Sancti Spíritus: vida, música y cultura

Ciudad de casi cien mil habitantes, capital de la provincia del mismo nombre, ocho municipios y situada en el centro de Cuba, junto al río Yayabo. Fundada por el adelantado Diego Velázquez en 1514, se trasladó a su emplazamiento actual en 1522. Fue blanco de varios ataques de piratas. Durante el siglo XIX se convirtió en una de las más aristocráticas de Cuba.

A la provincia, productora de caña de azúcar, tabaco y ganado, pertenece también Trinidad, fundada igualmente en 1514 e inscrita desde 1988 por la UNESCO en la Lista del Patrimonio Mundial.

La ciudad fue la primera de importancia tomada, a finales de 1958, por el Ejército Rebelde, que fundó y comandó Fidel Castro. Declarada monumento histórico desde su 450 aniversario, mantiene en parte la atmósfera colonial. Atesora un puente del siglo XVI sobre el río Yayabo, una iglesia de la misma época y un teatro de 1839.       

El territorio espirituano se enorgullece de sus tradiciones y del pueblo que las forjó, preservó y mantiene hasta nuestros días. Cuenta con un museo dedicado a la guayabera, la prenda de vestir tradicional cubana, y entre otras exhibe algunas que fueron usadas por altos dignatarios de todo el mundo.

La fusión de culturas como la hispana y la africana hacen de esta añeja ciudad un tesoro de incalculable valor en la arquitectura, la música, la literatura, la plástica y la danza. La conservación y difusión del patrimonio, la estimulación a la creación artística y literaria, y el incremento constante del trabajo comunitario en esos ámbitos son tareas prioritarias en la cultura espirituana, dirigidas a propiciar una vida espiritual más plena a la población local.

Al pasear por las  calles empedradas de la vieja urbe, llenas de historias, leyendas y tradiciones, se escucha por momentos el sonido de cuerdas y voces de algún trío, que ofrece una serenata a una enamorada o a un entrañable amigo.

La música espirituana es un emblema, toque maravilloso: punto, tonada, trova, son. La trova es quizás su contribución más generosa.

Pensamiento, Mujer perjura, Herminia, Nenúfar, Canto a Cabaiguán, La Trinitaria, encabezan la lista interminable en una lírica que sintetiza el espíritu íntimo de lo amatorio en la trova cubana. Teofilito, Companioni, Manolo Gallo, Sigifredo Mora, Arturo Alonso, Catalina Berroa, Rafael Saroza, Rafael Rodríguez, son nombres de la galería de glorias de la música en Sancti Spíritus.

En sus obras, ellos han conservado la vida cotidiana de Sancti Spíritus, de generación en generación, desde la colonia a nuestros días, transmitiéndolas teniendo en cuenta las características de la época y las del momento actual, pero siempre conservando los rasgos esenciales.

Los coros de clave, surgidos hace más de cien años; los cabildos, toques y bailes; la Feria Agropecuaria e Industrial, con exposiciones del desarrollo en esas ramas, competencia de monta de toros, rodeos y juegos tradicionales campesinos, constituyen muestras de la cultura local.

El Santiago Espirituano, que tiene su origen en celebraciones religiosas desde 1655, es la más antigua de las tradiciones festivas.

Bailes populares, juegos tradicionales como el palo encebado, torneos a caballo y otras actividades hacen de estas unas fiestas muy lucidas y apreciadas por los pobladores, que disfrutan la actuación de tríos, coros de clave, parrandas típicas, septetos, y otras agrupaciones de música tradicional y popular. Para los tríos se organiza especialmente un festival.

Muy cerca del río Yayabo y de su legendario puente, monumento nacional, se alza majestuoso el Teatro Principal, símbolo arquitectónico y exponente más significativo de las artes escénicas en el territorio. Por su escenario han pasado en los últimos años importantes compañías y como Teatro Escambray y el Conjunto Folklórico Nacional, entre otros.

La danza sobresale por la excelencia del trabajo de agrupaciones como el Conjunto Folklórico de Trinidad, con más de 37 años de trabajo, mientras las artes plásticas suman numerosos exponentes destacados: Amelia Peláez, Fayad Jamis, Benito Ortiz, Juan Rodríguez Paz “El Monje”, son algunos de ellos.

