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lunes, 25 de noviembre de 2024

Se defiende la Cubanía desde El Fanguito (+Fotos)

Conversación con el promotor cultural, repertorista y profesor Claudio Aguilera a propósito de las transformaciones sociales que cobran vida en esa barriada desfavorecida de La Habana...

Maya Ivonne Quiroga Paneque en Exclusivo 12/10/2021
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Fachada-casa-Claudio Aguilera
El 9 de octubre, en el marco de la Jornada por la Cultura Cubana, quedó inaugurado en El Fanguito el Callejón de la Cubanía, presidido por la bandera nacional (Maya Ivonne Quiroga Paneque / Cubahora)

En el barrio habanero de El Fanguito habita un personaje muy popular. Lo distingue su estatura imponente, su sui géneris estilo de vestir, una imagen muy peculiar y una amplia sonrisa como preámbulo de un carácter bonachón.

Para llegar a su morada ahora se transita por calles asfaltadas, aceras recién acabadas de hacer, contenes restaurados y nuevas luminarias. Una realidad muy lejana de aquella retratada por el cineasta Jorge Luis Sánchez en su cortometraje documental El Fanguito (Icaic, 1990). La casita de Claudio Aguilera, llena de objetos reciclados a punto de cobrar vida, se distingue en medio de un entorno que en los últimos meses comienza a cambiar, para bien.

EL TEACHER

Claudio es graduado del Instituto Superior Pedagógico de Lenguas Extranjeras, en 1985. Me cuenta que comenzó a trabajar con el maestro Rembert Egües, a los 22 años y casi está a punto de cumplir los 60.

Mientras uno de los hijos del renombrado flautista Richard Egües (1924-2006) componía música, el Teacher, como muchos lo conocen, escribía letras de canciones en el idioma de Shakespeare. Eso le valió varios premios internacionales y el ingreso a la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac).

“Nunca he dejado de enseñar. Me he dedicado a preparar el repertorio en inglés de cantantes cubanos como Maggie Carlés, Anaís Abreu, Niurka Reyes, Ela Calvo y María Antonieta.

“Uno tiene a veces su veta rara, escondida. Mi oído es muy musical. Soy un melómano y utilizo la música para enseñar el idioma. A través de los sonidos musicales se estimula el ritmo, el acento, la pronunciación y es más fácil que recuerdes una canción que un texto cualquiera”.

Claudio confiesa que nació en la barriada habanera de Párraga pero siendo un estudiante universitario empezó a visitar un inmueble de El Fanguito porque su casa quedaba muy lejos del centro de la ciudad.

“Aquí vivía mi compañero de estudios Jorge Luis López con su madre española. Venía a estudiar con él hasta que me gradué. Por eso los vecinos me conocen desde hace más de cuarenta años. Hace 18 vine a vivir para El Fanguito cuando ellos se fueron a residir a España”.

EL PROMOTOR CULTURAL

Claudio colabora de manera sistemática con las revistas Mujeres y Muchachas donde ha publicado reportajes sobre el ámbito cultural de la ciudad: “Me ha gustado siempre hablar de cosas que no se dicen, no se ven y vale la pena sacarlas a la luz”.


El Teacher es graduado del Instituto Superior Pedagógico de Lenguas Extranjeras y se ha dedicado a preparar el repertorio en inglés a varios cantantes cubanos. (Maya Quiroga/Cubahora)

En El Fanguito siempre ha procurado educar a las personas sobre la cultura del vestir a partir de los saberes que adquirió en la Casa de Modas La Maison donde laboró. En el barrio muchos buscan al Teacher para que los enseñe a cantar.

Un día leyó una publicación de una revista independiente donde se hablaba de manera muy negativa sobre El Fanguito y eso lo hizo reaccionar.

“Pensando en la canción Lo Feo, de Teresita Fernández escribí una crónica titulada Flores en el Fanguito donde saco a la luz el proceso de la lucha contra coleros. La delegada de la Circunscripción 56, Zenaida Aurora Cabrera Arango, junto a un equipo de compañeros, organizó un sistema de trabajo por los Comités de Defensa de la Revolución.

“Algunas personas se ocupaban del pesquizaje de la Covid-19 y otros de organizar las ventas en el kiosco de la esquina para que el suministro de productos fuera equitativo y no hubiera acaparadores. Además se logró atender a las familias vulnerables con mensajeros que no cobraban por ese servicio. Eso es lo que hacen las Flores del Fanguito”.

