“Hay que echar el extra a lo cubano”

Desde que se detectaron los primeros casos de la COVID-19 en Cuba hace cinco meses, las autoridades sanitarias y el gobierno del país advirtieron que, para ganarle la batalla a esta enfermedad, era necesario, no solo un control epidemiológico y eficiencia en el sector de la salud, sino también la disciplina colectiva, la responsabilidad, la conciencia social y el cumplimiento de las medidas establecidas.

Fue así como Cuba logró tener un solo evento de transmisión local abierto en todo el país. Fue así como se alcanzó la cifra más baja de casos activos: 38. Fue así también como no se reportaron fallecidos por 23 días consecutivos ni personas en estado crítico. Fue precisamente en medio de un contexto tan favorable como este que el grupo temporal de trabajo para el enfrentamiento a la COVID-19 decidió que las provincias avanzaran de manera diferenciada y gradual a las distintas fases de recuperación.

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Sin embargo, actualmente el panorama se pinta complejo para varios territorios del país. Como consecuencia directa de la indisciplina, el relajamiento de las medidas, la falta de rigor en las pesquisas, el descontrol y el exceso de confianza, La Habana y algunos municipios de Artemisa y Villa Clara transitan por una curva peligrosa. Es así que actualmente, en el país permanecen abiertos 11 eventos de transmisión local.

En estos momentos, la situación más complicada desde el punto de vista epidemiológico se presenta en la capital. Después de ocho días cumpliendo con los indicadores sanitarios para transitar de fase, el 24 de julio la tendencia de casos comenzó a aumentar en La Habana, hasta alcanzar actualmente la cifra de 199 pacientes positivos, lo cual representa el 47.4% del total confirmado desde la fecha.

Es por eso que, a partir de la actual situación y teniendo en cuenta el incremento de los casos activos en La Habana, el gobierno provincial de acuerdo con el grupo temporal de trabajo decidió que la capital retornara a la fase de transmisión autóctona limitada, correspondiente a la etapa pandémica.

Para dar detalles sobre las medidas tomadas en dicho territorio para detener el avance de la COVID-19, participaron este sábado en el espacio radiotelevisivo Mesa Redonda el gobernador de La Habana, Reinaldo García Zapata; el director provincial de salud, Dr. Carlos Alberto Martínez Blanco; José Conesa González, coordinador del Programa de Industria y Transporte y Julio Martínez, coordinador del Programa de Gastronomía y Alimentación.

De acuerdo con García Zapata, las principales acciones están encaminadas a garantizar el distanciamiento físico, el aislamiento social y la disciplina ciudadana e institucional. Sobre este último tema, explicó que cuatro de los eventos de transmisión abiertos en la capital se ubican en los centros de trabajo, por lo que se hace necesario aplicar las medidas en estos lugares con mayor rigor.

Por otro lado, el gobernador de La Habana señaló que desde este sábado permanecen cerradas las playas, piscinas y grandes parques recreativos, pues las condiciones actuales no permiten disfrutar de estas instalaciones. En el orden del Comercio Interior se ordenó el cierre total de bares, cafeterías y restaurantes, que solo podrán ofertar productos para llevar.

Fuente: Laydis Milanés/Cubahora

Por su parte, José Conesa González detalló que durante el fin de semana se mantendrá funcionando el transporte público hasta 8:00 pm, que se irá reduciendo gradualmente, hasta llegar al lunes 10 agosto cuando se suspende el servicio de ómnibus urbanos, así como taxis privados y estatales. De esta manera, se organizará la transportación del personal imprescindible que aporta servicios vitales a la población.

Fuente: Laydis Milanés/Cubahora

En cuanto al turismo, se decidió mantener las reservaciones que tienen los capitalinos en instalaciones fuera de la provincia. No obstante, se suspenden aquellas que se encuentran en La Habana, el alojamiento en casas en la playa y también las excursiones y pasadías, con el derecho al reembolso o el disfrute en otro momento.

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Mientras tanto, Julio Martínez enfatizó en la necesidad de mantener activas en la capital las empresas cooperativas, minindustrias, puntos de venta de productos agropecuarios y las fábricas de tabaco torcido a mano, mecanizado y la cigarrería. Por su parte, el sector de la Industria Alimentaria permanece trabajando, extremando las medidas en los centros de elaboración para que no ocurra ningún contagio.

Fuente: Laydis Milanés/Cubahora

En el área de la educación, se mantendrán funcionando los hogares para niños y niñas sin amparo familiar y los círculos infantiles permanecerán abiertos. Así mismo, en el orden del trabajo y la seguridad social se hace un llamado a continuar potenciando el teletrabajo y retomar las medidas asociadas al grupo de personas mayores de 65 años.

Fuente: Laydis Milanés/Cubahora

Carlos Alberto Martínez Blanco, Director Provincial de Salud, enfatizó que en esta etapa se realizará con vigor la pesquisa activa, “porque en la búsqueda de casos sospechosos está el éxito para poner freno a la enfermedad y su propagación”. Además, habrá un aumento en el muestreo por PCR en las zonas de más alto riesgo, con el objetivo de lograr el cierre de los focos en el menor tiempo posible.

De acuerdo con Martínez Blanco, se reorganizan los servicios asistenciales, realizan incentivos para la incorporación de activistas sanitarios, se incrementan la intervención de medicamentos en la población más vulnerable y se ratifica la prohibición de que permanezcan trabajadores en los centros laborales con sintomatología respiratoria.

En la intervención de cada una de las autoridades, algo quedó claro: la situación actual en la capital es posible revertirla, pero para ello se necesita del esfuerzo colectivo, la disciplina social y la responsabilidad. No son tiempos para excesos de confianza ni descontrol, son momentos para hacer y como dijo el presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel, “echar el extra a lo cubano”.