La poesía, la décima y la narrativa también tiene en Sancti Spíritus nombres de mérito, del pasado y del presente: Raúl Ferrer, José Mariscal Grandales, Senel Paz, Virgilio López Lemus, Rómulo Loredo, Fayad Jamis, Ada Elba Pérez, Tomas Álvarez de los Ríos, Juan E. Bernal Echemendía, Julio Crespo, Julio Llanes, Luis Rey Yero, Esbértido Rosendo, Antonio Rodríguez, Liudmila Quincoses y Mario Luis López.

LA CANCIÓN EMBLEMÁTICA DE SANCTI SPÍRITUS

Lino Betancourt refiere que la canción que identifica a la ciudad es Pensamiento, de Rafael Gómez Mayea (Teofilito).

El 19 de junio de 1915, dice Lino, el rico hacendado Juan Ordaz convocó a sus amigos a celebrar el cumpleaños de su hija Rosa María, que entonces cumplía 16 hermosas primaveras. En medio del jolgorio, los más jóvenes propusieron un juego donde las muchachas tomaban nombres de flores. El premio al que identificara el de la homenajeada consistía en bailar un danzón con ella.

Todos acogieron con simpatía la inocentada, propia de la época. Rosa María adoptó el seudónimo de Fragancia y una amiga de Teofilito, el de Pensamiento. Comenzó el juego y en vista de que ninguno acertara a adivinar el nombre de la flor escogido por la homenajeada, esta se decidió a insinuarle a Teofilito su seudónimo, pero no se sabe por qué, el joven trovador, que ya gozaba de fama por sus interpretaciones, se hizo el desentendido.

Entonces, la atrevida joven se acercó a él y ofreciéndole un ramo de flores, le dijo: ¿Por qué usted no piensa en mí? Al poco rato, Teofilito decidió responderle por medio de su amiga, llamada Pensamiento, y le cantó:

Pensamiento:

Dile a Fragancia que yo la quiero
Que no la puedo olvidar.
Ella vive en mi alma,

Anda y dile así:
Dile que pienso en ella,
Aunque no piense en mí.

Anda Pensamiento mío
Dile que yo la venero
Dile que por ella muero,
Anda y dile así…

La canción fue grabada el 15 de marzo de 1923, para la Víctor, por Eusebio Delfín y Rita Montaner, con una orquesta dirigida por Eduardo Sánchez de Fuentes.

Otra de las composiciones emblemáticas de Sancti Spíritus es Mujer perjura, de Miguel Companioni Gómez, quizás más difundida que Pensamiento, al parecer porque -según datos de Juan Gaspar Marrero- la grabó María Teresa Vera en Nueva York (febrero de 1918) y se vendieron 15 mil copias, cifra sorprendente para aquellos tiempos (febrero de 1918), algo sorprendente para aquellos tiempos.

La obra fue llevada al género del danzón, en 1923, por la orquesta del maestro Antonio María Romeu. Otra versión danzoneada se grabó en Nueva York, ese mismo año, por la Banda Cubano Mexicana, para el disco OK 16048.

Si quieres conocer mujer perjura,
Los tormentos que tu infamia me causó
Eleva el pensamiento a las alturas
Y allá en el cielo pregúntaselo a Dios.

Tal parece que estás arrepentida,
Y que buscas nuevamente mis amores
Acuérdate que llevas en la vida
Una senda cubierta de dolor.

Companioni, compositor y guitarrista (Sancti Spíritus, 21 de Julio de 1881-La Habana, 21 de febrero de 1965), perdió la vista en 1933, con once años de edad. Su padre fue capitán del Ejército Libertador en la Guerra de Independencia. Trabajó de joven en diversos oficios, como telegrafista, panadero y comerciante de medicamentos. A los doce años, su afición por la música lo llevó a sacar melodías de moda de una filarmónica y después a iniciar clases de guitarra, instrumento que llegó a dominar. Se dice que, en 1910, conformó el primer trío de Cuba, 15 años antes que Miguel Matamoros.

La Sociedad de Autores de Cuba lo destacó con una medalla por cincuenta años de actividad creativa. Destacan, además de Mujer Perjura, sus obras La Fe, La lira rota, Amelia, Alelí, Por qué latió mi corazón y Herminia, entre otras.

Otro músico destacado de la villa espirituana es Carlos Manuel Borroto Abreu, autor de la pieza El duende, elogiado por el trovador Silvio Rodríguez, según informaciones de Lianny Pérez González.

Borroto es director del Septeto Juvenil Espirituano, con el que ha actuado en países de Europa, Asia y América, entre otros.