Ahora como resultado del programa de atención a barrios vulnerables, el gobierno de La Habana ha escuchado los reclamos de la ciudadanía. En ese contexto, explica Claudio, le solicitaron coordinar un proyecto socio cultural comunitario para estimular la espiritualidad de los pobladores y contribuir al rescate de valores cívicos. Así nace la idea de crear el Callejón de la Cubanía en un parque que se iba a construir frente a la casa del Teacher.


Fachada de la casa de Claudio Aguilera, promotor cultural y profesor (Foto: Maya Quiroga/Cubahora)

La delegada Zenaida quería colocar en el parque un busto de José Martí en un nicho abandonado pero los lugareños hacían alusión a la tradición oral y a la memoria de una virgencita que había estado en el nicho dentro de las rocas de una pequeña montaña.

“Conservaba una urna de mis ancestros donde antes había una Virgen de la Caridad del Cobre. Cuando estaba de viaje mi mamá entristeció porque se la robaron y casi regresé a enterrarla. Solo me quedó la urna”.


Virgen de la Caridad del Cobre que perteneció a la vedete Rosita Fornés y fue donada por su albacea, el diseñador Ismael de la Caridad (Cortesía de Claudio Aguilera)

Claudio se propuso rescatar la tradición con el apoyo de la comunidad. El 9 de octubre, en el marco de la Jornada por la Cultura Cubana, quedó inaugurado en El Fanguito el Callejón de la Cubanía, presidido por la bandera nacional, un busto de Martí tallado en las piedras por el artista local Jean René así como una Virgen de la Caridad del Cobre que perteneció a la vedete Rosita Fornés y fue donada por su albacea, el diseñador Ismael de la Caridad.

“Tengo que realizar un pesquizaje del talento artístico que existe en este lugar. El parque se presta para impartir conferencias y organizar barrio-debates sobre la cultura de la convivencia urbana, algo que se ha perdido muchísimo”.

UNA NUEVA VIDA

En opinión de Claudio las condiciones de vida han mejorado mucho para los fanguiteños: “La gente se siente contenta y muy agradecida de las personas que nos vienen a ayudar. Eso es importante porque hemos ganado en sentido de pertenencia. Uno de los grandes problemas de la capital es precisamente que nadie cuida lo colectivo porque no lo ve como suyo.

“Me gusta ver la transformación a partir de los logros que ha tenido la gente de a pie que no contaba con agua potable, ni libreta de abastecimiento. El pueblo ha contribuido a transformar el entorno. Comparten el café de su cuota con quienes vienen a reparar sus casas, a pintar la bodega y los edificios”.

EL PURITO BARRENDERO

Un personaje sin el cual no se hubieran podido materializar muchas acciones en tan poco tiempo es el Purito barrendero. Para quienes no lo conocen se trata del promotor cultural Jesús Irsula, quien actualmente se desempeña como Presidente de la Comisión Permanente de Atención al Trabajo Comunitario de la Uneac.

“Para mi es como mi padre, mi héroe. Lo conozco desde los 18 años cuando entré a la Facultad de Lenguas. Él era profesor allí y Secretario de la Unión de Jóvenes Comunistas. Llegó un día por la mañana y se puso a barrer las calles sin vivir aquí. Después de hacerlo en su cuadra del Casino Deportivo viene para acá”, advierte Claudio.

Y agrega: “Nos ha dado todo su apoyo. Ha creado dos equipos de fútbol con los muchachos del barrio. La gente lo quiere como un hijo adoptivo porque con su ejemplo ha demostrado cómo se puede ser un buen ciudadano. Por la Uneac, él representa al muncipio Plaza de la Revolución y para mi es un orgullo que haya trasladado su oficina para este lugar”.

Otros proyectos que sueñan llevar a vías de hecho entre Claudio y Jesús, con el apoyo de varias instituciones estatales, son el dragado del río Almendares, la limpieza de sus márgenes y la construcción de un embarcadero con un malecón para estimular el turismo y el desarrollo local.

Además, de conjunto con las autoridades culturales del territorio, hablan de construir un anfiteatro y hacer un ranchón sobre las faldas de la loma cercana. En estos momentos se están caracterizando los callejones del barrio. Por ejemplo, dice Claudio, el de las calles 17 y 30, se convertirá en el Callejón del arte mientras otro cercano se bautizará como La placita de los Orishas.

Asegura el Teacher que en estos momentos nadie se avergüenza de decir que es habitante de El Fanguito ni permitiría que le cambien el nombre a su barrio: “Ya no se vive entre el lodo, la mugre y la pobreza. Lo que tenemos hoy es como la arcilla, el barro para construir la obra de la cultura”.


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Maya Ivonne Quiroga Paneque

Periodista, locutora, guionista y directora de radio y televisión


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