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lunes, 25 de noviembre de 2024

Una profesión de amor

El sistema de educación especial llega a su aniversario 50. Una de sus fundadoras analiza cuánto se ha avanzado en la enseñanza a los alumnos con dificultades educativas

Margarita de las Nieves Barrios Sánchez en Exclusivo 04/01/2012
17 comentarios
enseñaza especial en Cuba.
Prepararlos para la vida es el objetivo fundamental de la enseñaza especial en Cuba.

Es necesario tener una vocación especial, entrega y compromiso para atender a los niños, a sus familias. Es imprescindible una gran sensibilidad y mucha dedicación, afirmó Celsa Cárdenas Toledo, quien fue fundadora de las escuelas especiales en nuestro país, hace 50 años.

“Al triunfo de la Revolución ya yo era maestra. Me vinculé al Ministerio de Bienestar Social y fui trabajadora social en la Sierra Maestra y luego en Camagüey, mi ciudad natal, realizaba la labor de agente comunal en el plan de erradicación de barrios insalubres.

“En el barrio El Matadero alfabeticé, mientras realizaba esa labor social, y cuando sale la convocatoria para trabajar atendiendo a los niños y niñas con dificultades en el aprendizaje, vi en ello la posibilidad de hacer algo que vinculaba los dos trabajos —el de agente social y el de maestra— y me matricule.
“Pasamos varios cursos, porque realmente no teníamos la preparación adecuada para esa labor, destacó, éramos el primer grupo que se dedicaría a este tipo de enseñanza tan especializada, en la cual Cuba tenía muy poca experiencia y roté por diferentes especialidades, retraso mental, niños con problemas de conducta, trastornos en el lenguaje”.

Como momento culminante en su preparación, la profesora Celsa recuerda su viaje a la Unión Soviética, donde se graduó en la especialidad de Logopedia.

“Fue fundamental para mí. Allí había experiencia y muy buenos profesores, claro que eso implicó también prepararnos en Cuba para poder recibir esas clases tan especializadas”.

—¿Cómo se inserta usted en el trabajo en Cuba cuando regresa de la Unión Soviética?

—Trabajé en varias escuelas y también en el Centro de Diagnóstico y Orientación por varios años. Finalmente estuve en el Ministerio de Educación organizando el trabajo a nivel nacional, y allí hace unos años me jubilé.

De 134 alumnos identificados con necesidades educativas especiales en 1959, hoy el país atiende a más de 40 000 niños y niñas, algunos en centros especializados, otros en sus casas o en las escuelas de la enseñanza regular, según el grado de discapacidad que presenten.

Fundamental es también el trabajo de los Centros de Diagnóstico y Orientación, que con la elevación de su preparación y la de los maestros de la enseñanza general, logran detectar con mayor prontitud las dificultades y atenderlas de manera temprana, con lo cual se benefician los estudiantes.

“Cada día la educación especial tiene avances más sustanciales, siempre me sorprende cuando converso con los profesores que están hoy en las aulas. Sobre todo por la preparación que logran en sus alumnos, lo cual les permite insertarse cada vez mejor en la sociedad, que es el fin de nuestra educación”, afirmó Celsa.

“Esto también tiene que ir aparejado con la disposición que tenga la sociedad de aceptar a estas personas, que a pesar de sus diferencias pueden y necesitan ser útiles. Y en eso también hemos avanzado.

—¿Cuál considera usted la clave para ser un buen profesor de educación especial?

—Hay que estudiar, superarse y entregarlo todo a la enseñanza sino, no se alcanzan los resultados.
“Cuando comparo el trabajo de nosotros en las primeras etapas con lo que se hace hoy, no tiene paralelo, es mucho y de muy buena calidad lo que se logra. Me llena de orgullo haber estado en las bases y ver hoy cuánto se ha alcanzado”.


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Margarita de las Nieves Barrios Sánchez

Se han publicado 1 comentarios


Leny
 5/1/12 8:18

Muchas Felicidades a profesores y especialistas de la Educación especial en Cuba quienes con amor y entrega preparan a estos niños y jóvenes para la integración social

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