final les conviene comprármelas a mayor precio, porque así no tienen que ir al estanquillo o estar pendientes de cuando sale”, afirma Bertha, quien vive en Cojímar.

Otros vendedores ambulantes no tienen la suerte de Orlando o Bertha. José González y Ernestino Díaz, ambos jubilados, dicen que ganan poco. “Diez pesos al día, no mucho más”. “Los estanquilleros a veces son duros con los precios, otros no tanto, y por eso se les forman grandes colas desde la madrugada. No da para vivir, pero más o menos sobrevives con eso y la chequera. ¿Multas? La verdad no, ni siquiera advertencias. A algunos conocidos míos sí les han detenido y exigido un permiso para vender, pero no es nuestro caso”.

FOTOGALERÍA: EL LARGO CAMINO DE LA PRENSA

En toda la ciudad es normal encontrarse con personas vendiendo periódicos. (Fernando Medina Fernández / Cubahora)

Aunque los cuatro entrevistados han logrado evadir controles, para nadie es secreto que su actividad no está recogida en el listado de actividades para ejercer el trabajo por cuenta propia en Cuba. Revender cualquier producto se considera una ilegalidad y por eso resulta contradictorio que muchos de estos vendedores ambulantes sean abastecidos por los propios empleados de los estanquillos.

Una solución de los problemas de distribución, según la empresa Correos de Cuba, podría ser la nueva figura del Agente Postal, quien tendría permitido trabajar en tres áreas: servicio a domicilio, quioscos y servicio comunitario, según consta en la Gaceta Extraordinaria 48/2014.

“Los vendedores que hoy trabajan en los estanquillos podrían optar por esta posibilidad y garantizar así la comercialización de las publicaciones más allá de su lugar habitual de venta”, explica Flores.

¿Qué cambios podría suponer esta resolución? Para Flores, podría ayudar a que se dé salida a muchas publicaciones que hoy se quedan en los estanquillos, debido a que, mientras más vendan, mayor podría ser el salario de estas personas.

Sin embargo, no pocos tienen la preocupación de que la prensa continúe siendo reservada al mejor postor. “Me parece en principio una buena decisión, no obstante hay que tener cuidado, pues si bien el precio oficial del periódico no va a variar, el establecimiento de cuotas por el servicio de entrega en los hogares podría resultar en que solo la puedan conseguir quienes ofrezcan más dinero”, considera Ernesto, un universitario que lleva varios años deseando suscribirse a este servicio.

Puede ver las imágenes en alta resolución en nuestra página en FLICKR

EPÍLOGO

El viaje que hemos emprendido desde el nacimiento de un periódico hasta que llega a manos del lector, casi termina. Alex, tal vez ajeno al largo y tortuoso camino que supone tener el diario en sus manos, recortará de una página de este la foto de su deportista favorito y su abuelo se sentará, como cada tarde, en el portal, para releer y compartir con sus amigos las noticias qué más le interesaron. Pero aquí no está escrito el punto final: el tema queda abierto, para que, desde sus comentarios, volvamos a cada momento del ciclo y reflexionemos sobre las aventuras de un periódico en Cuba.
 


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María del Carmen Ramón

Se han publicado 7 comentarios


norailys
 12/5/15 21:29

Es una pena que se llegase a estos puntos de hasta llevar al publico la decisión de dar un valor a nuestros medios de comunicación mas usados por la población...sobre todo nuestros jubilados...y aquellos que hayan la lectura una parte de su vida...de información profesional...de intereses públicos...cultural..educativos...deporte...salud y cuestiones nacionales e internacionales...así es nuestra prensa...ahora...caer en la ridícula decisión de subastar un símbolo de cubania por que algunos que aprovechan la escasez y el oportunismo???....deja muito que desear de aquellos que se supone que deban cuidar de los intereses de un pueblo en desespero por mejorar...

