Los CDR son expresión de la unidad del pueblo

No estuve allí frente al Museo de la Revolución, aquel 28 de septiembre de 1960, cuando el pueblo daba la bienvenida al entonces Primer Ministro Fidel Castro, a su regreso de la XV Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), celebrada en Nueva York.

Tampoco fui de esos cubanos que dieron el paso para constituir ese día un sistema de vigilancia colectiva: los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), en respuesta consecuente y fulminante a los cuatro petardos que la contrarrevolución hizo estallar para derrotar el triunfo.

Pero, si tuve el privilegio de asistir al VIII Congreso de los CDR. Esa cita donde se ratificó que la mayor organización de masas del país constituye un aporte de la Revolución Cubana, de cuyas entrañas nacieron bajo el fragor del combate contra quienes se han empeñado en los enemigos.

La cita que acompañó el General de Ejército Raúl Castro, se clausuró luego de tres días de debates concentrados, sobre todo, en la revitalización del hacer de la organización, la incorporación de sangre joven y comprometida a los puestos de dirección, y el aumento de las acciones de enfrentamiento a las ilegalidades e indisciplinas sociales.

Emocionate fue cuando los CDR, entregaron el Premio del Barrio al Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, fundador de la organización, por sus indiscutibles valores en defensa de la Patria, el aporte a las misiones cederistas y su lucha por la independencia, soberanía y felicidad de nuestro pueblo.

Esos fueron apenas algunos de los miles de argumentos que inundaron el plenario de aplausos y vítores. Raúl lo recibió de manos de Carlos Rafael Miranda Martínez fue ratificado como coordinador nacional par hacerlo llegar a Fidel.

Luego de escuchar las nuevas proyecciones de trabajo puedo asegurar que va a ser años de mucho trabajo, donde se necesita de la dedicación y entrega de los cuadros, de los dirigentes de base y de la sistematicidad del activismo de nuestras bases para trabajar con 92,6 por ciento de la población mayor de 14 años que integran nuestras filas.

A eso también se refirió, José Ramón Machado Ventura, segundo secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, quien dijo que los CDR representan al pueblo en toda su dimensión, pues su membresía une a adolescentes y jóvenes, mujeres y hombres, trabajadores y amas de casa, campesinos, combatientes, jubilados y pensionados. Son expresión de la unidad del pueblo.

Al valorar el proceso del VIII Congreso desde la base hasta la nación, dijo que este hizo énfasis en las cuestiones de contenido, definiciones y compromisos y se distanció de todo formalismo y promesas que, en la práctica, restaban credibilidad y mermaban la confianza.

En la clausura se habló también del proceso de renovación en la organización, que comienza a dar frutos, y la racionalidad en cuanto a su ejecución en particular. Como se expresó en el trabajo en comisiones se mantienen algunos veteranos por su aporte, experiencia y edad ya madura. Además se incluyen como elemento esencial jóvenes cuya presencia estaba proporcionalmente muy disminuida.

Las tareas tradicionales de la membresía como la vigilancia cederista, que sigue siendo misión principal de la organización, aunque no se lleve igual en todos los lugares aunque se diferencia mucho de los años fundacionales. También se aludió a la recogida de materia prima, a la higiene y saneamiento y una muy fundamental las donaciones de sangre, que por su significado altruista llegaron para quedarse.

Aun los CDR deben seguir trabajando y ese se evidencio en el papel de los  dúos focales en la lucha antivectorial, una nueva tarea que asume la organización y no ha tenido el impacto esperado. Les falta, como dijo Machado Ventura conseguir que funcionen con organización, eficiencia y, lo más importante, que tengan resultados.

El combate contra el delito, las ilegalidades e indisciplinas sociales al que llamó Raúl en la pasada Asamblea Nacional, otra vez volvió a la misa del Congreso en su jornada final. Y es que la organización tiene el reto de ayudar a transformar este escenario de manera creativa y de forma efectiva.

Muchos fueron los temas de este trascendental evento. Que hay que seguir trabajando es verdad. Pero estamos seguros que el Partido continuará teniendo en los CDR una organización revolucionaria, solidaria, entusiasta y creativa, que trabaja con la diversidad de su membresía.

Por eso no podemos olvidar el saludo solidario al Congreso de los cerca de 40 invitados de organizaciones comunales de Argentina, España, Brasil, Chile, Ecuador, Nicaragua, Sudáfrica, Uruguay, Venezuela, México y Vietnam, donde se manifestó el papel de la nación cubana y de su mayor organización de masas.

Se escucharon las intervenciones de Vu Trong Kim, miembro del Comité Central del Partido Comunista vietnamita y secretario general del Frente de la Patria; y Pedro Vázquez, secretario ejecutivo del Frente Continental de Organizaciones Comunales y representante de las organizaciones sociales del Partido del Trabajo de México.

El dirigente vietnamita recordó la visita de Fidel hace 40 años a la zona liberada de Vietnam del Sur, que estimuló la lucha de su país, y agradeció la ayuda brindada por el Partido y el pueblo cubanos durante la lucha por la independencia y en los momentos de reconstruir la nación.

Pedro Vázquez recordó que los CDR han aportado valiosas experiencias al Frente Continental de Organizaciones Comunales, y ratificó el compromiso con Cuba como guía para constituir la Patria Grande y el mundo mejor que necesitamos.

La jornada final del Congreso este sábado habia comenzado mucho antes con la presentación del libro Guardianes de medio siglo, por uno de sus autores, Ventura Carballido, y también la muestra de una multimedia, realizada por el historiador José Antonio Gell, documentos los dos que reseñan aristas, sucesos y cronología de la historia de los CDR.

Junto a los 500 delegados e invitados estuvieron también René González Sehwerert, el Héroe de la República junto a familiares de sus hermanos de causa, luchadores antiterroristas detenidos aun en cárceles de Estados Unidos.

Se cierran tres intensos días de trabajo, que abren una nueva etapa de trabajo para la mayor organización de masas del país. De ahora en adelante tiene que existir un congreso permanente y seguir alejados de cualquier formalismo. Empecemos una etapa de trabajo con nuevas metas en beneficio de la comunidad porque el proceso destacó el imperativo de mantener la unidad como premisa esencial para un mejor desenvolvimiento de los CDR.