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domingo, 24 de noviembre de 2024

Lo que cada cual necesita, cada cual lo recibe

Los servicios de salud cubanos son de acceso público y gratuito, y su calidad es probada por encima de las dificultades económicas. Es un derecho respetado que pueden comprobarlo incluso los que visitan el país...

Ana María Domínguez Cruz en Exclusivo 25/04/2013
2 comentarios
Salud Pública en Cuba
El acceso a la salud es gratis, libre, con buenos profesionales y con lo mejor que se puede tener.

Mateo es colombiano de nacimiento pero desde que tenía 11 años reside en Atlanta, Estados Unidos. Sus padres quieren que estudie Derecho o Medicina, pero él no puede desprenderse de su pasión por la música y “para aprender con los mejores” ha venido a Cuba. “Recibo clases de solfeo, de piano, de canto y sobre todo de percusión, que es lo que realmente me gusta, con maestros excelentes, y he tenido la posibilidad de disfrutar aquí, en vivo y en directo, de conciertos de Van Van, Manolito Simonet y la Charanga Habanera… Eso ha sido grande”.

Sin embargo, cuando la conversación va más allá y se roza en lo personal, en las vivencias que Mateo atesora desde que llegó a nuestro país en febrero de este año, hay muchas cosas que para él, también han sido grandes.

“Por poco pierdo mi matrícula y la posibilidad de estudiar acá porque en esa fecha se hablaba mucho del brote de cólera que había en Cuba, y se sembró miedo, porque mis padres son un ejemplo de eso, no querían que viniera porque creían que podía morir. Las referencias que tenía de algunos amigos que habían visitado Cuba no tenían nada que ver con esos comentarios y por eso vine, para conocer, para saber de verdad qué podía pasarme”.

Y claro que se habían confirmado casos de cólera, pero todo estaba controlado, me dice Mateo. “En otro país, a lo mejor, si hubiera sido una epidemia masiva, permanecer allí hubiera sido un peligro. Y fue entonces que además de música, quise aprender de lo que más me llamó la atención aquí, que fue precisamente lo relacionado con la atención médica”.

No es un especialista, pero Mateo se ha dedicado a leer artículos, revistas y periódicos que abordan aspectos de los servicios de salud cubanos. También ha conversado con algunos médicos y cuando uno de sus profesores necesitó ingresar con carácter urgente para someterse a una operación, él pudo constatar, también en vivo y en directo, cómo es la salud cubana.

“Seguramente deben tener muchas dificultades, porque yo sé que existe el bloqueo de Estados Unidos y las medicinas y los aparatos deben costarles mucho obtenerlos, pero aquí nadie necesita tener un montón de dinero para ser atendido.

“Veo que se reparan los hospitales, que vacunan a los niños, que los medicamentos se venden a bajos precios para todo el mundo, que en el barrio donde resido fumigan constantemente de manera preventiva para controlar el dengue, a pesar de que no se han reportado casos allí. He escuchado noticias sobre los bebés y sus madres, y ninguno de los dos peligra al nacer, porque cuidados no les faltan y eso me ha sensibilizado mucho porque mi hermana está embarazada, ese tema me interesa.

“El que no sabe estas cosas de Cuba es porque no quiere, porque hasta en Internet puede leerse de los logros que se tienen aquí con los trasplantes de órganos, con los medicamentos para los diabéticos, con las investigaciones para luchar contra el cáncer…Y hasta con el Sida, porque los que lo padecen tienen garantizado todo lo que necesitan para su bienestar, y ya conocí un muchacho en Centro Habana que adquirió el virus y pudo contarme todo desde su experiencia”.

Falsas noticias y campañas contra Cuba nunca han faltado, afirma Mateo, con cierta seriedad. “Los cubanos son un pueblo digno de admirar porque aunque tienen muchas dificultades no pierden el optimismo, y la gente es buena y amable, y tú puedes caminar por las calles de noche sin el temor de que te apunten con una pistola en cualquier esquina… Pero yo creo que lo más grande de los cubanos es que tienen cosas como los servicios de salud, de calidad y sin costo alguno para nadie, y que lo saben valorar.

“El que quiera decir lo contrario, algún interés sucio tendrá, pero la realidad lo desmiente, y para comprobarlo hay que estar aquí. Yo vine a estudiar música, pero también he aprendido muchas cosas con la gente que he conocido y de verdad te digo, me queda mucho por conocer de Cuba todavía, pero en cuanto a la salud, mis padres están tranquilos.

“Ni cólera, ni hepatitis, ni paludismo… estoy sanito, y ya les he contado que aquí nadie llora en el salón de un hospital mientras llena un formulario, pidiendo ayuda económica para su tratamiento. El acceso a la salud es gratis, libre, con buenos profesionales y con lo mejor que se puede tener… Los que vivimos fuera, deberíamos ayudarlos, ¿no?, para que los problemas de recursos y de tecnología que tienen no sigan creciendo, aunque aún así, lo que cada cual necesita, cada cual lo recibe”, añade Mateo, a quien encuentro seguro de sus palabras y de sus metas futuras: aprender música, sí, pero también conocer más de Cuba.


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Ana María Domínguez Cruz

"Una periodista cubana en mi tercera década de vida, dispuesta a deslizar mis dedos por el teclado".

Se han publicado 2 comentarios


pmelián
 25/4/13 13:55

Debemos recalcar que en Cuba Socialista este derecho lo obtienen todos sus ciudadanos y, por supuesto, es inexistente en todos los países capitalistas e inclusive en algunos países socialistas este cuidado no es universal. pjmelián

Camarada Leonor Garcia desde FB
 25/4/13 12:28

Es verdad yo estuve dos veces en Cuba y pude comprobarlo y me asombro la atencion en las clinicas odontologias y en los policlinicos

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