Tide
 12/5/15 17:43

Lo primero que estimo debía desaparecer del mapa cubano son los antiestéticos, poco saludables para el “estanquillero” o “kiosquero, poco prácticos desde un punto de vista comercial, e  innecesarios estanquillos inventados para la venta de la muy poca o casi ninguna prensa que tenemos en el país. Es penoso que tengamos esos feos tarecos entorpeciendo el paso de los peatones en tantos lugares de las ciudades. Anexo a todo esto que planteo, no sería nada errado que se dejara de publicar periódicos y revistas, al menos con la pobreza, la baja calidad, y el poco o ningún resultado desde el punto de vista informativo que ofrecen, para el que tiene “la suerte” de empatarse con un ejemplar, sea después de una espera de horas, o cómodamente sentado en el portal de su casa pagándolo al doble o más de su precio de portada. La última y única vez que adquirí un revista Bohemia - ¿La ”decana” de la prensa cubana? – a un revendedor en la calle a ni recuerdo que precio, me produjo tan mala impresión, que quedé “puesto y convidado” para volver a comprar otra. Daba la sensación de que faltaban temas que trataren un país que cambiaba todos los días, que parecía no se encontraba de qué escribir, o que no había periodistas de calibre que acometieran la tan importante tarea de mantener viva esa extraordinaria fuente de información que había conocido desde niño. No estaría mal que cogieran todos esos estanquillos, verdaderas torturas con frío o con calor, para los que tienen que ¿laborar? en ellos, y los hagan chatarra. Que se le dé la tarea de distribución de la poca prensa que tenemos, a los tales “gestores de correos”, dándole prioridad a esos mismos “viejitos” retirados o sin pensiones, que se buscan sus reales vendiendo la “ilegalmente”. ¡Qué Correos se busque otras tareas dentro de su gran contenido de trabajo! No se me olvida cuando en Habana 5 (correo de Santa Catalina) a principios de los 90, cuando el “período especial” no había despegado del todo, como a los carteros de entonces les cogía la una o las dos de la tarde para salir a repartir la poca correspondencia que cargaban porque el Granma no les había llegado en hora. Qué vuelvan los puestos de venta de la prensa, pero cuando podamos sentirnos orgulloso de lo que veamos a la venta en ellos.

Alabausesanto
 12/5/15 13:50

Recuerden que la prensa escrita cumple varias funciones, instructiva-educativa-informativa, para envoltura y una muy importante, limpieza. De ahí su valor de uso.

cayo
 12/5/15 13:16

De lo que se habla aquí es de las consecuencias. La causa es que cuando cualquier cosa es insuficiente para satisfacer las demandas surgen los revendedores y las soluciones no pueden ser matar al mensajero. Será conveniente que las condiciones cambien y surjan posibilidades que permitan al país la edicion de cantidades mayores de periodicos y la figura del revendedor mermará o desaparecerá. ¡Ojala sea pronto!

guisver rolando
 12/5/15 11:27

me sumoa la opinion de los amigos dragon y laura, ningun daño hace al estado esos viejitos que se ganen 30Ȼ o $1 peso, lo que tienen que caerle atras son a las personas que pueden trabajar y inventan o como decimos en buen cubano luchan...

Laura
 12/5/15 9:42

Coincido con Dragón en que la soga no rompa por el lado más débil, aunque también hay quien vene periódicos que perfectamente pudiera cortar caña.  Además, también los viejitos se afectan cuando compran. MI padre es asiduo lector de los periódicos pero es jubilado, con 73 años, y para acceder a un periódico debe desembolsar casi siempre 1 peso. El problema no es QUIÉn lo vende sino POR QUÉ se vende ilegalmente los periódicos. Qué investigación se hace al respecto.

dragon
 12/5/15 8:27

Lo que sucede? vamos una vez mas a lo mismo, los salarios y chequeras que no dan ni para las principales necesidaes, ahora ya correos tiene otra variante, pero al final eso no va a resolver el problema pues el perioodico lo recibiran los que mejor lo paguen, y al final que? miren opino que es mejor que los viejitos se sigan ganando su dinerito como esta sucediendo ahora, que hacer otro invento mas que ya sabemos todos los cubanos sin excepcion que no se resolvera el problema fundamental, la venta a sobreprecio de nio solo del periodico, sino de muchas otras cosas.

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